domingo, 27 de junio de 2010

DOÑA NIKRA DESCANSA EN PAZ

Pacllón querido (foto cortesía de E.Valdez) 1985
Doña Nikra
La familia Caque Flores
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DOÑA NIKRA DESCANSA EN PAZ


“Todos para uno y uno para todos”


Estas breves líneas les alcanzamos en memoria de la que en vida fue Leonarda Flores Rivas, cariñosamente conocida Doña Nikra, por haber significado un personaje muy especial para el autor y representó el amor de sus hijos, la misma que debe ser recordada por sus buenas acciones como la narrada líneas abajo, especialmente la preocupación de su hijo Héctor Caque Flores: “Es un pedido especial de sus hijos y familiares que la hacemos nuestra. Te pido por favor coloques estas pequeñas palabras que a continuación escribo con una foto para que sea recordada por todas las personas que en vida conocieron a mi madre”. Doña Leonarda Flores Rivas, sus padres fueron: Hermelinda Rivas y Francisco Flores.


“Doña Leonarda Flores Rivas, nació un 26 de noviembre de 1936 y dejo de acompañarnos el 13 de Junio del 2010 a los 73 años, natural del pueblo de Pacllón fue siempre una mujer desprendida de lo poco que tenía para compartirlo con el prójimo, de carácter fuerte sin dejar de ser alegre y juguetona, nos deja sus enseñanzas y su hermosa ternura, quienes la conocieron podrán recordarla con cariño”.


Madre querida, descansa en paz.


Sus hijos


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Antaño en Pacllón acostumbraban ingresar en forma ordenada para sembrar, como también a la cosecha simultáneamente todos los propietarios de Huanca, Sicla, Tacra, Majakpatay, Puya, etc., de tal manera las murallas de estos lugares eran hechas por todos los interesados en forma ordenada y en faenas comunales, nadie tenia una muralla completa y privada en sus chacras, así minimizaban, costos y esfuerzos en el cuidado de los sombríos, “todos a una y una para todos” era la practica del pueblo; ya cuando terminaban las cosechas, los rastrojos eran el botín de los ovinos, vacunos, caballares y cuanto animal poseían los propietarios de las chacras, era una festín desordenada para los animales, al mismo tiempo se veía disfrutar de estos rastrojos a vacas, toros, caballos, asnos, ovejas y cerdos, grandes o pequeños; al unísono los comuneros aprovechaban con sus respectivos animales.


Era natural en Pacllón también, que cada comunero poseía chacras en todas las estancias indicadas, común denominador de los pacllinos, aunque en pequeñas dimensiones, por lo que cada uno tenia almacenado en sus casas: maíz, cebada, trigo, habas, papa, oca, olluco, y todo lo que producía estas fértiles tierras; pero mi padre siempre reservaba los rastrojos de “Huanca”, “Wuaychiquin” o “Puya”, especialmente el último por estar a un paso y debajo del pueblo, para sus caballos de paso que bailaban en la Fiesta Patronal de cada 24 de Agosto en honor a San Bartolomé de Pacllón.


Como yo era el mas “chiuchi” de la familia, naturalmente me entregaba bajo mi responsabilidad cuidar el rastrojo de la chacra de “Puya”, amurallado con “pircas” buena parte y con espinas y “cunchas de aliso o yerbasanta” los faltantes; mi madre me dio instrucciones precisas y bajo amenaza de no gozar la fiesta, si es que algún animal particular ingresara a la chacra protegida; obediente a esas sentencias no me quedaba ser el más estricto posible, por lo que desde el amanecer hasta el anochecer cumplía mi papel de “guachimán de la chacra”; con mi “ondilla” en la mano, de paso ensayando puntería en las palomas, chivillos, zorzales y “picuruys” que abundan en esta época de cosechas.


Un buen día mientras me distraje, una manada de cerdos: la madre y sus crios, lograron ingresar a la “zona protegida de Puya” por una acequia sin amurallar, naturalmente yo a su vez era súper vigilado permanentemente por miradas de mis supervisores mayores, que a cada rato asomaban sus cabezas desde el antiguo “coso” mirador panorámico hacia el oriente del pueblo; en esas circunstancias, escucho la voz de mi madre decir a voz en cuello “choloooo,….cuchitagarguyy…, dañukun, guayiman apamuy…”, efectivamente había invadido la “zona protegida” unos cerdos , de inmediato, obediente a la intromisión de la madre y los marranitos, mi siguiente acción consistía en conducirlos a pedrada limpia hasta mi casa, ocasión que es observada a su vez por otras personas, posiblemente reconocen a los animalitos, e inmediatamente comunican a sus dueños, mientras los arreaba rumbo a mi casa; ya en el camino me alcanza una señora y se me enfrenta amenazadoramente.- “ahh sallagua, gamtaga saypachi ayurga, saypachi Mala tapish chuchusirga, mamaykita cargha lululacaptiki, nogata taparargha lululakaptiki…, caynoku cutisimayki, amasaynosokalay cuchekunaguan….”, cada palabra que pronunciaba la señora, me iba clavando como si fuera un puñal en mi tierno corazón,- sólo atino a responderle,- “que obedezco ordenes de mi madre”-, naturalmente llegue a la casa sin los animales “dañinos”, inmediatamente le pedí explicaciones a mi madre, y le repetí cada palabra pronunciada por Doña “Nikra”. A lo que ella respondió con una mirada tierna y me pidió que me sentara frente a ella en la cocina, mientras desayunaba con su narración me develó el origen de las palabras pronunciadas;- “hijo, es verdad que ella te crío y posiblemente también lactaste a doña Mala”.-,¿Por qué y cuando?, le replique.- Mi madre prosiguió,- “Como tu naciste en mayo, ese año en agosto fue Capitán de la fiesta tu padre, y a ella le suplique tu cuidado, es decir la señorita “Nikra” se encargó atenderte como bebito de tres meses, no tuvo reparos en cumplir cabalmente durante una semana, mientras yo tenía que asumir el compromiso para el éxito de la fiesta a la que tu padre estaba comprometido. Atendiendo a los invitados, preparando los potajes con las cocineras, en el gualgacuy, etc, ….”, fue la explicación.


Naturalmente, mi espíritu de niño estaba avergonzado por haber castigado a los puerquitos de mi “segunda madre”, pero recapacitaba que no sabía esa parte de mi historia. Me sentía culpable y con remordimientos. A partir de esa fecha, me mostraba más respetuoso y más educado con doña Nikra cada vez que me encontraba en la calle o camino. A su vez ubiqué quien fue doña “Mala” la señora que me amamanto durante la fiesta, siempre lo veía, camino a Wuaychiquin, dirigiéndose a su estancia de “Ogshapata”, cada vez que me cruzaba con ella, también me mostraba más respetuoso, tenía una hija llamada Juana, haciendo cuentas era de mi edad, también vivían en el barrio de “Algupampa” mi barrio de infancia, siempre escuchaba las burlas de mis hermanos para tomarme el pelo cada vez, diciéndome: “mamay Chalu, ramertuykiguan puclacusha…”, expresión que me molestaba por recordarme burlonamente esa parte de mi infancia, la niña Juana, solía pedir permiso a mi madre para acompañarlo en los juegos infantiles. Si no hubiera ocurrido aquel incidente con esos puerquitos, nunca me habría enterado quien fue la persona que me cuido durante la fiesta de mi padre como fue Doña Nikra y quien la que me brindo su leche materna por ese lapso de la fiesta costumbrista; luego me enteré que mi madre Salumina Gonzales por beber licores en la fiesta, posiblemente trasladaba dosis del alcohol en su leche, la que a su vez yo consumía al lactarlo, motivo por la que siempre me enfermaba del estomago, “isgacha guambra”. Enterado el incidente, mi padre me amplio con lujo de detalles sobre el desarrollo de la Fiesta Patronal de ese año, que contaremos gustosamente en otra ocasión.

En el barrio de “Algupampa”, perteneciente al barrio grande de Llamacancha de Pacllón, éramos vecinos por aquel entonces con la familia de Francisco Flores, Donato Carrera, Artemio Laurente, Saturnino Ibarra, Walter Sánchez, Pedro Mendoza, don “Ikchu Mendoza” y muchos mas, recibíamos agua de los manantiales de “Urapakcha”; en este barrio desde que he tenido uso de razón, cada año, la Fiesta Costumbrista del Inka lo bailaban la Familia Flores Rivas, desde el papá hasta todos los hijos de la familia, por eso era natural por sus calles recorrer en “correndilla” a las Pallas detrás del Inka y su Rumiñahui, rítmicamente al compás de la orquesta.


Posteriormente Doña Nikra, heredó de su madre doña Hermelinda la iniciativa de guardar todas las vestimentas del Inka hasta para las Pallas, la única “vistente” en el pueblo por aquel entonces, era la que contaba con todos los atuendos que esta representación requiere, posteriormente otras familias intentan heredar estas costumbres, pero nuestro reconocimiento a la Familia Flores Rivas por haber dado esa iniciativa único en Pacllón, gracias a ellos se continua con esa costumbre. Esa práctica anual del baile de las Pallas, los versos cantados, las coreografías, la solemnidad de adoración al Inka, calaron hondamente en la conciencia de muchos niños como la del autor, herencia que se repite como parte de nuestra identidad nacional que la tenemos que cuidar y difundir en el tiempo, gracias a los aportes y esfuerzos como la Familia Flores Rivas y otros, herencia transmitida sabiamente por Doña Nikra a las nuevas generaciones.


Algupampa, junio 2010




ALBUM FOTOGRAFICO


Estudiantes del CNM "Tupac Amaru" - Pacllón (cortesia E. Valdez) 1985



































jueves, 24 de junio de 2010

LOS OBJETIVOS DEBEN CUMPLIRSE

Los objetivos deben cumplirse



“Gratas vivencias en el Cañón de Kora”


Por: Florencio Bernabé Gonzales


Estimados Familiares, Amigos y Paisanos:


Mi agradecimiento por sus saludos por el Día del Padre, junto con mi deseo de que hayan pasado un FELIZ DIA el domingo pasado; en esta ocasión quiero compartir con ustedes esta pequeña nota vivida personalmente durante mi infancia, cuando tenía 9 años, al lado de mi señor padre Virginio Bernabé Gamarra (QPDQDG), producto de cuyas enseñanzas soy ahora, el mismo que quiero trasladar a mis queridos hijos y las generaciones venideras.


Corrían los meses de febrero, crudo invierno aquel año, mi padre decidió trasladar su ganado vacuno desde Jahuacocha, su querencia natural, donde por la intensa y permanente lluvia, los corrales hechos para encerrar los becerros ya no contaban con algún lugar seco, consecuencia de ello en las pequeñas pesuñas de estos animales se formaban llagas lacerantes, “izca” decían, por la humedad y el frió, sufrían estos animalitos; frente a ello la alternativa de mi padre como de costumbre, cada año por esta época era bajarlos hacia Wipagh, lugar calido, de abundante pasto, dicho sea de paso también era la segunda querencia de su ganado vacuno.


En Wipagh, zona quichua, de clima cálida por excelencia, apropiada para ganado vacuno, por la extensión y abundancia de sus pastos, lugar de guaromos, kerkarillos, muchkis, lloques, pitajayas, vizcaínas “gualanka”, shuplack, una variedad de plantas que crecían y desaparecían en verano, en la época de invierno la neblina cubría permanentemente esas zonas; ni que decir, abundaban pumas, zorros, vizcachas, perdices, cóndores, diversos especies de aves, reptiles, lagartijas, arácnidos, zancudos, etc., es decir una biodiversidad propia de estos climas. ¡Wipagh de gratos recuerdos de mi infancia!


En estas tierras he visto cosechar a mis padres papas abundantes y multicolores, los famosos “quitipshus”, de corazón morado y rosado, las jalgahuarmis, y de color amarilla arenosas, dulces ocas y lustrosos y gigantes ollucos. Para irrigar, los comuneros construyeron un estanque en la parte alta, que captaba sus aguas desde las alturas de Shupla y Matibamba; por una acequia construida desde tiempos inmemoriales, recorriendo de sur a norte, cruzando el camino grande, distribuido apropiadamente para que tomen agua tanto la gente como los animales de Jana y Ura Wipagh. Estas aguas en invierno abundan y en verano escasea, hasta desaparecer.


Se extiende los pastos hasta los límites del caserío de Tauripon (Distrito de la Primavera), los lugares denominados Partegh, Cachipata encima de Rara y Chinchupata, como también hasta encima del río Pativilca, así mismo todo Ragahj (zona arqueológica) y Agsahuarko, lugar predilecto de don “Anuncion Carrera”, el hombre más alto del pueblo, por las alturas limita con Shupla, origen del riachuelo Aguashragra, y por la parte baja Rucuspata, Asiaghpuquio y Calta (frente a Pico).


Los corrales de los vaqueros estaban diseminados en las faldas de Rarapunta, con una marcada distribución, los de UraWipagh, debajo del camino grande que se dirige a Rara (emporio maizal de Pacllón), Tauripon, Llaclla y los demás pueblos de la zona sur de la provincia de Bolognesi, allí estaban de vaqueros las familias de Enrique Gamboa, Faustino Rosario, Alejandro Ibarra, la familia Andrade y otros, siempre numerosos; los de JanaWipagh, encima del mencionado camino cercano a las ruinas pre-incas de Rarapunta, sólo el corral de mi padre Virginio Bernabé.


Las ruinas de Rarapunta, se extiende en una pequeña cumbre recorrida de sur a norte, una especie de esquina o quiebre del cerro, un lugar estratégico, desde aquí se domina tanto hacia el norte como al sur casi 360 grados, transformándose en mirador obligado para los viajeros, los restos arqueológicos están diseminados por toda la cumbre del cerro, viniendo desde Cutashpunta, pasando por Ragahj, siguiendo todo la cumbre hasta llegar a Chinchupata. Desde aquí se puede divisar hacia el sur – oeste, los diferentes pueblos como Ticllos, Corpanqui, Carhuajara, Cajamarquilla, Canis, Huanri y otros, y por el norte, es decir al frente los linderos de Chiquian, con Papun y Pancal; por debajo, aproximadamente a 2 Km., de estas ruinas pre-incas, se ve extenderse sigsayantes cual serpiente plateada al Río Pativilca, recorrer todo el Cañón “Cora”, y mirando hacia el sur, continua ese recorrido por esas quebradas profundas, pasando por Llaclla hasta perderse en el horizonte que se dirige a la costa; es inaccesible llegar al río, de niño escuchaba que sólo por el lugar denominado Pumasaltanan era posible. Es una vista impresionante recorrer el camino Inka que se dirige de Pacllón a Wipagh, en la ruta a Llaclla, Gorgorillo, Tauripon y Rara, que recorre paralelo al río Pativilca, es común el vuelo de cóndores. Por estos lugares, a su vez cada tramo de este camino tiene nombres pintorescos como “Algoarkanan”, “Almatupuknan”, donde existen ventanas pegadas en el cerro, a la que el pasajero avienta piedras, si encaja, se quedará “soltero(a)”, “Viudo(a)”, “casado(a)”, según su destino; “Shulumachay”, al pasar se escucha el eco del río con un sonido particular.


Toma el nombre de Río Pativilca justamente en la zona de Mashcash, donde el río Ainin que al recorrer aguas abajo el valle del mismo nombre, desde las alturas de Aquí y Pachapaqui, se juntan con el río Pomapata en este lugar, lo mismo, el río Pacllón, aguas arriba se juntan con los ríos Llamac y Achin que recorre todo el territorio de Pacllón desde sus nacientes de Jahuacocha. Es decir en Mashcash se juntan tres ríos para denominarse Río Pativilca: Pcllón, Aynin y Pomapata.


Aquella mañana, muy temprano, al rayar la aurora, me levanta mi padre para acompañarlo; somnoliento y a regañadientes obedezco, como cualquier hijo obediente, común denominador de aquellos tiempos de crianza de los padres; sonámbulo, le sigo los pasos; pero, antes de ello mi madre le recuerda a mi padre que.- “…guambranse lichilanpish upyarkusun, ghanarkamsha, malagnanmi….”.- mi padre, muy puntual - “mejor prepara el desayuno para cuando regresemos, regresaremos rápido, se nos hace tarde, mejor vamos temprano…”..- le contesta.


Así emprendimos la caminata por el camino grande de Wipagh, como quien regresa a Pacllón, un camino llano, llegamos al riachuelo de Aguashraghra, el eco de sus aguas de este riachuelo bullicioso, en época de invierno hace retumbar los cerros, en esas quebradas profundas y empinadas; desde aquí, descendimos por una especie de camino, pero más pareciera que fueron hechas por las vacas. Descendemos rápidamente, especialmente para mi ágil cuerpo de niño, saltando y cortando tramos, en ocasiones le ganaba a mi padre que bajaba muy lentamente a un solo paso, pero seguro; transcurridos media hora llegamos a Mollepata, pequeña plataforma, una especie de anden, donde posteriormente mi padre haría otro corral, cercano a la zona de Asiagpuquio, a partir de este punto, el camino se borra completamente, tenemos que seguir por los senderos hechos por las vacas, continuamos descendiendo; pero yo, exactamente no sabia los propósitos de mi padre, no podía leer su pensamiento, si era sólo ver a las vacas, preferentemente las preñadas, u otros objetivos relacionadas con la crianza de estos animales.


Después de haber descendido más de una hora, cuando los rayos del sol iluminaban los cerros tibiamente, arribamos al lugar denominado “Calta”, de aquí a unos 300 metros ya estamos en el río Pativilca, punto desde donde regreso mi mirada para comprobar el camino recorrido, ¡oh!, que distancia habíamos descendido, más de mil metros hacia abajo, ¡que miedo para mi!, la pendiente promedio de este suelo es aproximadamente de 60 grados, muy empinada, pero abundante de pastos para las vacas, lugar preferido para cría de los denominados “vacíos” (terneras, toretes y vacas preñadas).


Luego de la búsqueda por los bosques de alisos, recovecos, hoyadas, logramos ubicar a las vacas preñadas, un total de diez vacas, mi padre da una mirada exhaustiva a cada una de ellas y lo va separando, y decide que cinco de esas vacas debemos llevar al corral, para mi desde el primer momento de esa decisión, me causa asombro y me parece irrealizable, por la distancia que tenia que recorrerse de regreso, el hambre que sentía a esa hora de la mañana, siquiera no tenia un grano de cancha en mi bolsillo, rebuscaba por los arbustos algún fruto comestible, pero, por el trajín del viaje no me era posible llevar algún bocado.


Nuestro retorno desde esas profundidades, se hace lenta y difícil arreando las cinco vacas, estas a su vez no quieren salir de su querencia, constantemente regresan, cada vez se hace difícil apartarla de sus castas, me tengo que multiplicar, saltando los arbustos de rato en rato, los “tientos” de mis “llanques”, cintas de jebe, cortados y colocados magistralmente a la medida de mis pies sobre la llanta reciclado de algún automóvil con cocadas desgastadas, constantemente se rompen, tengo que improvisarlo a cada rotura, de lo contrario las espinas de las gualankas se me incrustan, el dolor es pasajero, pero corro para allá, corro para acá y corro para abajo, mis fuerzas cada vez desfallecen, pero no demuestro ningún signo de debilidad delante de mi padre, él hace lo propio, pero su fortaleza me quintuplica, también veo que corre y baja constantemente arreando a las vacas, por el lado que le corresponde; cuando el sol llegaba al medio día, abandonamos la zona de Calta, para dirigirnos por Asiaghpuquio en nuestra ruta de regreso, mis pequeñas fuerzas cada vez me abandonan, mis tientos están recontra cortos, me ajustan los pies, se parecen hinchados, mi pantalón y mi chaqueta deshilachados en distintas partes producto de los roces con arbustos y espinas al pasar abruptamente por perseguir a las vacas, mi pequeño poncho llevaba amarrado a mi cintura.


En la zona de Asiaghpuquio, que hace honor a su nombre, el olor es pestilente, por las emanaciones de sulfuros que en ella existe, bosque tupido de arbustos y espinas. Nuevamente, nuestra pesadilla se repite, arrear a las vacas se hace difícil por esta maraña de arborización, también las vacas estaban cansadas por el trajín recorrido, sus panzotas notorias al salir de Calta, ya no eran lo mismo, sólo se les notaba la preñez y con hambre; cuando ya los pajaritos cantaban en coro para dormir, a los bordes del camino escuchaba el clásico e inconfundible canto de los perdices al amanecer y al atardecer, llegamos al camino grande, totalmente desfallecientes, yo agarrado de la cola de una de las vacas, me arrastraba por inercia, mi padre detrás mío, también con el semblante cansado y agotado.


Llegamos a la cabaña de Wipagh, cuando la sombra de la noche se asomaba temerariamente, grande fue la sorpresa de mi madre que corrió al vernos, me abrazo tiernamente, al mismo tiempo le dio una mirada de alegría a mi padre, a la par que le manifestó que nuestra ausencia todo el día le preocupo, suponiendo que algo grave nos había ocurrido, Calta es la querencia de los pumas, y serpientes, le increpo por la osadía de haberme tenido de hambre en toda la jornada, a lo que mi padre no contesto ninguna palabra; llegamos al corral con las vacas, inmediatamente mi madre sirvió la cena, me faltaba manos para devorar todo lo servido, desayuno, almuerzo y merienda al mismo tiempo, apenas termine el plato, me quede dormido en el regazo de mi madre, entre sueños escuchaba lo que narraba mi padre nuestras peripecias.


A la mañana siguiente, apenas me desperté corrí ver las vacas que trajimos, naturalmente mi padre completo su jornada esa noche encerrándolas en un corral, un hermoso espectáculo para mis ojos, habían nacido cinco fornidos becerros que intentaban pararse por sus propios medios, a algunas sus madres le limpiaban la placenta lamiéndolas, mi padre ya había madrugado hacia otro punto, pero esta vez solo, contemplamos ese bello escenario donde esos cuadrúpedos intentando sostenerse para buscar la ubre de sus madres; en esos instante vi que llegaba mi padre con un tronco sobre el hombre, corrí a darle la grata noticia, también él acelero sus pasos, así contemplamos y celebramos juntos el resultado del sacrificio del día anterior, se había cumplido su objetivo, salvar de las garras de los cóndores y de los pumas; como es costumbre estos carnívoros en esta zona acostumbran cuidar a las vacas preñadas para devor a sus crios apenas nacen, cual bocadillos deliciosos, eso evito mi padre con esa dura jornada a la que le acompañe.


Si se hubiera dejado influenciar por mi situación, superponiendo a los sagrados intereses de la familia, no hubiera logrado su objetivo. Mi padre, evaluó mi fortaleza y tomó esa decisión, por que era capaz para asumir ese reto desde niño. Siempre en mi familia, me parece era el común denominador en el pueblo, lo principal era la alimentación; Pacllón se caracterizaba por contar mucha riqueza y en abundancia de legumbres, tubérculos, granos, maíz, oca, quinua, etc., era natural que en cada casa toda la sala estaba adornada por las “huayuncas” multicolores mazorcas de maíz colgando, y alrededor costales de trigales y cebadas, habas, fréjoles, arbejas, etc., y en los altillos, papas, ocas, ollucos, en la “guayrankas”, quesos, añejos y sabrosos, charkis en los terrados, cada familia contaba con un huerto, donde sembraban hortalizas, cebollas chinas y yerbas aromáticas, al igual que rocotos de varios colores, la gente cosechaba maíz de las chacras de los alrededores del pueblo, de Rucmis y de Rara, a nadie le faltaba esos productos; las papas, ocas y ollucos cada comunero cosechaba por docenas de sacos de Liriopampa, Huauyan, Mata, etc., los trigales, cebadas y habas de Huanka, Sikla, Tacra, Majakpatay y otros lugares de producción, es decir la alimentación estaba asegurada y con creces, épocas de abundancia y añoranza.


Por encima de cualquier contemplación, sin escatimar esfuerzos había que proteger el bienestar de la familia, protegiendo su ganado vacuno único sustento de su familia, para lo cual si valió la pena todo sacrificio; enseñanza que con el correr del tiempo fui analizando, “los objetivos deben cumplirse” , esta lección aprendida desde mi tierna edad, he intentado practicar y al mismo tiempo transmitir a los míos, sabia enseñanza que comparto con ustedes amable lector, quizás también ustedes tengan gratos recuerdos de sus seres queridos, no duden en compartirlo. Las buenas enseñanzas, las buenas costumbres lo positivo debe transmitirse, lo malo, lo perjudicial hacer lo contrario, debemos “marcar en roca las buenas acciones y en arena las malas acciones”. de tal manera lo bueno se perennice y sea difícil de borrar en el tiempo y las malas se borren cada vez que aparecen las olas.


Rarapaunta, Mayo 11 del 2009

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Además, esta poesía que adjunto a reglon seguido:

Por: Juan de Dios Peza

MI PADRE

Yo tengo en el hogar un soberano

único a quien venera el alma mía;

es su corona de cabello cano,

la honra es su ley y la virtud su guía.

En lentas horas de miseria y duelo,

lleno de firme y varonil constancia,

guarda la fe con que me habló del cielo

en las horas primeras de mi infancia.

La amarga proscripción y la tristeza

en su alma abrieron incurable herida;

es un anciano, y lleva en su cabeza

el polvo del camino de la vida.

Ve del mundo las fieras tempestades,

de la suerte las horas desgraciadas,

y pasa, como Cristo el Tiberíades,

de pie sobre las horas encrespadas.

Seca su llanto, calla sus dolores,

y sólo en el deber sus ojos fijos,

recoge espinas y derrama flores

sobre la senda que trazó a sus hijos.

Me ha dicho: «A quien es bueno, la amargura

jamás en llanto sus mejillas moja:

en el mundo la flor de la ventura

al más ligero soplo se deshoja.

»Haz el bien sin temer el sacrificio,

el hombre ha de luchar sereno y fuerte,

y halla quien odia la maldad y el vicio

un tálamo de rosas en la muerte.

»Si eres pobre, confórmate y sé bueno;

si eres rico, protege al desgraciado,

y lo mismo en tu hogar que en el ajeno

guarda tu honor para vivir honrado.

»Ama la libertad, libre es el hombre

y su juez más severo es la conciencia;

tanto como tu honor guarda tu nombre,

pues mi nombre y mi honor forman tu herencia.»

Este código augusto, en mi alma pudo,

desde que lo escuché quedar grabado;

en todas las tormentas fue mi escudo,

de todas las borrascas me ha salvado.

Mi padre tiene en su mirar sereno

reflejo fiel de su conciencia honrada;

¡Cuánto consejo cariñoso y bueno

sorprendo en el fulgor de su mirada!

La nobleza del alma es su nobleza,

la gloria del deber forma su gloria;

es pobre, pero encierra su pobreza

la página más grande de su historia.

Siendo el culto de mi alma su cariño,

la suerte quiso que al honrar su nombre,

fuera el amor que me inspiró de niño

la más sagrada inspiración del hombre.

Quisiera el cielo que el canto que me inspira

siempre sus ojos con amor lo vean,

y de todos los versos de mi lira

estos dignos de su nombre sean.

ALBUM FOTOGRAFICO


Salumina Gonzales, Virginio Bernabé y Ularia Gonzales (izq a der) (1965)
Mis padres con sus herederos (nietos: Danilo, Percy y Galo)
(1973) La familia Bernabé Gonzales
(1986) Bodas de Oro de Matrimonio de mis padres
Celebración de las Bodas de Oro con profesores del CNM "Tupac Amaru"
Mi hermano Santiago Bernabé (qpdqdg) con su esposa (1986)

martes, 15 de junio de 2010

PACLLÓN NUEVAMENTE EN EL OJO DE LA TORMENTA

PACLLÓN NUEVAMENTE EN EL OJO DE LA TORMENTA


Problematica minera en sus territorrios reconocidos como Area de conservación Privada

El pasado 25 de mayo, nuevamente las autoridades del distrito de Pacllón, estuvieron en la Ciudad Capital: Alcalde, Prof, Adhemir Carrera Padilla, Presidente de la Comunidad Sr. Joselin Esteban Caqui, el Gobernador Distrital, Prof. Abilio Mendoza Espinoza y Secretario de la Junta Comunal Sr. Llanos Carrera; reunidos en la oficina del Dr. José Zubieta Bejar, en su calidad de Asesor Legal Had Honorem de la Comunidad, y los representantes de APPU-HUAYHUASH: Florencio Bernabé, Celso Huaranga y Tito Cueva Zambrano. El tema central, la carta dirigida por Solitario SAC (24/04/10), a la comunidad “desistiendo” de las concesiones mineras en todo el territorio de la comunidad de Pacllón, circunscrita al ACP-P; analizado exhaustivamente por los presentes y el análisis legal hecho por Dr. José Zubieta, se concluyo, que esa carta no tenia sustento legal, de las propuestas expresadas, los mismos tendrían que ser de conocimiento de las autoridades competentes (INGEMET; SERNANP; Concejo Nacional de Minería entre otros), para que también se pronuncien, toda vez que existe una oposición formal ante esas autoridades por la concesión entregada a Solitario SAC, los territorios comprendidos como Área de conservación privada “Pacllón” (ACP-P).

Inmediatamente la comunidad respondió con una CARTA NOTARIAL, dice: ….”habiéndose promovido el desistimiento por parte de la Minera Solitario Perú SAC, deberá su despacho, declarar FUNDADA LA OPOSICIÓN y por ende, INGEMET deberá rectificar (reducción) las áreas de conservación otorgadas a favor de la empresa y declarar como AREAS INTANGIBLES las pertenecientes al ACP-P…”



Son trampitas a las que inducen estas empresas mineras, aparentemente viables, con las que querían sorprender a la comunidad, reiteradamente visitadas, ah, incluso ya tenian el posible contendido redactado de la Asamblea aprobando la petición de la empresa minera, felizmente no prospero por la oportuna acción de las autoridades de Pacllón.

ALBUN FOTOGRAFICO

Delegación de Autoridades con el guia en la Plaza San Martin . - Lima
De izq. a derch: Joslen Esteban, Celso Huaranga, Emilio Valdez, Vidal Mendoza y Abilio Mendoza E.
Foto cortesía del Fotografo Emilio Valdez (dueño de la Plaza San Martin) 

Idem
Delegación de Quishtulandia en el Congreso pidiendo carretera a Pacllón (1998).- foto cortesia de emilio Valdez
Los quistos: Teofanes Esteban, Propsero Duran y Eutropio Aasencio
Las damas: Priscila Albornoz, Elvira Bernabé, Celia Pérez y Celia Allauca
Wilma Santos Rivas nos envia saludos desde Canada, exitos paisana.- En la distancia se ama mas a la patria

Doña Dina Rivas Duran, la señora madre de Wilma, Nely, Roosvelt y José desde Cannada,
Nuestros mejores parabienes para quienes optaron buscar nuevos horizontes  fuero del suelo patrio

viernes, 4 de junio de 2010

DIA MUNDIAL DEL MEDIOAMBIENTE



¿Porqué el 5 de junio es el día Mundial del medioambiente?



La Asamblea General designó el 5 de junio Día Mundial del Medio Ambiente para dar a conocer mejor la necesidad de conservar y mejorar el medio ambiente. Se eligió tal fecha porque ese día se había iniciado la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, celebrada en Estocolmo en 1972, a raíz de la cual se creó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Veinte años después, la Asamblea convocó en Río de Janeiro la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, en la cual se reunieron los países para adoptar las decisiones necesarias para reavivar las esperanzas que había infundido la Conferencia de 1972 y a hacer frente al desafío de lograr un equilibrio viable y equitativo entre medio ambiente y desarrollo.


El día del Ambiente y el sistema economicista


Nos ha tocado transitar nuestras vidas, o al menos gran parte de ellas, en una era en la que la sociedad humana se encuentra regida en su gran mayoría por un sistema economicista. Término que según el Diccionario de la Real Academia Española, significa el "criterio o doctrina que concede a los factores económicos primacía sobre los de cualquier otra índole".


Es decir, que en la toma de decisiones se priorizan los factores económicos por sobre los sociales, los ambientales e incluso por sobre la vida misma de las personas o cualquier otro ser vivo del planeta.


Las grandes multinacionales han sido extremadamente hábiles para maximizar sus beneficios económicos en el corto y mediano plazo. Sin embargo, se comportan de una forma casi idiota en cuanto a un período mayor de tiempo. Priorizando obtener mayores ganancias en el menor tiempo posible, están auto boicoteando sus beneficios a largo plazo.


Destruyen y degradan los ecosistemas de los cuales se nutren de materias primas al no utilizarlos de forma sustentable. Tal es el caso por ejemplo de la industria pesquera. Que ha reducido por sobreexplotación de tal forma las poblaciones de algunas especies, que ya se encuentran cercanas a la extinción.


Por supuesto, no es el único caso, también la industria maderera, la agricultura, la energética y tantas otras vienen teniendo este tipo de comportamiento que las llevará no sólo a la autodestrucción, sino está causando una rápida aceleración de las crisis ambiental, social, alimentaria, de biodiversidad y de muchos otros tipos que afecta a toda la humanidad.


En pocos días se celebrará nuevamente el Día mundial del medio ambiente y el PNUMA ha presentado un nuevo e interesante informe titulado Planeta muerto, planeta vivo, donde se presentan argumentos económicos a favor de la reparación del mundo natural que ha sido dañado y degradado.


Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la restauración de los ecosistemas dañados o perdidos —desde bosques y sistemas de agua dulce hasta manglares y humedales— , lejos de ser un impuesto al crecimiento y el desarrollo, pueden generar rendimientos sustanciales.


El informe se basa en miles de proyectos para restaurar los ecosistemas de todo el mundo y expone más de 30 iniciativas que están transformando la vida de comunidades y países.


Entre ellos cabe mencionar la restauración de los caudales de agua hacia los ríos y lagos, la mejora de la estabilidad y fertilidad de los suelos, que son fundamentales para la agricultura, y la lucha contra el cambio climático por medio del secuestro y almacenamiento del carbono de la atmósfera. En el informe subraya que el mantenimiento y la gestión de los ecosistemas intactos debe ser la prioridad fundamental. Sin embargo, dado que más del 60% de esos ecosistemas —desde las marismas y los arrecifes de coral a los bosques tropicales y los suelos— ya se encuentra degradado, es preciso que la restauración adquiera ahora el mismo nivel de prioridad. La reparación y rehabilitación de los ecosistemas también genera empleos en un mundo donde viven 1.300 millones de personas desempleadas o subempleadas, al tiempo que apoya los objetivos internacionales de reducir sustancialmente el ritmo de pérdida de la diversidad biológica, tema clave para 2010.


Es imperioso que la humanidad abandone este sistema economicista, pero es un cambio que llevará tiempo. Mientras tanto los dueños del mundo deberían darse cuenta que en la naturaleza pueden encontrar un socio, un aliado y dejar de tratar al planeta como a un esclavo que se encuentra a su servicio y al que se lo exprime hasta el límite de sus fuerzas, ya cuando este esclavo no pueda mas, seremos nosotros quienes sufriremos las peores consecuencias.


Tomado de Equipo de Redacción EcoPortal.net info@ecoportal.net




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