viernes, 30 de octubre de 2015

PERU: ¿PAIS DE COJUDOS?

El cojudo 
patrimonio nacional


PERUANOS NO SEAN TAN COJUDOS NO RE- ELIJAN A LOS CORRUPTOS



Poco más de treinta años atrás, Luis Felipe Angell, Sofocleto, escribió el tomo I de su Enciclopedia de la Conducta Humana a la que puso por título, Los cojudos. En efecto, como lo dicen sus irrisorias y picantes líneas, de estos personajes estaba infestado el Perú de entonces, el de siempre, hoy y hasta pareciera haber un sino que nos avitualla de esa clase de bobos cual patrimonio nacional que crece en los árboles.

Verbi gracia, los de esa secta pretenden en Defensa, más recursos para consultorías (léase, pago de onanismos intelectuales a desempleados amigotes) y los mismos que han destruido la moral de las FFAA desvirtuando los genuinos conceptos de la defensa nacional adoptan las huachafadas de seguridad cooperativa, núcleo básico eficaz, etc., están, por asentimiento del resto del país, ¡en el único sitio en que no debían estar porque son quintacolumnas y trabajan contra el Perú!

Angell escribió con humor ácido pero bastante próximo a la crudeza real de lo que significa la presencia de esos ejemplares en la cosa pública. Leamos pues sus palabras y no nos llamemos a “escándalo” hipócrita por lo que dice el escritor. (Herbert Mujica Rojas)

“Nadie se atrevería a sostener, por ejemplo, que la palabra “cojudo” es de origen griego o que en algún remoto idioma quiere decir “crepúsculo”. No. Cojudo quiere decir cojudo, a secas. Y, si bien para algún campesino español este vocablo sólo se refiere a un “animal no castrado”, en el Perú, por razones que algún día quedarán al descubierto, casi diríamos que pertenece al patrimonio nacional. Porque entre nosotros la palabra “cojudo” se ha sublimado hasta alcanzar niveles sensoriales y características de ser vivo. Aquí en el Perú la cojudez se respira, se huele, tiene color y temperatura, dimensión, forma y hasta sabor, diría. Se lanza un “¡cojudo!” al aire y es como si el idioma pusiera un huevo o pariera un “algo” capaz de hablar, moverse, crecer y multiplicarse en miles y miles de otros “cojudos” poliformos. Más allá del idioma, la cojudez nos penetró en la sangre y, a través de ella, nos invadió el cerebro. Se nos hizo indispensable para vivir, comunicarnos y resumir en sus tres sílabas todo el contexto espiritual, social, intelectual y material de nuestro pueblo. Poco a poco nos fuimos impregnando de cojudez en todas sus posibilidades y variantes. Hicimos de ella un verbo, un adjetivo, un sustantivo, un título, una marca de fábrica y una gallarda frontera que separaba a los demás cojudos de nosotros. Sin darnos cuenta fuimos elevando la cojudez al grado místico de abracadabra, de las varitas mágicas, del curalotodo y de la penicilina verbal. Pronto el cojudeo surgió como una de las profesiones liberales y como base inamovible de nuestro ordenamiento sociológico. De la noche a la mañana comenzamos a fabricar cojudos en serie, exportando a los más completos (muchos de ellos a través del Servicio Diplomático) para infiltrar la cojudez en los países vecinos, como hizo Inglaterra con China cuando introdujo el opio para desmoralizarla. El clima, el aire, el mar de nuestras costas, los microbios, el agua, el cielo e, inclusive, los rayos de la Luna al cruzar por la atmósfera, todo se volvió cojudo en el Perú, hasta que un día, de la manera más cojuda, comprendimos que no teníamos alternativa ni salida.

¿Navegaríamos en la historia como una flotilla de cojudos a la vela? No. Pero suicidarse era tan cojudo como seguir viviendo y sólo nos quedaba la resignación, que es otra reverenda cojudez. También nos quedaba el consuelo de acostumbrarnos a la idea de enfrentarnos a ella, de aceptar la realidad y de cojudearnos los unos a los otros proclamando ante la humanidad que éramos diferentes y originales.... Para esto era indispensable limpiar a la cojudez de toda implicancia escatológica y elevar su condición folclórica a la categoría de ciencia o filosofía social. Era necesario clasificar, definir, organizar, remontarse hasta los orígenes etimológicos de “lo cojudo” químicamente puro y legar ese estudio a las futuras generaciones, para que nuestros nietos se fueran acostumbrando a la idea de ser unos solemnes cojudos por los siglos de los siglos, amén. Esta es, modestamente, la tarea asumida en el presente libro, que aspira a convertirse en un volumen esencial para cualquier estudio contemporáneo o futuro de la sociedad peruana. Esperemos que así sea.

De lo contrario, el autor habrá perdido su tiempo como un pobre y triste cojudo”. Los cojudos, Lima 1976, pp. 13-14-15

Fuente:


sábado, 17 de octubre de 2015

PROFESOR JUVENAL ALEJANDRO YABAR ALVA

NUESTRO HOMENJAE
AL PROFESOR 
JUVENAL ALEJANDRO YABAR ALVA
Por las huellas de los buenos profesores del Perú

A un año de su partida

Característica del Prof. Alejandro Yabar
Impulsar semilleros del saber y deportistas
 
Pro.f Alejandro Yabar con el Conjunto Musical "Mensajeros de Pacllón"
en Lima.- Radio "EL Sol" conducido por Pizarro Cerrón

Pacllón, después del terremoto del 1970

Pacllón, en la actualidad





Florencio Bernabé Gonzales
Dedico mis palabras
a los sabios profesores,
con devoción y conciencia
nos educaron con valores.

Estimularon nuestras ideas,
hombres sabios instruidos.
con sus pasos dejan huella,
caballeros distinguidos.

Con fuertes lazos de sueños
nos dejaron sus enseñanzas,
¡y nunca los olvidamos
a pesar del tiempo y las distancias!

El eminente profesor
Juvenal Alejandro Yábar Alva a su paso por Pacllón,
y  pueblos de la Cordillera Huayhuash
sembró en buena tierra,

Hoy sus frutos irradian
huellas de sabiduría
a las nuevas generaciones
sedientas de saber.


VER PUBLICACIONES:

UN BUEN MAESTRO CAMBIA TU VIDA - PARTE I




UN BUEN MAESTRO CAMBIA TU VIDA - PARTE II




jueves, 8 de octubre de 2015

DESMINTIENDO EL MILAGRO PERUANO


FMI Y BM ORGANIZACIONES MAS POLÍTICAS QUE ECONOMICAS
Con la careta técnica garantizan la hegemonia de los dueños del mundo
 Del 5 al 12 de octubre, se realizará la Reunión Anual del Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en Lima. Sus organizadores y el Gobierno pretenden aprovechar la ocasión para mostrar los supuestos resultados del “milagro peruano”.
La presidenta del FMI, Christine Lagarde, señaló –hace unos meses– que gracias a nuestras materias primas podemos desarrollarnos en pocos años al nivel de Australia y Canadá. ¿No sabe acaso que hoy las tendencias en el mundo son hacia la depreciación de los precios de los minerales? El Perú, a pesar de haber tenido un auge económico, tiene el salario más bajo de la región (75% de trabajadores sin estabilidad laboral) y el menor presupuesto en educación (3.5% del PBI).
¿De qué milagro peruano pueden hablar?, si nuestro país posee una política de privatización de la educación y salud; estándares ambientales que serían rechazados en otras partes del mundo por sus grandes debilidades; un clima de inseguridad ciudadana generada por las grandes brechas sociales y la participación de bandas criminales, algunas de ellas infiltradas en el Estado.
Lo que se ha vivido en América Latina los últimos años representó un cierto cambio de la política hegemónica neoliberal, del consenso de Washington de los 90. Aprovechando la nueva crisis económica que está afectando a los países emergentes, el BM y el FMI intentarán aplicar sus viejas políticas que ocasionaron funestas consecuencias.

El pueblo peruano no se deja engañar. Diversas organizaciones, articuladas en la Plataforma Alternativa frente al BM y el FMI, están desarrollando la campaña de esclarecimiento “#DesmintiendoElMilagroPeruano” con la participación de líderes sociales y destacados intelectuales. Los días 7, 8 y 9 de octubre se desarrollará, en el Hotel Bolívar, un evento 
Alternativo a las reuniones del BM y el FMI. Participemos activamente. Los últimos casos de conflictos sociales en Apurímac y en Pasco, son un ejemplo claro del fracaso de las políticas neoliberales como el uso irracional de nuestros recursos naturales sin tomar en cuenta la voluntad de los pueblos.

¿Para qué sirve el FMI y el Banco Mundial?


Ahora que estos dos mamuts de las finanzas globales van a tener su reunión anual en Lima es pertinente saber cuál es su rol en un mundo en crisis y en franca disputa geopolítica. Precisamente responder a la pregunta del título implica ubicarse en diversos planos. Uno bien podría decir que el Fondo Monetario Internacional (FMI) no ha servido para nada si considera la misión para la que fue creado: prevenir que el mundo sufra crisis económicas como la de 1929-1930 conocida como “La Gran Depresión”.

En efecto, el FMI que se fundó junto al Banco Mundial en 1944 (Bretton Woods, Estados Unidos),pero empezó a operar desde 1945, ya tiene 70 años encima y no ha predicho, ni mucho menos evitado crisis tan graves y nocivas para la economía mundial como la asiática (1997) – que hizo que el Perú entre en recesión durante cuatro años (1998-2001) –, la rusa (1999), la argentina (2001), y la peor de todas, peor incluso que la gran depresión, la crisis global que actualmente vive el mundo y que comenzó en Estados Unidos, se extendió a Europa y hoy alcanza a América Latina y a todo el sur global con la caída de los precios de las materias primas y la salida de capitales. El FMI no vio o no quiso ver el tsunami financiero y fiscal que nos azota y encima tiene la raza de pontificar.

Entonces, ¿de qué se ha encargado el FMI? Bueno, basta ver el comportamiento del fondo con el gobierno griego para pintar lo que ha sido su rol durante los últimos 40 años: imponer ajustes, austeridad, reducir derechos, beneficios sociales y cumplir a raja tabla el pago de la deuda, por más ilegítima, odiosa o corrupta que sea. Lo vimos en América Latina y en especial en el Perú durante los noventa.

La eliminación de la protección social ha sido el costo de tener una macroeconomía saludable, que en el caso peruano se traduce en que banqueros y mineros se la han llevado con pala mientras que todos los demás hemos tenido salarios y pensiones de hambre. Ah claro, en tiempos de boom económico nos han dado plata pero vía crédito para bancar una orgía de consumo que ya llegó a su fin por cierto.

Tal como dijo el profesor Celso Furtado, citado muchas veces por Oscar Ugarteche, el FMI es en realidad el brazo extendido del Tesoro Norteamericano. Para eso sirve, lo cual se expresa en cosas tan claras como que con las reservas de todos los países de América Latina durante el periodo de auge (2005-12) depositadas en su mayoría como bonos estadounidenses se ha financiado el sobreconsumo del norte. También se ve en la guerra de monedas donde Grecia es la punta de lanza para pegarle al Euro en favor del Dólar.

El Banco Mundial sirve básicamente para lo mismo, porque con el cuento de superar la pobreza, ha convertido en negocio casi todo: la salud, la educación, la obra pública, etc. Su informe Haciendo Negocios busca orientar la inversión poniendo el mejor puntaje a los países que más abren su economía en perjuicio de su industria, que más flexibilizan los derechos laborales y desregulan el mercado de trabajo.

Además no nos olvidemos que en el Perú son copropietarios -vía la IFC- junto a la Newmont y Roque Benavides de Yanacocha, quien sabe la minera con las peores prácticas sociales y tributarias que existen. Y en los noventa fueron parte del Peru Privatization Fund, una empresa off shore protagonista de un caso de deuda corrupta denunciado por el Congreso tras la caída de Fujimori.

En suma, el FMI y el Banco Mundial son organizaciones más políticas que económicas. Con la careta técnica garantizan la hegemonía de los dueños del mundo.

octubre 4, 2015

FUENTE:
Por Diario UNO el octubre 6, 2015

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