RECUPEREMOS EL NOMBRE DEL DEPARTAMENTO DE HUAYLAS
Mal denominado
Ancash, producto de la guerra de Chile y Gamarra contra la Confederación
Peruano – Boliviana
Nombre original: Departamento de Huaylas (1821 – 1839)
Cambiado como: Departamento de Ancash (1839 – actualidad)
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Carátula del libro de Hermógenes Villanueva Torrealva |
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Carátula del folleto del Grupo Huaylas |
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El autor del libro al autor de la presente nota |
Florencio Bernabé Gonzales
I. INTRODUCCION
Durante
la exitosa Jornada Cultural: Escritores Ancashinos en el Bicentenario de la
Patria, “César Ángeles Caballero", organizado por la Asociación de
Escritores Ancashinos (AEA), Universidad
Nacional del Santa (UNS) y el Proyecto Chimbote Lee, llevado a cabo en Nuevo
Chimbote el 1, 2, y 3 de diciembre del 2022. Con más de 50 ponencias,
presentación de 20 libros y actividades artísticas; donde tomamos parte con la
ponencia: “La Educación variable importante para desarrollo del país”, junto
a prestigiosos intelectuales ancashinos,
Los libros más resaltantes en este
evento cultural que se exhibieron: “Te esperaré mil noches” de Juan Carlos
Asmat Zavaleta; “Sumay” de Elizabeth M. Rodriguez Acevedo; “El Cañan Machazo”
de Máximo Desposorio; “El Amor en las Penumbras” de Yoel Jara Santiago; “Estudios
sobre los Quipus Funerarios de Cuspón” de Filomeno Zubieta Nuñez; “Pachamamita
y Mayu me dieron la vida” y “Quechua para un dialogo intercultural” de Margot
Camones Maguiña, entre otros.
El que nos llamó la atención
sobremanera “Traición y Fraude al Perú y
Huaylas”, del investigador liberteño Hermógenes
Villanueva Torrealva, e impulsado
por el Grupo Huaylas creado con el objetivo de: “Recuperemos el nombre del departamento de Huaylas”, para dicho propósito se encuentra constituido
la Comisión Central, presidido por el Dr. Julio Rolando Villanueva Sotomayor.
En estas líneas intentamos resumir
algunos puntos centrales tratados en el mencionado libro, con la única intención
de sumarnos a esta noble causa para recuperar el verdadero nombre del
departamento de Huaylas.
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Participación del autor de la nota en Chimbote |
II. EN
RETROSPECTIVA
La historia de los pueblos siempre
fue contada y escrita por los vencedores, el Perú no es la excepción; desde la
época preinca, inca, colonia y republicana, investigada mayormente por
extranjeros y algunos peruanos; de la colonia, ni hablar, por historiadores
usando diversas fuentes en mayor proporción ibéricas, la republicana, por
historiadores peruanos formados con el pensamiento filosófico del positivismo, sin
aplicar el método dialectico, desde el enfoque burgués, cuyos hijos tenían el
privilegio de intelectuales por aquellos tiempos, desde los primeros claustros
universitarios, regentados por congregaciones católicas desde la colonia, de
donde egresaron ilustres algunos y otros acérrimos defensores de su estirpe
burgués, convertidos en criollos. El enfoque positivista asume
que es posible establecer las causas de los hechos. En la concepción dialéctica del conocimiento se
parte de que los fenómenos tienen múltiples factores asociados y no unas pocas
causas, por esta razón, no interesa enfocar el estudio en la óptica causa
efecto.
Desde los albores de la vida
republicana peruana hasta la actualidad, la historia patria está plagada de
acontecimientos contradictorios, donde sobre salían por entonces las pugnas
militares por diferentes intereses de grupo, continua en la actualidad por
modernizados grupos de poder económico transformados en monopolios y
oligopolios “los dueños del Perú”,
denominado por algunos autores - como refiere Melciades Ruiz “En nombre de la “democracia” se oprime al pueblo. En nombre
de la “libre competencia” se hace trampa. Los enemigos del pueblo eligen al
Defensor del Pueblo. Nos encoleriza ver en la tv al ladrón callejero, al mismo tiempo
que callamos, lo que nos roban diariamente, los oligopólicos. Y así, hay
muchísimas ironías que agobian a nuestro país, sin que tengamos consciencia
nacional de ellas”,
dentro del marco del liberalismo económico.
Es el caso que tratamos en estas líneas,
basado en la investigación hecha por Hermógenes Villanueva Torrealva, en su
libro “Traición y Fraude al Perú y
Huaylas”, expone detalles de dicha traición, perpetrado por militares
encabezado por Agustín Gamarra, la Asamblea Constituyente de 1839 en Huancayo, del
mismo se desprende las siguientes interrogantes que el autor explica
detalladamente: ¿Cómo? y ¿Por qué se
denomina Ancash, al anterior departamento de Huaylas?
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Hermógenes Villanueva Torrealva, autor del libro |
III.
CONFEDERACION
PERÚ - BOLIVIANA
Según el autor del libro, “en los primeros lustros de la Republica,
1839, dieciocho años después de la proclamación de la independencia del Perú
por el general José de San Martin, el 28 de julio de 1821, y que luego con la
intervención del general Simón Bolívar se consolida en la batalla de Ayacucho
el 9 de diciembre de 1824, poniéndose fin a la dominación del sistema colonial
de España”.
Además, es pertinente precisar que en
esta lucha por la independencia el que participó activamente, e incluso ofrendo
la vida de sus hijos en los campos de batalla, fue el pueblo integrado por
criollos, mestizos, indígenas, mal llamados indios y negros, quienes también
pelearon con bravura para sostener la guerra.
Recuerda el autor, que “la clase señorial,
la oligarquía terrateniente, en alianza con los militares que participaron en
la guerra de la independencia, asumieron la formación y conducción del naciente
Estado. Pero, la ambición del poder político daría origen a una etapa de
anarquía militar, sin norte que, incluso, llevo a sus principales actores a
celebrar alianzas con los enemigos del Perú, frustrando también la posible
unidad con Bolivia, país con el que tenemos similares raíces étnicas e
históricas, más que con las otras nacientes republicas sudamericanas”.
El autor, bien documentado, hace un
pormenorizado relato de las acciones e intrigas para conseguir el poder por
algunos caudillos militares de aquellos tiempos.
Refiere el autor, “luego del retiro
de Bolívar, es convocado Andrés de Santa Cruz y recibe el encargo de presidente
provisorio de la Junta de Gobierno del Perú y convoca a un Congreso
Constituyente para la elección del Presidente de la Republica, que se instala
el 4 de junio de 1827, y allí es nombrado presidente el mariscal José de La
Mar, durante cuyo mandato se daría la Constitución de 1828, asimismo tuvo que
afrontar la declaratoria de la guerra de Bolívar que trató de anexar territorio
del norte peruano a Colombia”.
Durante ese conflicto Agustín Gamarra
gesta una revuelta interna contra La Mar para tomar el poder. Cayo Córdova, al
respecto, ha escrito que “Un acto de esa naturaleza en pleno conflicto
internacional no podría calificarse sino como traición a la patria”.
Gamarra ejerce el poder como
presidente provisorio y es recién a partir del 19 de diciembre de 1829 que es
ungido presidente constitucional. El autor sobre Gamarra enfatiza, con razón,
que es un “Militar de conocida trayectoria camorrista y golpista…”
A Gamarra le sucede Luis José
Orbegoso y Moncada, elegido por la Convención Nacional y que debería conformar
la Constitución de 1828; pero el 4 de enero de 1834 el general Pedro Bermúdez
luego de desalojar y disolver la Convención se proclamó como Jefe Supremo
Provisional, era el candidato que había propuesto Gamarra para sucederle antes
que Orbegoso, y el pretexto fue que este y sus seguidores pretendían entregar
el Perú a Bolivia.
Orbegoso que se atrinchero en la
Fortaleza Real Felipe, es sitiado por Bermúdez con la tropa de la guarnición de
Lima y el general Vivanco, Prefecto de Lima, aprovechando la ausencia
momentánea de Bermúdez se autonombra Jefe Supremo del Perú.
VI. PERÚ CON 4 PRESIDENTES EN
CINCO DIAS
Según el autor, “Era tal la anarquía
provocado por los militares que en menos de cinco días el Perú contaba con
cuatro presidentes: Orbegoso elegido por la Asamblea Nacional, Bermúdez
testaferro de Gamarra y de su esposa, Vivanco autonombrado y tras la sombra del
títere Gamarra y Salaverry, con el mismo objetivo se encontraba sublevado en el
Norte”.
En esta situación Orbegoso,
disminuido en el poder y enterado de las intrigas de Gamarra en Bolivia, decide
enviar emisarios solicitando apoyo a Santa Cruz, presidente de Bolivia, para intervenir
en el Perú y restaurar el orden alterado por las luchas de facciones militares,
para lo que se firma el Tratado Base de la Confederación Perú – Bolivia, para
intervenir en el Perú y restaurar el orden alterado por las luchas de facciones
militares, para lo que se firma el Tratado Base de la Confederación Perú –
Boliviana, asumiendo el general Santa Cruz la jefatura del Ejército
Confederado. De esta forma, de acuerdo con Orbegoso, el 15 de junio de 1835
Santa Cruz decide intervenir en apoyo a la restauración del orden en el Perú,
para dar paso a conformación de un Estado que reuniera a Perú y Bolivia.
Ante la ausencia de Orbegoso en Lima,
Felipe Santiago Salaverry aprovecho la ocasión para desde la Fortaleza Real
Felipe, el 22 de febrero de 1835 proclamarse Jefe Supremo del Perú.
Salaverry, que nunca estuvo de
acuerdo con la alianza de Perú y Bolivia, menos con la presencia de Andrés de
Santa Cruz, por lo mismo, se enfrenta a él y su ejército en Uchumayo, Arequipa,
logrando la victoria; pero en Socabaya es derrotado y luego fusilado en la
plaza principal de Arequipa.
Santa Cruz, se dedica a llevar
adelante la Confederación Perú – Bolivia y por decreto del 28 de octubre de
1836 establece el marco jurídico de la confederación de tres estados que debían
nombrar tres ministros cada uno y reunirse en un congreso general a realizarse
en Tacna.
Esta nueva situación política, a raíz
de la conformación de un Estado integrado por Perú y Bolivia, motiva a Chile la
declaratoria de guerra a la Confederación.
Los entretelones de esta declaratoria
de guerra por los chilenos los describe minuciosamente el autor y más aun de la
participación de reconocidos peruanos en apoyo a la política expansionista de
Chile, que miraba con mucho celo al Perú.
La primera victoria en esta guerra,
sin que se dispare un tiro, fue del ejército confederado en las alturas de
Paucarpata, Arequipa, lugar donde las tropas de Santa Cruz cercan al ejército
chileno comandado por el general Manuel Blanco Encalada, quien se ve obligado a
firmar el Tratado de Paucarpata, el 17 de setiembre de 1837, para salvar la
integridad de su tropa. Pero antes de esta batalla los chilenos habían tomado
Arequipa, allí se proclamó Jefe Supremo José Antonio Gutiérrez de Fuente.
A consecuencia del Tratado de
Paucarpata, las tropas chilenas y los peruanos que acompañaron la expedición,
retornaron a Chile; pero el gobierno
chileno desestimo la firma de paz de Paucarpata, reorganizo su ejército y
preparo una segunda expedición contra la confederación. Esta vez, Agustín
Gamarra vendría al mando de los peruanos que en calidad de “auxiliares”
acompañaban al ejército chileno.
V. EXPEDICION
MILITAR DE CHILE: MERCENARIOS
Los pormenores de la preparación de
esta segunda expedición militar de Chile y su resultado lo describe claramente
Hermógenes Villanueva y muy bien documentado, de este modo queda claro; por
consolidar políticamente su país y evitar la confederación de dos pueblos
hermanos Perú y Bolivia, unidos por diversos aspectos, humano, territorial,
cultural e historia, que hubieran formado un Estado fuerte y, lo más
importante, Chile no habría provocado la guerra de 1879 como lo señala el
autor.
Es más. Esta segunda expedición, con
la victoria chilena en las batallas de Yungay, el 20 de enero de 1839, alienta
el servilismo del presidente Gamarra a los mandos político y militares
chilenos, “y en su homenaje quien cambia
el nombre del departamento de Huaylas a departamento de Ancash, para perennizar
el triunfo de Chile”, no obstante que en esa batalla los militares chilenos
“repasan” a los soldados peruanos, es decir ultiman a los heridos para robar
sus pertenencias. Lo mismo sucedería 42 años después en la guerra de 1879.
Pero, aquí no quedan estas cosas,
sino que Agustín Gamarra, convertido en dictador, convoca a un Congreso
Constituyente que se llevó a cabo en Huancayo, cuya apertura fue el 28 de julio
de 1839. Este Congreso manipulado por Gamarra, le servirá para condecorar a
nombre de la Nación y agradecer a los oficiales y tropa Chilena que “liberaron”
al Perú de la Confederación Perú-Boliviana dirigida por Andrés de Santa Cruz.
El Congreso de Huancayo sirvió para
los fines de Gamarra, pues los cincuenta y nueve diputados miembros de dicho
Congreso, mediante decreto de fecha 15 de agosto de 1839 encargan el poder
ejecutivo, como Presidente de la Republica, al mariscal Agustín Gamarra, siendo
juramentado por el Presidente del Congreso quien además le entrega la insignia
del mando supremo.
Este Congreso, cuyos debates duraron
solo veinte días, sirvió para discutir y aprobar la Constitución de 1839, que
resulto siendo plagiada de la Constitución de Chile del año 1833. El autor,
hace una detallada comparación de estas dos constituciones y comprueba el
remedo.
En relación al departamento de
Huaylas, primero explica que la palabra Huaylas es de origen quechua y deviene
de waylla que significa llanura verdor, y señala que fue José de San Martin, de
acuerdo al Reglamento dado en el cuartel general de Huaura el 12 de febrero de
1821, el creador del departamento de Huaylas, al que pasan pertenecer los
partidos Huaylas, Cajatambo, Conchucos, Huamalies y Huánuco.
Sin embargo, el Congreso
Constituyente de 1823, mediante Decreto de fecha de 4 de noviembre del mismo
año, integra a los departamentos de Huaylas y Tarma bajo la denominación de Huánuco,
con su capital del mismo nombre.
Doce años después, el 12 de junio de
1835, por decreto de Luis Felipe Santiago Salaverry, autoproclamado Jefe
Supremo del Perú, se restituye el departamento de Huaylas con las provincias de
Cajatambo, Huaylas, Conchucos y Santa, quedando como capital Huaraz.
El 13 de setiembre de 1825 el Consejo
de Gobierno, presidido por Hipólito Unanue, decreta que el departamento de Huánuco
pase a denominarse Junín, y sigue siendo como capital Huánuco.
Andrés de Santa Cruz, en 1836, hará
un reordenamiento territorial del Perú y al departamento de Huaylas
pertenecerán las provincias de Huaylas, Conchucos Alto, Conchucos Bajo y Santa,
quedando como capital la ciudad de Huaraz.
VI. BATALLA
DE YUNGAY Y LA TRAICION
Luego de la batalla de Yungay, Agustín
Gamarra, mediante Decreto de fecha 28 de febrero de 1839, cambia el nombre del
departamento de Huaylas que pasa a llamarse Ancash, y la Villa de Yungay tendrá
el nombre de Villa de Ancash, que por fortuna nunca la aceptaron los habitantes
de Yungay.
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Fragmento de la II estrofa del himno chileno en Yungay |
Aquí vale citar el siguiente párrafo
del autor: “A lo largo de la investigación realizada, queda demostrado que en
la batalla de Yungay, el Perú no obtuvo victoria alguna. Lo que conseguimos fue
ser humillado por el ejército chileno con la complicidad de un grupo de
caudillos militares peruanos segados por la ambición de poder y comportamiento
racista contra el general boliviano Santa Cruz, de origen aimara. Al final de
esta funesta aventura, el Perú termina pagando a Chile por la intervención de
su ejército mercenario saqueador, a la vez que le sirve para consolidar la doctrina
expansionista de Diego Portales, a quien hasta hoy Chile venera como su gran
estratega. En este marco político se dio el cambio de nombre del departamento
de Huaylas por el de Ancash que lamentablemente, perdura todavía”.
El historiador Rubén Vargas Ugarte también
se pronuncia al respecto de los peruanos emigrados en Chile y que Duran Flores
lo cita: “Nada había que atenuara el crimen de los emigrados: a fin de
conseguir su propósito no se unían solamente con los enemigos que el protector tenía
en el Perú y Bolivia sino que acudieron a Chile a mendigar el apoyo de ese
país, aprovechando el odio acérrimo de Portales con el Perú” (200: 135).
El autor es más enfático cuando dice:
“Con el triunfo de Yungay, los chilenos no solo consiguieron su segunda
independencia, sino que esta victoria les cambio la vida para siempre…. Por su
puesto que nada habrían logrado sino hubieran contado con la colaboración de
los emigrados peruanos en Santiago, entre ellos los militares Ramón Castilla,
Antonio Gutiérrez de la Fuente, Mariano Ignacio Vivanco y el escritor Felipe
Pardo Aliaga”.
Hermógenes Villanueva, ha logrado un
buen trabajo, primero buscando y averiguando sobre las fuentes documentales existentes
respecto al tema y seguramente no lo agoto por algunas razones; pero lo
obtenido le permitió conocer y entender mejor el tema abordado; pero también,
en lo posible, se constituyó en los lugares de los hechos más trascendentes.
Para no perder el hilo conductor de
su tema el autor se preocupa apoyado por las fuentes escritas, por restablecer
las causas y resultados nada positivos para el Perú de la guerra de la Confederación
Perú-Boliviana con Chile. Indudablemente, en una guerra hay vencedores y vencidos,
pero en el caso de la batalla de Yungay, la situación fue, además, humillante y
lesivo a la dignidad nacional por la intervención de un ejército mercenario que
violó las leyes de la guerra: respetar la vida de heridos y prisioneros.
Asimismo, es justo ponderar que
seguramente el autor es quien más ha profundizado sobre este momento histórico,
con muy acertada documentación, que siempre ha sido mencionado sucesivamente y
que no alentó mayor investigación para analizar sus consecuencias.
El autor, con la que coincidimos,
plantea la restitución del nombre Huaylas, en vez de Ancash, a nuestro
departamento.
En conclusión esta obra debe ser
difundida, ampliada y estudiada en todas las escuelas y colegios y centros
superiores del país, para que no se repita hechos como las narradas por el
autor.
VII. RECUPEREMOS
EL NOMBRE DEL DEPARTAMENTO DE HUAYLAS
Para cuyo objetivo se ha formado el Grupo
Huaylas (20/05/22), conformado por renombrados intelectuales, autoridades,
dirigentes y ciudadanos con enfoques multidisciplinarios. El mencionado grupo
es presidido por el Dr. Julio Rolando Villanueva Sotomayor; Vicepresidente
Eduardo John Milla Flores; Secretario de actas Alcides Uriel Gonzales Flores;
Tesorera Roxana Guadalupe Cano Yanac; Vocal Alcides Agustín López Milla;
Asesores: Félix Claudio Julca Guerrero, Mario Cirilo Villafuerte Vicencio; a su
vez, diversos personajes integrantes de sub comisiones.
“El
propósito fundamental del Grupo Huaylas es poner los puntos sobre las ies sobre
el departamento más rico del país sobre el departamento más rico del país, el
nuestro, empezando por RECUPERAR el nombre de HUAYLAS”, expresa su presentación.
“¿Sabían qué en 1839, en el río Ancash deshonraron al Perú?
Recuperar el honor patrio en el Bicentenario, es propuesta del libro: Traición
y fraude al Perú y Huaylas” así reflexiona el autor en su publicación https://www.facebook.com/librodelperuyhuaylas/ con ocasión de la presentación del libro en Lima, el 11 de
noviembre 2022, en la Casa del Maestro, Av. 9 de Diciembre 215 (Ex paseo Colón).
Toponimia: lenguas remotas,
quechua, antes aimara, puquina….
Huaylas: cerro cañamun,
huaylas (antes de los incas)
Waylas = Huaylas
Ancash, anqas...sh,= azul
Pueblo Ancash, (Mazac)
Promulgado por San Martin
12/02/1821: Departamento de Huaylas
Cambiado por Gamarra
20/01/1839 : Departamento de
Ancash
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Borraron las letras del himno chileno |
VIII. CONCLUSION
Ø
La
historia nacional está en proceso de ser mejor conocida y entendida, porque
hace falta mayores estudios de los monumentos y documentos con los que trabajan
en sus investigaciones el arqueólogo y el historiador para reconstruir y
comunicar los hechos que han ocurrido durante más de doce mil años. Por lo
mismo, muchos autores coinciden que nuestra historia necesita de una revisión
general y enriquecerla con mayores investigaciones.
Ø
Desde
esa perspectiva, ¿Cuánto conocemos del proceso histórico de nuestra región
Ancash, antes denominada Huaylas, y de sus provincias?
Ø
El
autor Hermógenes Villanueva Torrealva, emprendió la investigación sobre la Confederación
Perú – Boliviana, porque cuando estuvo en Valparaíso, Chile, observo que un bus
de servicio público indicaba que en su habitual ruta pasaba por la avenida
Yungay. Hecho que le llamo su atención para averiguar en el lugar, Valparaíso,
¿Por qué el nombre de Yungay?, no obtuvo respuesta; los chilenos ignoraban el
significado “Yungay” Esto motivo su
investigación que fue transformado en el presente libro.
Ø
Así
escribió sobre las causas y resultados de la batalla de Yungay, cuyo escenario
fue el cerro Pan y Azúcar y la quebrada de Ancash, en la que se enfrentaron el ejército
Restaurador con el de la Confederación Perú – Boliviana, que termino con el
triunfo del primero, y que luego sirvió para sustentar el cambio de nombre del
departamento de Huaylas por el de Ancash. Esta batalla, en la que se
enfrentaron peruanos contra peruanos, favoreció a los intereses chilenos, pues
el ejército Restaurador, fue comandado por Manuel Bulnes Prieto, general en
jefe de las fuerzas chilenas de ocupación.
Ø
Por
ello, felicitamos al autor por el valiente esfuerzo realizado de cuyo fruto, hacer realidad de este libro con el título de “TRAICION Y FRAUDE AL PERU Y HUAYLAS”,
dividido en siete capítulos. ¡Vale la pena ser leído por todos los peruanos!
Perú. Acorralados por
oligopolios.- By Resumen Latinoamericano on 29
junio, 2022
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Departiendo en Chimbote, el autor de la nota con el autor del libro (2do de la izquierda) junto al Dr. Filomeno Zubieta, el Dr. Julio Villanueva Sotomayor y otros. |
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Mapa de Huaylas, mal denominado Ancash |