martes, 24 de noviembre de 2015

COMO SINGAPUR RESOLVIÓ EL PROBLEMA DE LA DELINCUENCIA

PROPUESTAS  ANTE ALTOS INDICES DE DELINCUENCIA Y CORRUPCIÓN

Singapur a la fecha
Caso  peruano

CASO SINGAPUR

¿Cómo podemos enfrentar una delincuencia que se le ha escapado de la mano al Estado? Bueno, es sencillo, tan solo deberíamos buscar como otros países enfrentaron este problema y tomar sus modelos para implantarlos. Y hablando de modelos, uno de los más llamativos es el ejecutado en Singapur[1].

Según datos, antes del 1960 Singapur era una de los países más violentos del mundo. Ocupaba uno de los lugares con el más alto índices de criminalidad, debido a su cercanía con Malasia y China, siendo uno de los lugares de mayor tráfico de drogas, lo cual era el pan de todos los días. Había impunidad y malos manejos del gobierno. Las mujeres no podían salir de su casa por miedo a ser abusadas sexualmente y después asesinadas. Era una ciudad sin orden y con un gran índice de tráfico de influencias, eso sin contar que era denominada una de las ciudades más sucias de Asia, y con un tremendo desorden vial.

En la década del 2,000 el terrorismo, apareció y los homicidios eran uno de los mayores problemas de inseguridad que tenía esa sociedad. Pero al llegar al poder en el año 2004, Lee Hsien Loong, hijo mayor de Lee Kuan Yew, se produjeron grandes cambios que se pueden catalogar represivos y radicales, pues ataco fuertemente las drogas, la corrupción y las violaciones de la mujeres, lo que produjo una reducción fantástica de la inseguridad, siendo actualmente uno de los países más seguro del Asia.

Hace 12 años en las cárceles había más de 500.000 presos, pero seis meses después, sólo quedaban 50. Se adoptó la pena de muerte y el trabajo forzado para los criminales confesos, narcotraficantes y violadores probados siendo los más repetitivos condenados a muerte. Pero el gobierno fue más lejos todavía, se decretó que toda figura pública corrupta (políticos, policías, militares, etc.) fueran condenado a muerte (eso sí, siempre y cuando se cuenten con pruebas sólidas que los involucre).

El sistema es parlamentario, pero con la depuración de la policía, sistema judicial y político, más una nueva legislación, le permiten al país gozar de una estabilidad, en donde el contrabando y la posesión de drogas puede originar cadena perpetua o pena de muerte. Actualmente es uno de los países con un nivel económico más grande que el de España.

Cuenta con los mejores centros educativos del Asia, y sus estudiantes por regla general hablan tres idiomas. Su Universidad Nacional ocupa el lugar número 30 entre las mejores universidades del mundo, según el suplemento de educación superior del Times de Londres. Comparativamente, la mejor Universidad de América Latina en ese ranking es la Universidad Nacional Autónoma de México, que ocupa el lugar 150 [2]. Esta nación cuenta con una fuerza laboral de las más calificadas, y muchas empresas extranjeras operan desde ahí por su seguridad y productividad.

Para los ojos del forastero, y de algunos organismos de Derechos Humanos, el modelo que fue implantado es realmente restrictivo, y con tonos autoritarios en lo jurídico, pero estas medidas han logrado su objetivo, forzar un cambio de postura en la conducta del ciudadano, y crear valores entre la población que le den seguridad a sus habitantes. Goza internacionalmente de uno de los índices más bajos en criminalidad y violencia entre los países asiáticos y del mundo.
 
Respecto a los delitos de abuso sexual y delitos menores, se permite publicar el nombre de los violadores, e incluso, televisar los juicios. Es común encontrar en las calles y parques de la ciudad, desde hace tres años, a - basureros vestidos con uniformes atípicos, que sólo llevan los delincuentes-, y que han sido condenados a limpiar la vía pública por delitos menores. Los diarios progubernamentales suelen además publicar el nombre y la fotografía de los acosadores sexuales condenados, junto con dibujos de sus fechorías. En otras palabras, los que delinquen saben lo que les espera, y estas acciones, impopulares para los derechos humanos, han servido para frenar la delincuencia en una de las zonas más conflictiva del mundo, en donde las drogas circulaban de forma abierta, pero hoy es una nación segura.

Es cierto que Singapur ha sido censurada por Amnistía Internacional, la cual reprocha sus métodos de justicia empleado en este país para ejecutar a los delincuentes, el cual es es la horca, y que las ejecuciones se llevan a cabo en la prisión de Changi, los viernes al amanecer. Sin embargo, a los familiares de los condenados se les permite recoger el cadáver del ejecutado varias horas después del ahorcamiento, una vez emitido el correspondiente certificado de defunción [3]. Actualmente Singapur es uno de los países más educado, prósperos y seguro del mundo, con la renta por capital de la más alta en Asia y en escala mundial, que otros muchos países.
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[1] – Singapur es la capital de la República de Singapur, constituida por un grupo de 61 islas, en el cual la capital ocupa la mayor de ellas, en el extremo de la Península de Malasia.
[2] – “El secreto de Singapur” informe de Andrés Oppenheimer
[3] – No obstante el año 2003 el Primer Ministro de Singapur, Goh Chok Tong, aseguró que el número de ejecuciones de ese año habían sido 10. “No estoy de acuerdo con la aplicación de la pena capital en ninguna de sus formas, no obstante la severidad de las penas de Singapur hacen que cualquiera que se dedica al tráfico de drogas lo considere más de una vez”.


CASO PERUANO
Perú ocupa la más alta tasa de delincuencia en Latinoamérica

Para nadie es un secreto, el Perú es el país de América Latina con la mayor tasa de víctimas de la delincuencia. Así lo revela el Barómetro de las Américas 2014, presentado ayer en la sede del Instituto de Estudios Peruanos (IEP).

De acuerdo al trabajo Barómetro de las Américas 2014 del Proyecto de Opinión Pública de América Latina (LAPOP), el 30,6% de los ciudadanos peruanos ha sido víctima de al menos un acto delincuencial durante el año pasado: El promedio para la región es de 17,3%.
La última encuesta del Barómetro de las Américas realizada entre enero del 2013 y febrero del 2014, revela que el Perú ocupa el primer lugar en inseguridad ciudadana: 30.6% de personas fueron víctimas de la delincuencia, seguido de Ecuador con 27.5% y Argentina con 24.4%.

En el Perú, el principal tipo de delincuencia que afecta a la población es el robo al paso (32%), seguido del robo con amenaza (19%) y el robo con arma (18%). Los robos a viviendas se ubican en cuarto lugar (12%), seguidos de la extorsión (con solo 8%).

¿Estamos hablando de cifras frías? ¿Qué hay detrás de ellas? "Las cifras están dentro de lo real. En el Perú, del 100% de los delitos que se registran, el 15% son resueltos eficientemente por la Dirincri (Dirección de Investigación Criminal), pero los agraviados de estos delitos son personas de poder económico, político, o son casos mediáticos. El 85% de los otros delitos ocurre con los ciudadanos de a pie. Esos casos no los resuelve nadie. En el año '87, en el primer gobierno de Alan García, la Policía fue unificada. Los investigadores y detectives pasaron a realizar actividades diversas. De 18 mil que había en aquel entonces, hoy se cuenta con apenas 4500 detectives.
En el año '87 éramos 20 millones de habitantes; ahora,  28 años después, somos 31 millones

LA CORRUPCIÓN

Es el cáncer que frena el desarrollo de una nación, cada vez carcome sus  instituciones del Estado.  Según el Barómetro de las Américas  el Perú tiene el sexto más alto índice de victimización de corrupción: el 26,4% dijo que le solicitaron pagar una coima durante el último año.

La gente mira con desconfianza al Estado, tampoco ningún político en campaña para 2016 ofrece garantía, especialmente si vemos los antecedentes que arrastran, caso Keiko, Alan, PPK, Acuña, Toledo y otros.
La corrupción es el tercer principal problema que afecta a los peruanos. Solo es superada por la inseguridad y los problemas económicos.
El Perú se ubica en el sexto lugar con la tasa de victimización por corrupción más alta. Ello guarda relación con lo afirmado por 9 de cada 10 encuestados: creen que este problema se encuentra generalizado entre los funcionarios públicos.

Es que somos un país con una institucionalidad muy frágil, con un Estado que no puede aplicar las normas y estas normas ambiguas, que no permiten a jueces, fiscales y policía trabajos sincronizados.
Un estado lo que debe garantizar es la aplicación de normas y debe cuidar de su población. Si tenemos una sensación de inseguridad y si el Estado no cumple las normas, entonces ese Estado  está fallando.

Por otro lado, tenemos que los propios ciudadanos no hacen lo posible por mejorar las cosas, porque lejos de involucrarse en ese Estado del que son parte, muestran desinterés. Es cierto que la desconfianza juega en contra, pero no se puede estar al margen de lo que hacen las instituciones siempre.

Existe apatía del ciudadano que se queja y critica todo, pero no mueve un dedo por buscar una solución a los problemas.


La inseguridad si bien cuenta con los porcentajes más representativos, la corrupción y la insatisfacción de los servicios públicos son aspectos que también preocupan.

FUENTE:
Publicado el marzo 17, 2013
Para:jawuacholo@gmail.com
Mario E. Fumero

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