Túpac Amaru y la gesta de la Independencia
Americana
El 4 de noviembre de
1780, se inicio la primera revolución continental en el mundo, con Tupac Amaru cambio la historia mundial, movilizo millones de tawantinsuyanos para expulsar de América a los europeos ladrones y criminales, por este motivo Tupac Amaru fue descuartizado en el Cusco por estos forajidos. Su ejemplo de revolucionario continental sirvió para la gesta de la Revolución Francesa y otras revoluciones, y posteriormente las guerras de independencia de América. El proyecto de de Tupac Amaru para rescatar la patria grande esta vigente hoy mas que nunca. La juventud actual tiene la delicada misión histórica de continuar el rescate de la patria grande. Frente a los hechos de Tupac Amaru debemos reflexionar el ejemplo dejado no fue envano. Aun arrastramos graves problemas de subyugacion económica y social por mas de 500 años. Iniciemos proponiendo una nueva Constitución, democraticemos nuestras instituciones tutelares. Así lograremos disfrutar de nuestros recursos naturales.
Hace doscientos treinta y seis años un grito revolucionario se esparció
por la América colonial desde el ande. José Gabriel Condorcanqui, un indio
noble y adinerado, dedicado al comercio, fue el líder que encabezara la mayor
rebelión independentista en el virreinato del Perú, el primero en pedir
libertad para toda la América, reconocido como el fundador de la identidad
nacional peruana, figura capital en el régimen velasquista e icono del
imaginario popular reivindicado: "Él representa la
lucha del poblador cusqueño, -señala el historiador Víctor Angles Vargas- así
que este no es un día de duelo, por el contrario, un día como hoy se sientan
las bases para la epopeya máxima de nuestra historia: la lucha por la
independencia".
Aquella rebelión de
los indios del Cusco y todo el altiplano de Bolivia y el norte argentino, fue
masacrada, pero dio un vigoroso impulso a la corriente emancipadora que abarcó
poco después a todo el continente. El cuerpo del líder fue descuartizado, su
cabeza fue colocada en una lanza exhibida en Cusco y Tinta, sus brazos en
Tungasuca y Carabaya, y sus piernas en Livitaca y Santa Rosa. Sin embargo, a
pesar de la ejecución de Túpac Amaru II y de su familia, los españoles no
lograron sofocar la rebelión, que continuó acaudillada por su medio hermano
Diego Cristóbal Túpac Amaru, al tiempo que se extendía por el altiplano
boliviano, la región de Jujuy y en el noroeste argentino.
La fama de Túpac
Amaru II se extendió de tal forma que incluso los indios sublevados en el llano
de Casanare, Virreinato de Nueva Granada en la actual Colombia le proclamaron
rey de América. Las posteriores rebeliones criollas invocaron el nombre de
Túpac Amaru II para obtener el apoyo de los indios. Actualmente su nombre y
figura es acogida por los movimientos indigenistas andinos así como movimientos
de izquierda política. El gobierno militarista de Juan Velasco Alvarado
enarboló la imagen de Túpac Amaru como símbolo del gobierno de las Fuerzas
Armadas que él encabezaba. Asimismo, esta legendaria figura fue utilizada por
el grupo "Movimiento Revolucionario Túpac Amaru" que operó en el país
1985 hasta 1997 y por los Tupamaros, un grupo insurgente de Uruguay, que
formaron parte del Movimiento de Liberación Nacional.
La figura de Túpac Amaru sigue vigente y recorriendo el continente americano perennizada en las frases del famoso canto de Alejandro Romualdo: "Lo pondrán en el centro de la plaza, boca arriba, mirando al infinito. Le amarrarán los miembros. A la mala tirarán: ¡Y no podrán matarlo!" (al final el canto completo).
La figura de Túpac Amaru sigue vigente y recorriendo el continente americano perennizada en las frases del famoso canto de Alejandro Romualdo: "Lo pondrán en el centro de la plaza, boca arriba, mirando al infinito. Le amarrarán los miembros. A la mala tirarán: ¡Y no podrán matarlo!" (al final el canto completo).
Túpac Amaru
II
1738-1781
Biografía
1738: (19 de marzo) Nació en Surimana, con el nombre
de José Gabriel Condorcanqui.
1748: Inició sus estudios en el colegio San
Francisco de Borja.
1760: (25 de mayo) Se casó con doña Micaela
Bastidas, con quien tuvo tres hijos.
1766: Reclamó y obtuvo el reconocimiento de cacique.
1778: Realizó un segundo viaje a Lima para
entrevistarse con las autoridades virreinales.
1780: (4 de noviembre) Túpac Amaru II inicia en
Tinta (Cusco) su heroica gesta libertaria. (16 de noviembre) Túpac Amaru II
pide la abolición de la esclavitud de los negros. (18 de noviembre) Las tropas
de Túpac Amaru II ganan a las realistas en la batalla de Sangarará.
1781: (10 de enero) En Tungasuca, Túpac Amaru II
sufre una primera derrota. (6 de abril) Se produce la segunda derrota de Túpac
Amaru II y su consiguiente apresamiento. (18 de mayo) Túpac Amaru II es
salvajemente ejecutado.
Los orígenes de José Gabriel
Condorcanqui
La insurrección más notable en esos tiempos es la
que encabezó un indio cusqueño: José Gabriel Condorcanqui, quien se convirtió
en el adalid de la independencia americana. Era descendiente directo de la
nobleza cusqueña y de los incas de Vilcabamba. José Gabriel Condorcanqui Túpac
Amaru nació el 19 de marzo de 1738 en Surimana, perteneciente a la provincia
cusqueña de Tinta. Sus padres fueron Miguel Condorcanqui, gobernador de
Surimana, y Rosa Noguera Valenzuela. Era descendiente directo de doña Juana
Pilcowaco, hija de Túpac Amaru, el último de los Incas de Vilcabamba y que
había sido ajusticiado por los españoles en el año 1572.
La madre de José Gabriel murió a la edad de 30 años
y fue enterrada en Surimana. Tenía un hermano mayor llamado Clemente
Condorcanqui Noguera, quien también falleció al poco tiempo. Su padre se casó
en segundas nupcias con doña Ventura Mojarras, criolla afincada en el pueblo de
Tinta, con quien tuvo un hijo llamado Juan Bautista.
José Gabriel Condorcanqui Túpac Amaru, desde muy
niño heredó los curacazgos (los españoles los llamaban cacicazgos, por la
trasposición del nombre caribeño cacique -jefe de comunidad o indio principal-)
de Pampamarca, Tungasuca y Surimana. También heredó la ideología de sus
predecesores y se hizo llamar Túpac Amaru II.
Educación y situación
socioeconómica del gran curaca
José Gabriel Condorcanqui, Túpac Amaru II, fue
educado en las costumbres de sus ancestros por sus tíos, quienes desempeñaron
las labores de tutoría al morir su madre y al formar su padre una familia
aparte. Como hijo de nobles incas, estudió en el Colegio de Caciques de San
Francisco de Borja, una de las pocas instituciones educacionales que daba
acceso a los indios de abolengo. Los comunes no tenían ese derecho y los indios
de abolengo no podían entrar en los colegios mayores y universidades dedicados
únicamente a los españoles e hijos de ellos o criollos. José Gabriel era alumno
distinguido, muy inteligente y perspicaz y llegó a dominar todas las materias
que se enseñaban en aquel entonces, inclusive el latín. Se dice que en uno de
sus viajes a Lima por asuntos judiciales no tuvo reparo en asistir a algunas
clases de Artes en la Universidad de San Marcos. Se convirtió, pues, en indio
leído y culto para el gusto de los conquistadores; pero, enterado y humanista,
para esperanza de los conquistados
Una noble india de
Pampamarca conquistó a José Gabriel
El 25 de mayo de 1760 se casó Túpac Amaru II con la
noble india Micaela Bastidas Puyucawa,
con quien tuvo tres hijos: Hipólito (1761, nacido en Surimana), Mariano (1762,
nacido en Tungasuca) y Fernando (1768, nacido en Tungasuca). Micaela era
oriunda de Pampamarca y había nacido en 1745. Era seis años menor que su esposo
y cuando se casó con él frisaba sólo 15 años. Era una “mujer notable por su
hermosura”, hija de la india doña Josefa Puyucawa y del negro don Manuel
Bastidas. El matrimonio se realizó en Surimana en la iglesia de Nuestra Señora
de la Purificación. El cura Antonio López de Sosa bautizó a todos los hijos de
Túpac Amaru II. Micaela y los parientes del curaca o cacique le decían “Chepe”,
abreviatura de Jusephe. El apelativo de Micaela era “Micaco” o “Mica”,
diminutivo de Micaela.
Un reclamo justo y su
recompensa
En el año 1766 reclamó ante las autoridades
coloniales el reconocimiento oficial como descendiente de Túpac Amaru y, por
consiguiente, su título de cacique o indio noble. Ante las evidencias exigidas,
los españoles tuvieron que acceder a su petición y como recompensa recibió 70
mulas. A partir de ese momento fue llamado Túpac Amaru II, pero despectivamente
por los españoles como “arriero”. También dio inicio al negocio de transporte
de mercancías por toda la zona del sur del Perú hasta el Alto Perú.
José Gabriel Condorcanqui
era un hombre muy rico
Túpac Amaru II era un hombre muy activo en los
negocios por tanto era rico. 1. Explotaba las tierras de cultivo de su
cacicazgo. 2. Además, se dedicaba al comercio. Compraba coca, herramientas y
alimentos para trasladarlos a las minas de Potosí y venderlos a los mineros. 3.
Adquiría, a su vez, telas y diversa artesanía y los transportaba a Lima. 4. En
el trayecto, hacía escalas de comercialización local. 5. Para esta lucrativa
actividad, llegó a tener una recua de trescientas cincuenta mulas;
demostración, en ese tiempo, del poderío económico de quien lo poseía. Por tal
razón, Túpac Amaru II, podría haberse dedicado a disfrutar de todos las
comodidades de su poder económico y social, pero su destino era otro porque sus
ideales eran contrarios al colonialismo.
Túpac Amaru II y el abuso
que se cometía contra los indios
Durante las ausencias de sus cacicazgos, en las que
Túpac Amaru II se dedicaba a recorrer yungas y punas observaba, analizaba y
sufría por los abusos cometidos por los chapetones contra sus congéneres. Los
indios eran considerados y tratados como una raza marginal. Se hallaban en la
base de la pirámide socioeconómica. Habían sido despojados de sus mejores
tierras por los corregidores, quienes, al mismo tiempo, los tenían de siervos o
vasallos. Con ellos se implantó en América del Sur los moldes del decadente sistema
feudal europeo.
La fuerte carga económica
que soportaban los indios
A esta desposeída clase social, se la castigaba con
otras cargas expoliatorias. 1. Todos los adultos o jefes de familia estaban
obligados a pagar tributo a la Caja Real. 2. Dicho impuesto lo recogía el
encomendero, quien lo entregaba al corregidor o jefe provincial. 3. Éste hacía
llegar lo recaudado a las cajas reales de las cabeceras de región; los que, a
su vez, lo enviaban a Lima. 4. El virrey hacía quedar lo indispensable para los
gastos de la burocracia y el resto lo enviaba a España, a la Caja Real de
Madrid. Cuando los indios no podían pagar los tributos se les quitaba sus
escasos bienes o se los castigaba con el flagelamiento, otros eran enviados a
la prisión.
Los mitayos: parias sin
presente ni futuro
Todos los indios, desde los 18 años, formaban parte
del ejército de los mitayos, aquellos que tenían que trabajar en las mitas
mineras, la manera más cruel de explotación colonialista. La mita consistía en
trasladarse, generalmente llevados por la fuerza, luego de los reclutamientos
de rigor, a las minas donde se les daba poca paga y laboraban de catorce a
dieciocho horas diarias. La mayor parte de los mitayos ya no regresaban a sus
lugares de origen, menos al seno de sus familias.
Las infructuosas gestiones
de Túpac Amaru II
Túpac Amaru II se condolía de todo aquello y sufría
en carne propia el dolor de su raza; por lo que se impuso el deber de
defenderla. Con dicho objeto, viaja a Lima entre los años 1776 y 1778. Se
entrevistó con las autoridades coloniales, entre ellas con los oidores de la
Real Audiencia y conos "protectores de los naturales". Como en esa
fecha, el corregimiento de Potosí, perteneciente a la Intendencia de Charcas,
del Alto Perú, había pasado al Virreinato de Río de la Plata, pretendió
convencer a los funcionarios del Virreinato del Perú que ya no tenían
obligación de enviar a los mitayos a dichas minas. Vano intento, porque para
ellos aquello era un pingüe negocio.
Túpac Amaru II decide
utilizar la insurrección armada
Desengañado de los chapetones, Túpac Amaru II decide
preparar la insurrección armada en 1778. Hace los contactos necesarios con
otros caciques libertarios, entre ellos con el de Chayanta, Tomás Katari,
Julían Apaza (el futuro Tú- pac Katari), etc. Compra unas cuantas armas y
difunde la idea de liberar el Perú para convertirla en reino, tal como fue en
el pasado. Y..., espera la ocasión de iniciarla.
La revolución
tupacamarista se inicia en Tinta
En Tinta, pintoresco pueblo serrano, se celebraba
una festividad en homenaje a la Corona española. Allí se encontraba el
corregidor Antonio de Arriaga, hombre abusivo y prepotente. El 4 de noviembre de 1780, los indios,
dirigidos por Túpac Amaru II lo apresan, lo enjuician sumariamente y lo
decapitan el 9 de noviembre. La iniciada revolución se expande por los Andes,
el grito de libertad suena estentóreo y la indiada busca al líder, ofrece sus
servicios y se une a su ejército. Túpac Amaru II llega a tener más de cuarenta
mil hombres, la mayor parte armados con picos, palas y palos, pero dispuestos
al sublime sacrificio en procura de la libertad.
Las tropas libertarias
emprenden un victorioso avance
El 16 de noviembre, Túpac Amaru II pidió la
abolición de la esclavitud. El 18 de noviembre, Túpac Amaru II se enfrenta a
las tropas realistas dirigidas por Tiburcio Landa y las vence en la batalla de
Sangarará. Luego, se dirige al Cusco, la ciudad sagrada de sus mayores. Miles
de indios tupacamaristas rodean la ciudad imperial. El jefe revolucionario
insta a que los españoles se rindan. Estos resisten. Tú- pac Amaru II no está
dispuesto a entrar a "sangre y fuego", porque no quiere destruir
aquello que con mucho afán construyeron los incas. Sería mostrarse irrespetuoso
con ellos y con la historia. Por eso, se retiró al sur, a Puno, haciendo
propaganda de su causa y ganando adeptos a cada paso.
Las proclamas de Túpac
Amaru II y la reacción virreinal
Entre las proclamas difundidas por Túpac Amaru II se
hallan todas las reivindicaciones de su raza; las firma como rey de ellos;
incluso da un decreto aboliendo la esclavitud de los negros. Entre tanto, el
virrey Agustín de Jáuregui (1780-1784; trigésimo tercer virrey), en Lima,
reacciona y envía al Cusco un refuerzo de siete mil hombres bien armados al
mando del visitador Antonio de Areche.
Las tropas realistas
sorprenden a Túpac Amaru II y lo derrotan
Túpac Amaru II, que se movilizaba por el Alto Perú,
retorna al Cusco para asediarla y posesionarse de ella. En ese trance, se
encuentra con las tropas realistas y se producen las batallas de Tungasuca (10
de enero de 1781) y de Tinta (el 6 de abril de 1781), siendo derrotados los
insurgentes. El líder indígena logra huir, pero, por traición de un mestizo (su
compadre, esposo de Tomasa Tito de Condemayta, que pretendía casar su hija con
un oficial realista), es apresado en Langui, llevado ante Areche y conducido al
Cusco.
La llegada al Cusco y la
tortura de sus parientes
Túpac Amaru II es conducido por las calles del Cusco
maniatado y ensangrentado, casi a rastros. Lo mismo ocurre con Micaela Bastidas
y sus hijos. Al líder indígena se le enjuicia inmediatamente y se decreta su
ejecución, así como la de su esposa. El 18
de mayo de 1781, en la plaza de Huacaypata ("sitio del llanto"),
primero, el verdugo dio muerte a su tio Francisco seguidamente a su hijo
Hipólito y luego a Micaela.
La cruel y salvaje muerte
de Túpac Amaru II
En ese espectáculo sangriento, le tocó el turno a
Túpac Amaru II. Varios soldados españoles ataron sus pies y manos con gruesas
sogas, las que fueron amarradas en su otro extremo a las sillas de cuatro
briosos caballos. A la orden de los jinetes los caballos parten a cuatro lados
opuestos. Túpac Amaru II es levantado en vilo, pero no lo pueden descuartizar.
Repiten varias veces el intento de destrozarlo, pero no pueden. Rendido por la
fortaleza física del indio, el visitador Areche ordena que se le degüelle. En
efecto, así se hizo. Sus restos fueron mutilados y exhibidos por varios días en
el Cusco y en los pueblos aledaños. Luego, quemaron su cadáver y sus cenizas
fueron esparcidas para que de él no se tenga memoria.
El curaca no murió en vano
“Pero el curaca que se había levantado en busca de
justicia no murió vanamente. Los corregidores y sus repartimientos fueron
suprimidos, como él pedía, y en su lugar se estableció el régimen de las
intendencias. La creación de la Audiencia del Cusco, otro de los postulados de
la rebelión, se hizo realidad años después” (Jorge Gonzales Aguirre).
Canto coral a Túpac Amaru
que es libertad
Lo
harán volar
con
dinamita. En masa,
lo
cargarán, lo arrastrarán. A golpes
le
llenarán de pólvora la boca.
Lo
volarán:
¡y
no podrán matarlo!
Lo
pondrán de cabeza. Arrancarán
sus
deseos, sus dientes y sus gritos.
Lo
patearán a toda furia. Luego
lo
sangrarán:
¡y
no podrán matarlo!
Cortarán
con sangre su cabeza;
sus
pómulos con golpes. Y con clavos
sus
costillas. Le harán morder el polvo.
Lo
golpearán:
¡y
no podrán matarlo!
Le
sacarán los sueños y los ojos.
Querrán
descuartizarlo, grito a grito.
Lo
escupirán. Y a golpe de matanza
los
clavarán:
¡y
no podrán matarlo!
Lo
pondrán en el centro de la plaza,
boca
arriba, mirando al infinito.
Le
amarrarán los miembros. A la mala tirarán:
¡y
no podrán matarlo!
Querrán
volarlo y no podrán volarlo.
Querrán
romperlo y no podrán romperlo.
Querrán
matarlo y no podrán matarlo
Querrán
descuartizarlo, triturarlo,
mancharlo,
pisotearlo, desalmarlo.
Al
tercer día de los sufrimientos,
cuando
se crea todo consumado,
gritando
¡LIBERTAD! sobre la tierra
ha
de volver.
Y
no podrán matarlo.
(ALEJANDRO ROMUALDO)
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