BUSCANDO ALCALDE PARA MI DISTRITO
¿En un país sumido en corrupción, habrá
todavía honestos y justos?
Hasta la conciencia está hipotecada.
Peruanos, este 5 de octubre elijamos autoridades locales y regionales honestos y justos
Florencio
Bernabé Gonzales
Nuevamente
se hace vigente “Buscando un alcalde
para mi distrito”, que publicamos el 101/10/12
en http://quishtulandia.blogspot.com,
Reiteramos, muchos alcaldes de nuestros pueblos, no
cuentan con los valores indispensables que todo ciudadano aspirante a alcalde
debe poseer: honestidad y justicia, dirán los escépticos sólo Dios
es justo, aunque esté debidamente capacitado para el cargo.
Todo hombre para descubrir
sus valores y para ponerlos en práctica, tiene dos facultades
superiores muy nobles: la inteligencia y la voluntad.
Con la inteligencia el
hombre descubre que las cosas son portadores de valores. Gracias a la
inteligencia él sabe que puede comportarse sensatamente y guiarse no por el
capricho, o el dinero, sino por lo que la razón le hace entender que es bueno.
Con la voluntad libre:
rompe su indiferencia frente a las cosas y decide lo que aquí y ahora vale más
para él y elige. Y al elegir, jerarquiza las cosas y se compromete con lo que
elige. Al hacer esto forma en sí ACTITUDES que pronto se
convertirán en hábitos operativos. Si lo que ha elegido es bueno y le
perfecciona, entonces llega a la VIRTUD, que es la disposición
permanente a comprometerse como hombre, a hacerse más hombre, común denominador
que debiera tener nuestras autoridades.
AUTORIDADES SIN INTELIGENCIA EMOCIONAL
NOS GOBIERNAN
Estudios sobre desarrollo de capacidades humanas dan cuenta que
toda persona posee dos inteligencias: emocional y del conocimiento, la
primera la adquirimos en casa, en la familia, la que nos inculcan nuestros
padres, en el barrio, en el pueblo, la inteligencia emocional es lo que al
final nos orienta qué camino seguir en nuestra vida: honestidad, justicia, laboriosidad,
transparencia, entre otros valores. En cambio la inteligencia del
conocimiento, es lo adquirimos durante nuestra formación académica, desde la
escuela hasta la universidad, maestrías y doctorados, pero sobre ello en
las personas se impone como repito la inteligencia emocional, antes que
la inteligencia del conocimiento, lo venimos manifestado desde anteriores
notas de esta plataforma virtual.
El ciudadano puede haber logrado los más altos niveles académicos,
pero no le quita estar metido en corrupción; tenemos el claro ejemplo del
sentenciado Fujimori, ingeniero, matemático, otra hora
presidente de la asamblea nacional de rectores, el más alto nivel académico que
aspiramos todo ciudadano en el país, luego presidente del país, posteriormente,
extraditado para ser sentenciado por no haber utilizado su inteligencia
emocional adecuadamente, se dejó influenciar por Montesinos, sumiendo al
Perú en la más escandalosa corrupción durante su mandato, incluido
flagrantes delitos de lesa humanidad, por la que hoy purga condena en la cárcel
por 25 años. No se merece el indulto.
Así,
existen casos aislados de autoridades encarcelados por delitos cometidos
durante su mandato, por su mala gestión, pero la gran mayoría, financiaron
previamente la defensa legal de su gestión, para lo cual se rodearon de
“expertos” para afrontar juicios, aún evidenciados en perjuicio de sus
pueblos. Entre ellos se encuentran varios ex – alcaldes, funcionarios y otras
autoridades.
Últimamente
para combatir la corrupción, se viene desarrollando una nueva corriente en la
gestión publica en los diferentes niveles del gobierno que exige nuestra
patria, a la que todos los ciudadanos debemos aspirar, se fundamenta en: el
Estado como garante de derechos, la formulación estratégica de políticas de
desarrollo y gestión, el gradual transito del modelo burocrático hacia el
modelo de gestión por resultados, el desarrollo de las instituciones y el
fortalecimiento del rol del Estado, procurar la equidad social, política y
económica, para finalmente crear el valor público; alcanzable sólo con
autoridades y ciudadanos comprometidos, con liderazgo y constancia en los
objetivos, para esa mejora continua del proceso como la búsqueda de una
sociedad más justa.
LA PLATA ESTA EN PROVINCIAS
Nos
preguntamos: ¿Por qué tanta desesperación de algunos ciudadanos para ser
alcalde en estos últimos tiempos, amor al chancho o al chicharrón?
Perú,
definitivamente atraviesa por una bonanza macroeconómica (con una baja
momentánea), consecuencia del boom exportador de materias primas: minería,
pesca, agroindustria, etc., nuestros recursos naturales no renovables se rematan al mejor postor,
característica de nuestro país de economía primaria, en tal sentido, los
ciudadanos enterados de las cuantiosas transferencias que el MEF efectúa a las
regiones, los atrae cual moscas a la miel, pero, nadie hace nada, no hay
perspectiva para la situación en época de las vacas flacas, que en cualquier
momento lo tendremos.
Ello ha
motivado que muchos profesores hayan
solicitado licencia a sus aulas y tentar otros horizontes como alcalde
municipal, empresarios algunos
exitosos, otros en ruinas tientan el sillón municipal, quizás con el afán de
orientar recursos hacia sus intereses, así también, una gama de profesionales o
simples ciudadanos desocupados, se orientan como autoridad edil.
Los más
audaces, lo ven como “negocio”, por ello invierten en
millonarias propagandas, financian votos golondrinos, hasta se endeudaron con prestamos, entre otras
prebendas; por ello, transcurrido el periodo de alcalde, pretenden la reelección, hasta por enésima vez, forman las argollas y se perennizan en el “poder”, se forman los cacicazgos, es
decir afianzan la corrupción en nuestros pueblos. No nos sorprende que al
finalizar su mandato, algunos cuentan, con patrimonios cuantiosos, con
propiedades en varios lugares (muchos no declaran): Lima, Huaraz, Huacho u otra ciudad, inversiones
y negocios que no pueden haber logrado sin ser alcalde, como resultado de
los “diezmos” de 15% a 30% que últimamente es parte de la
cultura de nuestras autoridades, locales, provinciales, regionales y
nacionales.
De ello
da cuenta sendas notas periodísticas que reportan, cada cinco años,
congresistas, autoridades regionales y algunos alcaldes, se insertan como
nuevos vecinos de La Molina, Surco y otros distritos exclusivos de las
grandes ciudades, mientras nuestros pueblos continúan con servicios
básicos escasos o deficientes, sin proyectos de desarrollo sostenidos ni
sustentables. Demostrándose, que la corrupción también se regionalizó en nuestro país, va en proporción
directa a las transferencias, porque en las provincias esta la plata.
¿Y su
vocación de servicio del alcalde elegido, donde queda? -
En la
política uno de los principales anhelos de los que se dedican a este oficio es
llegar a ser alcaldes de la tierra que los vio nacer, donde está y vive su
familia y realizaron sus primeros estudios, aunque algunos, como ha ocurrido,
fueron ediles de su tierra adoptiva donde han vivido toda la vida, luego fueron
absorbidos por el flagelo de la corrupción, que carcome cada vez más a nuestra
sociedad.
¡¡¡SALVEMOS AL PERU DE LA CORRUPCION!!!
Buen.momento.para.que.todos.reflexionemos.Siempredebemosobrar.conelapoyodeDios.Sólo.el.puede.guíar.nuestras.dos.inteligencias.Lo.que.Dios.designe.será.la.voz.del.pueblo.
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