KARAKOCHA, LAGUNA ENCANTADA
Ubicación de laguna Karacocha |
Mis padres: Virginio Bernabé Gamarra y Salomina Gonzales Ibarra |
Alumnos de la Escuela 366 con el Prof. Yabar |
Alumnos del nivel primario de la misma escuela (actual) |
Pacllón por la década del 50 |
“Primer y último paseo escolar con Ananías, mi hermano”
DON BERNACHO
A
|
quel sábado de Mayo de la década del 50, mamá “Chaluca ”muy temprano nos despertó ¡ hijitos, ya levantarse ¡ tienen que asistir
al paseo; el paseo había sido programado para los alumnos del 4to. de primaria
de la Escuela Fiscal del pueblo, al lugar denominado la Laguna de Karakocha,
ubicada en las alturas de Pacllón.
Después del ligero desayuno, Ananías, cariñosamente llamado “Añaco” y yo nos despedimos de nuestra
madre, expresándole ambos al unísono: -CHAU
MAMITA- y ella, también, nos abrazó a
los dos hijos cariñosamente como despedida, posiblemente sin presagiar la
tragedia que rondaría nuestro hogar; de fiambre nos había preparado cancha con queso y “shinti” (habas tostada y sancochada) y para reforzar la dieta humitas dulces y tortillas de huevos.
Catarata de Llimka |
Entre los participantes se notaba inmenso deseo y entusiasmo
por conocer corporativamente la laguna de Karakocha, un lugar de muchas leyendas y
mitos, en el lenguaje popular se decía que tenía “encantos”. Nuestra ruta inicial fue el camino que
conduce al pueblo de Mangas, hasta el lugar denominado “Querquer”, de allí bifurcamos por un sendero abrupto y tortuoso,
cuesta ascendente, no obstante de que sus veras se encontraban adornadas de
arbustos que colgaban sus frutos y hermosas flores silvestres hacia el camino,
y otras, que florecían al ras del suelo exhibiendo sus diminutas flores
multicolores y en cuyas ramas y pétalos se lucían reluciente el rocío del amanecer.
La intrepidez de los adolescentes participantes, entre ellos :
Los “Sucre”,
“Bonclay”, “Shapra Virgilio”, “Lucre”,
“Añaco”, “JJ”, “Victor”, “Elí”, “Lino”, “Fructuoso”,”Truman”,”Ofelio”, “Pos
Alejo,””Ciro” y otros más, cuyos nombres no recuerdo; recorrían con tanta facilidad y habilidad el sinuoso
camino sin importarles que los arbustos como el “Muchqui”, “Quincha”, “Walanka”,
“Humancuy”y “Wagro”, cuyas
abundantes espinas podrían lastimarles, aún más, sin tener en cuenta, por aquellos
tiempos, todos sin excepción usábamos el
“Llanque”, que consistía en pedazo
de llanta de carro con tiento de jebe o de cuero de vaca, que frecuentemente se
deterioraba, especialmente en suelo mojado y declive.
Durante el trayecto cruzamos abras, riachuelos, arroyos y
humedales hasta llegar a nuestro destino, en el lugar los profesores
acompañantes nos explicaban brevemente sobre el origen de la laguna y otros
accidentes geográficos; posteriormente iniciamos a explorar la belleza sin par
de la laguna y lugares aledaños, nos parecía como que estuviéramos caminando
por una inmensa alfombra verde adornada de variedad de flores multicolores que
emergían desde las entrañas del suelo y en cuyas aguas cristalinas se reflejaba
el límpido cielo azul serrano y en su superficie ondeante revoloteaban
raudamente las aves acuáticas y los pececillos, conocidos como la “Challhua” , emergían vigorosamente a
la superficie como señal de manifestación de protesta por la presencia de
furtivos visitantes.
Al arribar a dicha laguna,
era evidente que “Añaco” se encontraba con malestar, tenía el rostro enrojecido, pálido,
sin ánimo de seguir a la comitiva en sus desplazamientos por las inmediaciones
del lugar; confidencialmente me confesó que se sentía cansado y tenía mucho
sueño, por lo que con la venia de los responsables se quedó
cerca a la orilla de la laguna al
cuidado de los equipajes. Y cuando retornamos a la hora del refrigerio él se
encontraba profundamente dormido y a tanta exigencia se despertó con intenso
dolor de cabeza y un malestar generalizado, rehuyó en todo momento probar bocado alguno.¿ Será que el encanto de
la laguna haya absorbido su débil y
frágil consistencia física? o será talvez,¿ le afectó el mal de altura?.
Realmente un misterio hasta la actualidad.
En horas de la tarde, mientras el candente astro rey declinaba
sus rayos solares hacía el ocaso, el cielo azul se cubría de escasa nube. Los alumnos antes de iniciar el retorno nos
desplazamos hasta el bosque de” Quenuales”
y “ Quisuares”, a fin de conocer de
cerca y tocar dichas plantas milenarias;
asimismo, fuimos hasta la cantera de
piedras, existente en el lugar, comúnmente conocido como “Jatun
Ranra” (El Pedregal), hábitat de las vizcachas, pero no tuvimos la suerte
de observar ningún ejemplar, por cuanto, esos mamíferos de cola y orejas largas sólo se asoman a la
superficie en horas de la mañana para disfrutar de los primeros rayos solares
del día. De retorno a casa algunos de
los participantes del paseo, aprovechamos para coger flores y frutos silvestres
abundantes en la puna, como el ”Ccantu”,
Rimarima”, “Taulish” y el sabroso”
Wagro”, éste último, cuyos frutos
envueltos en pelambre blanco están protegidos por sus espinas; se reproduce al
ras de suelo.
Puente de Llimka, sobre rio Tackrarackra |
El retorno al pueblo fue
rápido, utilizamos menos tiempo que la ida, un camino de bajada , mientras que
para mí fue lento y pausado por el estado de salud de mi hermano menor, por
ratos se sentía desvanecer porque no había ingerido alimento alguno en el día. Finalmente, llegamos a nuestro
hogar, nuestros padres se encontraban preocupados y cuando le informé sobre la salud de “Añaco”, la situación se empeoró sólo atinaron en acudir a un “Curioso”; inmediatamente pensaron en Don Isabel
Carrera, su compadre, aficionado o entendido de curar males
desconocidos como el que presentaba un
miembro de la familia, mediante la administración de brebajes de hierbas medicinales; este tratamiento empírico
en nada favoreció al mejoramiento de la salud del enfermo. Era evidente que
cada día su salud se quebrantaba, pese al
denodado esfuerzo de la familia.
Comunero en la laguna de Kejin |
Por desgracia para los lugareños por esa época no había Médico ni enfermera y menos una Posta Medica en el pueblo, nadie podía controlar ni la fiebre… y finalmente, mi querido y recordado hermano, pese haber luchado heroicamente contra la muerte, debido a su estado de salud enclenque, se despidió de este mundo cruel antes de los cuarenta días; La adversidad nuevamente enlutó al hogar familiar, mis padres habían sepultado el cuarto vástago, dos mujeres y dos varones, una verdadera tragedia familiar que quedó impregnado en la memoria de un pueblo desasistido por las autoridades de ese entonces.
Lima, Mayo del 2016.
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