MALDICIÓN DE LA MINA
Los ricos ganan y los pobres pagan y se matan
“SALLAWA COLEBRA MINA”
Por: Florencio Bernabé Gonzales
Editado el 29/04/2014 y publicado en la Revista Hapaq
Nueva Publicacion el 06/02/2018
Nota: Por la vigencia del tema volvemos publicar
Contenido
1.
Introducción
2.
Bonanza del “Oro Blanco”
3.
Bonanza de la “Leche Maldita”
4.
Bonanza de la Pesca
5.
Bonanza Minera “Maldición de la Mina”
6.
Los Ricos Ganan y los Pobres Pagan y se Matan
7.
Bonanza mal Aprovechada
8.
Los Efectos del Boom Minero
9.
Conclusión y Sugerencias
10. Referencias
1. INTRODUCCIÓN
Después de la
bonanza del guano de (siglo XIX), la época del salitre (siglo XIX), la época
del caucho (fines del siglo XIX e inicios del siglo XX), bonanza del cobre en
la década del 1960, bonanza de la harina de pescado y el azúcar de caña
(1950/1960) y estos tiempos la dependencia de la minería (1990 a la fecha). En
consecuencia, hoy el Perú tiene una fuerte dependencia del sector minero (SNMPE)
y por eso la política del Estado es en general pro-minera, no puede volverse
contra aquellos que lo nutren. Debe tratarlos bien, mantenerlos contentos,
porque si no, dejan de tributar. Nos preguntamos: ¿Qué paso en aquellas
ocasiones de bonanza? ¿Qué se hizo con toda esa prosperidad? ¿Qué le quedo al
país luego que la bonanza se fue?, ¿Cuáles serán los escenarios políticos,
económicos y sociales que tendremos los peruanos cuando disminuyan los precios
internacionales de los metales? ¿Qué pasara en la Región Ancash y otros? “Cuando la torta crece y no comemos más, la
fiesta acaba mal”, advierte el historiador Antonio Zapata. Los titulares de los
diarios y las cuentas mineras atizan la alarma. Aún seguimos los años de la “prosperidad falaz”, en palabras de
Jorge Basadre.
Esbozamos esas
épocas de bonanza y sus repercusiones que le toco vivir al país y que hoy se repite
con la minería, particularmente le toca a la Región Ancash, donde, a su vez
cada vez se comprueba una marcada corrupción en los poderes decisorios del
Gobierno Regional y se repiten en las demás instancias de la administración
pública de la zona, incluido con sicariatos y asesinatos políticos.
2. BONANZA DEL “ORO BLANCO”
El boom del
guano, el abono considerado “oro blanco” en aquella época, incubo suficiente
resentimiento e imprevisión que casi acaban con nuestra joven república. Porque las ingentes ganancias logradas con el
guano marearon a la elite. “En 35 años, entro un equivalente de 80 veces del
presupuesto de la Republica”, señalan los historiadores. Es como si desde hoy
hasta el 2043, ingresara al fisco más de S/. 5 billones por la explotación de
un solo recurso. Pero fue una fiesta con mucho derroche, donde solo se
divirtieron algunos. Los artesanos no lo pasaron bien. “Ya no les compraban sus
productos. La clase alta, enriquecida con el guano, empezó a importar artículos
de lujo de Europa. Por eso reaccionaron en 1858, artesanos de Lima y Callao,
encabezados por los carpinteros y los herreros, tomaron los barcos del muelle y
destruyeron puertas y ventanas importadas.
Pero los más afectados con el boom fueron los chinos, llamados “coolies”. Sacaban el guano en las islas o trabajaban en las haciendas costeras como si fueran esclavos. Llegaron 10,000 chinos en 35 años, lo que representaba entonces el 10% de la población del país. La historia registra varios motines de coolies explotados. “Todo ese resentimiento se va a manifestar en la Guerra del Pacifico. Allí los chinos, liderados por Quintín de la Quintana, colaboran con los chilenos”. Mientras, la corrupción campeaba. Según especialistas, la corrupción se estimaba en un 25% del total de exportaciones, es decir $ 3,000 millones o 95% del PBI (Producto Nacional Bruto) de 1876.
El punto más
álgido fue la Guerra con Chile, llamada por muchos “Guerra del Guano y el
Salitre”, según el historiador venezolano Jacinto López. En 1842, Chile se declaró
propietario de las guaneras “del desierto de Atacama y de las islas
adyacentes”, entonces territorio de Bolivia. Los chilenos desistieron, pero en
1879 estalló el conflicto por el salitre, que reemplazo al guano como otro
valioso fertilizante. La fiesta acabo con un país en bancarrota y recortado,
una herida que aún no termina de cicatrizar.
3. BONANZA DE LA “LECHE MALDITA”
De la misma
manera, a fines del siglo XIX y comienzos del XX, la Amazonia estaba marcada
por la explotación de los recursos naturales, tanto renovables como no
renovables: entre estos, el barniz, ceras de animales, quina, gomas, oro,
petróleo, maderas, comercio de pieles, flora para patentes multinacionales y la
coca. Hasta la actualidad, en el cual estos recursos continúan marcando los
periodos de distintas bonanzas que dependen de los ciclos económicos mundiales,
y que si bien introducen a la zona temporalmente a mercados amplios, al mismo
tiempo generan poca riqueza y bienestar a sus pobladores, por el contrario
generan épocas de terror y masacre en las zonas donde se concentra la
producción.
Desde
entonces, la extracción de gomas elásticas vinculo a la Amazonia con la
economía mundial y se relacionó también con el inicio de la frontera
agropecuaria y los distintos procesos de ocupación y colonización de la región,
todo a costa de la explotación indiscriminada de los trabajadores indígenas.
Por lo general aldeas desplazadas, que recurrían a los caucheros como único
medio de supervivencia, endeudamiento hasta el punto de la esclavitud y
posterior muerte por los malos tratos.
Eran los
tiempos del boom del caucho. El desarrollo de la industria hacia indispensable
su empleo en múltiples productos, sobre todo, después de que Goodyear y Hancock
descubren el procedimiento de la vulcanización. La fiebre del caucho vivió su
auge entre 1879 y 1912 experimentando, tiempos después un renacimiento entre
los años de 1942 y 1945. El descubrimiento de la vulcanización y de la cámara
neumática en la década de los años 1950 dio lugar a una “fiebre extractiva del
caucho”.
Por el
decaimiento de la demanda del caucho natural a nivel mundial, el proceso de
extracción de las gomas finalizo hacia mediados de la década del 1970. Pero en
1911 el caucho alcanza la más alta cotización mundial de la historia, a partir
de esa fecha el caucho empezó a declinar, pues los europeos habían sacado las
semillas del país y se empezó a cultivar más caucho en Malasia.
Eran tiempos
de ambiente hostil de historia sangrienta que se presentó en el Amazonas en los
años de 1813 hasta 1970, años horribles para nuestros indígenas, que se
encontraban en situación de esclavitud y desplazamiento por los caucheros que
los perseguían como animales para obligarlos a trabajar en la producción de
este material, que fue llamado por los indígenas “leche maldita”, la cual les
trajo muerte y torturas a sus pueblos, mientras llenaban los bolsillos de los
europeos que asesinaban a los indígenas y campesinos para adueñarse de sus
tierras y producir un mayor cultivo de caucho, “la bonanza del caucho” es una
de las peores tragedias para la amazonia.
(Continuara......)
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