EN MEMORIA DE VIRGINIO BERNABE GAMARRA
“MI PADRE EJEMPLAR”
“Los objetivos deben cumplirse”“Gratas vivencias compartidas en el Cañón de Kora del rio Pativilca, marcaron mi carácter de intrépido y perspicaz”
Mi padre Virginio Bernabé Gamarra |
Javier Virino |
Florencio |
Serafin |
Eliffio |
A PROPÓSITO DE CELEBRARSE EL “DÍA DEL
PADRE”
Por:
Florencio Bernabé Gonzales
Contenido
1. Invierno en la Cordillera Huayhuash
2. La estancia de Wipagh
3. Ruinas
arqueológicas de Rara Punta
4. Camino Inca pasa por Rara Punta
5. Viaje a las profundidades del cañón Kora
6. Avistando guaridas de pumas y cóndores
7. Ingresando a la enmarañada Asiaghpuquio
8. Feliz retorno a la cabaña
9. Opulencia familiar solo como producto de alta
responsabilidad
10. Mis reflexiones finales
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RESUMEN
En esta ocasión deseo compartir con ustedes esta
pequeña nota vivida personalmente durante mi infancia, cuando apenas tenía 12 años, al lado de mi señor padre Virginio
Bernabé Gamarra (qpdqdg), producto de cuyas enseñanzas soy ahora, el mismo que quiero trasladar a
mis queridos hijos y generaciones venideras, “los objetivos deben cumplirse”.
1. INVIERNO EN LA CORDILLERA HUAYHUASH
Mi madre Salomina Gonzales Ibarra y mi hermana Gelacia camino a Jahuacocha |
Corrían los meses de febrero, crudo invierno aquel año,
mi padre uno de los exitosos crianderos de ganado vacuno del pueblo, decidió
trasladar su ganado vacuno desde las heladas punas de Jahuacocha – Gochacutan,
ubicada en la misma Cordillera Huayhuash a 4 mil msnm, debajo de los nevados
Yerupaja y Jirishanca, su querencia natural,
a 20 km de distancia en la parte oriental del pueblo.
Llovía día y
noche, los cerros se iban cubriendo lentamente de nieve, propio de la época; por
la intensa y permanente lluvia ya no había lugar seco, excepto dentro de las
chozas, generando intenso frio, humedad y barro en el piso. Los corrales hechos
para encerrar los becerros ya no contaban con algún lugar seco, consecuencia de
ello en las pequeñas pesuñas de estos animales se formaban lacerantes llagas, “izca” le decían los crianderos, sufrían estos
animalitos, ya ningún remedio casero aliviaba; frente a ello, la alternativa de
mi padre como de costumbre, cada año por esta época era bajarlos hacia Wipagh, lugar
calido, de abundante pasto, dicho sea de paso también era la segunda querencia
de su ganado vacuno, distante a aproximadamente 13 km, aguas abajo por el río
Pativilca, ubicadas en la parte sur del pueblo.
Camino a Wipagh al pasar "Aguashragra" |
Aquel día asignada para bajar el ganado, era una
jornada muy peculiar para todos los integrantes de la familia. Cada uno ya
teníamos nuestras tareas asignadas. Previo, unos días antes de aquella fecha,
recorríamos los cerros buscando los toros, terneras, toretes y vacas “mostrencos”, como solía decir mi
padre; ya lo teníamos encerrados en los corrales la noche anterior, mi padre
pasaba la última lista por tamaños, colores y sexo para asegurarse y luego daba
su conformidad, esta parte de las vivencias lo abordaremos en el próximo número:
“LA CARABANA DE DON VIRGINIO BERNABE”.
2. LA ESTANCIA DE
WIPAGH
Flor de guaromo |
En Wipagh, zona quichua, de clima cálida por
excelencia a 2900 msnm, apropiada para ganado vacuno, por la extensión y
abundancia de sus pastos, pero, con algunas partes con mucha pendiente, y
accidentados cercano al rio Pativilca, lugar donde abunda los guaromos, kerkarillos,
muchkis, lloques, pitajayas, vizcaínas “gualanka”, shuplack, una variedad de
plantas que crecían y desaparecían en verano, en época de invierno la neblina
cubre permanentemente estas zonas; ni que decir, abundaban pumas, zorros,
vizcachas, perdices, cóndores, diversos especies de aves, reptiles, lagartijas,
arácnidos, zancudos, etc., es decir una biodiversidad propia de estos climas y
microclimas. ¡Wipagh de gratos recuerdos de mi infancia!
En estas tierras he visto cosechar a mis padres y
otros comuneros variedad de papas, abundantes y multicolores, los famosos
“quitipshus”, de corazón morado y rosado, las “jalgahuarmis”, y de color
amarilla arenosas, dulces ocas y lustrosos y gigantes ollucos, habas gigantes y
cebadas de granos grandes.
Al final del ultimo cerro esta la costa, vista desde Rara Punta |
Para irrigar, los comuneros construyeron un estanque
en la parte alta, que capta sus aguas a su vez desde las alturas de Shupla y
Matibamba ubicadas a 3800 msnm aguas arriba, usaban los mismos canales hechos
por antiguos peruanos pre-incas, asentadas en Rara Punta, cuyos vestigios
arqueológicos así lo demuestran.
Acequia construida a base piedras lajas desde
tiempos inmemoriales, que recorre de sur a norte, cruzando el camino grande o
Qapaqñan que une los pueblos ubicados en la parte sur de la actual provincia de
Bolognesi con la antigua capital Huanucopampa del Chinchaysuyo en el tiempo de
los incas, distribuido apropiadamente para que tomen agua tanto la gente como
los animales de Jana y Ura Wipagh.
Ruinas de Cutacocha |
Estas aguas en invierno abundan y en verano
escasea, hasta desaparecer.
Se extiende los pastos de esta zona hasta los
límites de la comunidad de Tauripon actual Distrito de la Primavera, los
lugares denominados Partegh, Cachipata encima de Rara y Chinchupata, como también
hasta encima del río Pativilca, así mismo todo Ragahj (otra zona arqueológica)
y Agsahuarko, lugar predilecto de don Anuncion Carrera, “el hombre más alto del
pueblo”, por las alturas limita con Shupla,
origen del riachuelo Aguashragra, y por
la parte baja Rucuspata, Asiaghpuquio y Calta (frente a Pico) en las profundidades
del cañón de Kora por donde recorre el rio Pativilca que se dirige hacia el
Océano Pacifico donde desemboca. Estas aguas riegan las sedientas tierras de
los cañaverales de Paramonga, Huaytu y otros en la costa
Vista del río Pativilca desde Wipagh |
Los corrales de los vaqueros estaban diseminados en
las faldas de Rarapunta, con una marcada distribución, los de UraWipagh, debajo
del camino grande (Qapaqñan) mencionado que se dirige a Rara (emporio maizal de
Pacllón), Tauripon, Llaclla y los demás pueblos de la zona sur de la actual provincia
de Bolognesi, allí estaban como una agrupación de vaqueros las familias de Enrique
Gamboa, Faustino Rosario, Alejandro Ibarra, la familia Andrade y otros, siempre
numerosos; los de JanaWipagh, encima del
mencionado camino cercano a las ruinas pre-incas de Rarapunta, sólo el
corral de mi padre Virginio Bernabé, y hacia la parte superior, cercano a los
estanques de agua, las cabañas de Melchor Carrera y en la parte baja y a la
entrada de Wipagh, la estancia de los “Huascachos.
3. RUINAS
ARQUEOLÓGICAS DE RARAPUNTA
Murallas de las ruinas de Rara Punta |
Las ruinas de Rarapunta, se extiende en el cerro del
mismo nombre formando una pequeña cumbre recorrida de sur a norte, en una
especie de esquina o quiebre del cerro,
un lugar estratégico construido por los Wari o Quiruvilca, desde aquí se
domina tanto hacia el norte como al sur casi 360 grados, transformándose en
mirador obligado para los viajeros, los restos arqueológicos están diseminados por toda la cumbre del
cerro, en una extensión de 2 km, viniendo desde Cutashpunta, pasando por
Ragahj, siguiendo todo la cumbre hasta llegar a Chinchupata. Desde aquí se
puede divisar hacia el sur – oeste, los diferentes pueblos como Ticllos,
Corpanqui, Carhuajara, Cajamarquilla, Canis, Huanri y otros, y por el norte, es
decir al frente los linderos de Chiquian, con las estancias de Papun y Pancal
la otra hora hacienda del bandolero Luis Pardo.
Parte de las ruinas de Ragagh |
Por debajo, en
las profundidades a aproximadamente a 2 Km.,
de estas ruinas pre-incas, se desplaza sigsagyante cual serpiente plateada el
Río Pativilca, recorre todo el Cañón de “Kora”, y mirando hacia el sur, continua ese
recorrido por esas quebradas profundas y misteriosas, donde no ha llegado
ningún ser humano a estas profundidades, son muy accidentadas e inaccesible
llegar al río, de niño escuchaba que
sólo por el lugar denominado “Pumasaltanan”
salto del puma era posible. Luego este
rio toca tangencialmente el pueblo de Llaclla, capital del actual distrito de
Abelardo Pardo Lezameta hasta perderse en el horizonte dirigiéndose hacia la
costa;
4. CAMINO INCA PASA
POR RARAPUNTA
"Almatupukunan" |
Es impresionante recorrer el camino Inka que se
dirige de esta zona hacia el pueblo, uniendo los pueblos de Llaclla,
Gorgorillo, Tauripon y el emporio de maíz denominado Rara, hacia abajo distante
a más 1 km recorre paralelo el río Pativilca.
Este camino grande está lleno de anécdotas,
supersticiones y creencias propios del hombre andino, cada tramo de tiene
nombres pintorescos como “Algoarkanan”, mirador de los perros, “Almatupukunan”, medida
del destino del alma, donde existen cuatro ventanas rectangulares pegadas en el
cerro, a la que el pasajero tiene que encajar con piedras a una distancia de 5
m., si encaja, se quedará “soltero(a)”, “Viudo(a)”, “casado(a)” o “divorciado(a),
según su destino; “Shulumachay”, cueva
del aborto, al pasar por esta cueva se escucha el eco del río que recorre el
cañón con un sonido particular.
Por estos parajes es común ver el vuelo de cóndores solitarios o en
grupos, ya sea por debajo encima del camino.
A lo lejos el río Pativilca: "Mashcash" |
El río que recorre esas profundidades toma el nombre
de Río Pativilca justamente en el lugar denominado Mashcash, donde el río Ainin
que al recorrer aguas abajo el valle del mismo nombre, desde las alturas de
Aquí y Pachapaqui, se juntan con el río Pomapata en este lugar, lo mismo, el río Pacllón, aguas arriba se juntan con los
ríos Llamac y Achin que recorre todo el territorio de Pacllón desde sus
nacientes de Jahuacocha. Es decir en
Mashcash se juntan tres ríos para denominarse Río Pativilca: Pcllón, Aynin y
Pomapata.
5. VIAJE A LAS
PROFUNDIDADES DEL CAÑON KORA
Aquella mañana el panorama de Wipagh estaba cubierta
de neblina, muy temprano, al rayar la aurora, me levanta mi padre para
acompañarlo – ya levántate muchacho, vamos a Calta ver las vacas y regresaremos
pronto – logro escucharlo.
A lo lejos se divisa los pueblos del lado sur de la provincia de Bolognesi |
Somnoliento y a regañadientes obedezco, como
cualquier hijo obediente, común denominador de aquellos tiempos de crianza de
los padres; me visto la ropa y sonámbulo, le sigo los pasos; pero, antes de
ello mi madre le recuerda a mi padre -
“…guambranse lichilanpish
upyarkusun, janarkamsha, malgangami….”. “el niño va tener hambre, mejor
preparo el desayuno para que se vayan” - mi padre, muy puntual - “mejor prepara el desayuno para cuando
regresemos, regresaremos rápido, ya se nos hace tarde, vamos temprano…”..-
le contesta.
Así emprendimos la caminata por el camino grande de
Wipagh, como quien regresa al pueblo, faldeando, un camino llano, dicho sea de
paso era la primera vez que llegaría hasta esas profundidades del cañón, solo
conocía las faldas cercanas al camino. Llegamos al riachuelo de Aguashraghra,
el eco de sus aguas de este riachuelo bullicioso, en época de invierno hace
retumbar los cerros, en esas quebradas
profundas y empinadas; desde aquí,
descendimos por una especie de camino, pero más pareciera que fueron hechas por
las vacas.
"Humankuy" |
Descendemos rápidamente, especialmente para mi ágil
cuerpo de niño, saltando y cortando tramos, en ocasiones le ganaba a mi padre
que bajaba muy lentamente a un solo paso, pero seguro; transcurridos
media hora llegamos a Mollepata, pequeña plataforma, una especie de anden, donde
posteriormente mi padre haría otro
corral, cercano a la zona de “Asiagpuquio”, manantial mal oliente, a partir de
este punto, el camino se borra completamente, tenemos que seguir por los
senderos hechos por las vacas, continuamos descendiendo; pero yo, exactamente
no sabia los propósitos de mi padre, no podía leer su pensamiento, si era sólo
ver a las vacas, preferentemente las preñadas, u otros objetivos
relacionadas con la crianza de estos
animales.
Después de haber descendido más de una hora, cuando
los rayos del sol iluminaban los cerros tibiamente, arribamos al lugar denominado
“Calta”, de aquí a unos 200 metros ya estamos en el río Pativilca, punto desde
donde regreso mi mirada para comprobar el camino recorrido al descender, ¡oh!,
que distancia habíamos descendido, más de mil metros hacia abajo, ¡que miedo
para mi!, la pendiente promedio de este suelo es aproximadamente de 60 grados,
muy empinada, pero abundante de pastos para las vacas, lugar preferido para
cría de los denominados “vacíos” (terneras, toretes y vacas preñadas).
6. AVISTANDO GUARIDAS DE PUMAS Y CÓNDORES
Arbustos espinosos de la zona |
Luego de la búsqueda por los bosques de alisos,
recovecos, hoyadas, logramos ubicar a las vacas preñadas, un total de diez
vacas, mi padre da una mirada exhaustiva
a cada una de ellas y lo va separando, y decide que cinco de esas
vacas debemos llevar de regreso al corral, para mi desde el primer momento de esa
decisión, me causa asombro y me parece irrealizable, por la distancia que tenia
que recorrerse de regreso, el hambre que sentía a esa hora de la mañana, siquiera
no tenia un grano de cancha en mi
bolsillo, rebuscaba por los arbustos algún fruto comestible, pero, por el trajín del viaje no
me era posible llevar algún bocado.
Nuestro retorno desde esas profundidades, se hace
lenta y difícil arreando las cinco vacas, estas a su vez no quieren salir de su
querencia, constantemente regresan, cada vez se hace difícil apartarla de sus
castas, me tengo que multiplicar, saltando los arbustos de rato en rato, los “tientos”
de mis “llanques”, cintas de jebe, cortados y colocados magistralmente a la
medida de mis pies sobre la llanta reciclado de algún automóvil con cocadas
desgastadas, constantemente se rompen, tengo que improvisarlo rápidamente a
cada rotura, de lo contrario las espinas de las “gualankas”, cactus espinoso se
me incrustan, el dolor es pasajero, pero corro para allá, corro para acá y corro
para abajo, mis fuerzas cada vez desfallecen, pero no demuestro ningún signo de
debilidad delante de mi padre, él hace lo propio, pero su fortaleza me
quintuplica, también veo que corre y baja constantemente arreando a las vacas,
por el lado que le corresponde.
7. INGRESANDO A LA
ENMARAÑADA ASIAGHPUQUIO
Vista del cañón de Kora desde Wipagh |
Cuando el sol llegaba casi al medio día, abandonamos
la zona de Calta, para dirigirnos por “Asiaghpuquio” en nuestra ruta de
regreso, mis pequeñas fuerzas cada vez
me abandonan, mis tientos están recontra cortos, me ajustan los pies, se
parecen hinchados, mi pantalón y mi chaqueta
deshilachados en distintas partes
producto de los roces con arbustos y espinas al pasar abruptamente por
perseguir a las vacas, mi pequeño poncho llevaba amarrado a mi cintura.
8. FELIZ RETORNO A
LA CABAÑA
Llegamos a la cabaña de Wipagh, cuando la sombra de
la noche se asomaba temerariamente, grande fue la sorpresa de mi madre que
corrió al vernos desde lejos, me abrazo tiernamente, y le dio una mirada de
alegría a mi padre, pero al mismo tiempo, manifestó que nuestra ausencia todo
el día le preocupo, suponiendo que algo grave nos había ocurrido, Calta es la
querencia de los pumas, y serpientes, le increpo por la osadía de haberme
tenido de hambre en toda la jornada, a lo que mi padre no contesto ninguna
palabra; llegamos al corral con las vacas, inmediatamente mi madre sirvió la
cena, me faltaba manos para devorar todo lo servido, desayuno, almuerzo y merienda
al mismo tiempo, apenas termine el plato y una tasa de leche, me quede dormido
en el regazo de mi madre, entre sueños escuchaba lo que narraba mi padre
nuestras peripecias.
Ruina arqueológica de Rara Punta desde Wipagh |
En los andes, los niños prematuramente logramos aprender
las técnicas de supervivencia y nos adaptamos con rapidez a las exigencias de
la naturaleza, hasta resulta ser un juego y divertido, no lo tomamos como
castigo alguno, totalmente distinto al niño de ciudad.
A la mañana siguiente, apenas me desperté corrí ver
las vacas que arreamos el día anterior desde las profundidades del cañón de
Kora, naturalmente mi padre completo su jornada esa noche encerrándolas en un
corral seguro; un hermoso espectáculo para mis ojos, habían nacido cinco fornidos
becerros que intentaban pararse por sus propios medios, a algunas sus madres le
limpiaban la placenta lamiéndolas, mi padre ya había madrugado hacia otro
punto, pero esta vez solo, contemplamos ese bello escenario junto a mi madre, donde
esos cuadrúpedos intentando sostenerse en sus patas enclenques para buscar la
ubre de sus madres; en esos instante vi que llegaba mi padre con un tronco sobre
el hombre, corrí a darle la grata noticia, también él acelero sus pasos, así
contemplamos y celebramos juntos el resultado del sacrificio del día anterior,
se había cumplido su objetivo, salvar de las garras de los cóndores y de los
pumas; como es costumbre estos carnívoros en esta zona acostumbran cuidar a las
vacas preñadas, espantarlos por el abismo para luego devorar a sus críos apenas nacen,
cual bocadillos deliciosos, eso evito mi padre con esa dura jornada a la que tuve
el honor de acompañarle, no generando perdida en el patrimonio de la familia.
Si
se hubiera dejado influenciar por mi
situación desventajosa de niño, superponiendo a los sagrados intereses de la
familia, no hubiera logrado su objetivo. Mi padre, evaluó mi fortaleza y tomó
esa decisión, porque estaba convencido que era capaz para asumir ese reto desde
niño.
9. OPULENCIA FAMILIAR SOLO COMO PRODUCTO DE ALTA RESPONSABILIDAD
Mi madre camino a Wipagh |
Siempre en mi familia, como en el pueblo de aquellos
tiempos era el común denominador, lo principal era la alimentación; mi pueblo
se caracterizaba por contar en abundancia: legumbres, tubérculos, granos, maíz,
oca, quinua, etc., era natural que en cada casa de los comuneros colgaba en su
sala cual adorno las “huayuncas”, cierta
cantidad de mazorcas de maíz alineadas de sus pancas en sogas, separadas por
colores y colgadas de los terrados, costales de trigo y cebada, habas, fréjoles,
arbejas, etc., y en los altillos, papas, ocas, ollucos, en la “guayrankas”, plataforma
de madera forrada con paja de la puna “ichu” colgando del techo, conteniendo quesos
añejos y sabrosos, charquis colgando de los terrados, cada familia contaba con
un huerto, donde sembraban hortalizas, cebollas chinas y yerbas aromáticas, al
igual que rocotos de varios colores, la gente cosechaba maíz de las chacras de Rucmis,
Rara y de los alrededores del pueblo en abundancia, a nadie le faltaba esos
productos; las papas, ocas y ollucos cada comunero cosechaba por docenas de sacos
de Liriopampa, Huauyan, Mata, etc., los trigales, cebadas y habas de Huanka, Sikla,
Tacra, Majakpatay y otros lugares de
producción, es decir la alimentación estaba asegurada y con creces, épocas de
abundancia y añoranza.
Por encima de cualquier contemplación, sin escatimar
esfuerzos había que proteger el bienestar de la familia, protegiendo su ganado
vacuno, único sustento económico familiar, mi padre solía vender entre 5 o 6
toros al año, con lo cual cubría holgadamente las necesidades urgentes de la
familia, para lo cual si valió la pena todo sacrificio.
10. MIS REFLEXIONES FINALES
Enseñanza que con el correr del tiempo fui
analizando, “los objetivos deben cumplirse”, esta lección aprendida desde mi
tierna edad, he intentado practicar y al mismo tiempo transmitir a los míos,
sabia enseñanza que comparto con ustedes amable lector, quizás también ustedes
tengan gratos recuerdos de sus seres queridos, no duden en compartirlo.
Las buenas enseñanzas, las buenas costumbres lo
positivo debe transmitirse, lo malo, lo perjudicial hacer lo contrario, debemos “marcar en roca las buenas acciones y en
arena las malas acciones”, de tal manera, lo bueno se perennice y sea difícil
de borrar en el tiempo y las malas se
borren cada vez que aparecen las olas.
Delegación retornando de ruinas de Rara Punta (2017) |
Esos
cortos momentos quedaron en mi memoria, como el más preciado regalo del
recuerdo de mi padre, aun puedo percibir su risa, hasta sus vanos
intentos de enseñarme a ser gañan en los sembradíos de trigales, aprender
colocar los herrajes a los caballos antes de salir de viaje, como sinónimo de organización previa.
Las cosas materiales que me dejo se fueron esfumando con el tiempo, pero lo único perdurable a través del tiempo fueron esos pequeños instantes de charla y dedicación que me dio, aunque su trabajo en el campo no me permitía verlo durante algunos días cuando asistía a la escuela o se iba de viaje, puedo reconocer aquellos momentos como los mejores recuerdos que un padre puede dejar.
En la actualidad al ir creciendo tecnológicamente, hemos ido relegando aquellos aspectos íntimos en la relación de padres a hijos, la carga familiar, el trabajo, los estudios, han dejado mella decreciendo el contacto personal que todo padre debe tener con sus hijos.
Hoy es sorprendente como las cosas materiales van colocándose muy por encima de los valores humanos en nuestra sociedad, aún en la zona rural, aunque todavía hay familias que mantienen estos principios, gracias a ellas aún podemos mantener viva la esperanza de un mañana mejor.
En este día del padre, hagamos una reflexión sobre el rol de ser padre, no es solamente el ente generador del financiamiento del hogar ni el individuo que da las pautas enérgicas en el hogar, mucho menos el hombre frio que debe guardarse de toda sensibilidad creyendo erróneamente que perdería autoridad.
Aun con todos los errores o actitudes negativas que algunos padres puedan tener, promovamos la conciencia de la paternidad responsable, con la confianza de algún día llegue a ellos la luz del entendimiento por el valor de su papel en nuestra sociedad.
Rescatemos al padre como ser humano cuyo afecto es también importante para inculcar en sus hijos principios y valores que harán de estos una generación más justa y solidaria.
Las cosas materiales que me dejo se fueron esfumando con el tiempo, pero lo único perdurable a través del tiempo fueron esos pequeños instantes de charla y dedicación que me dio, aunque su trabajo en el campo no me permitía verlo durante algunos días cuando asistía a la escuela o se iba de viaje, puedo reconocer aquellos momentos como los mejores recuerdos que un padre puede dejar.
En la actualidad al ir creciendo tecnológicamente, hemos ido relegando aquellos aspectos íntimos en la relación de padres a hijos, la carga familiar, el trabajo, los estudios, han dejado mella decreciendo el contacto personal que todo padre debe tener con sus hijos.
Hoy es sorprendente como las cosas materiales van colocándose muy por encima de los valores humanos en nuestra sociedad, aún en la zona rural, aunque todavía hay familias que mantienen estos principios, gracias a ellas aún podemos mantener viva la esperanza de un mañana mejor.
En este día del padre, hagamos una reflexión sobre el rol de ser padre, no es solamente el ente generador del financiamiento del hogar ni el individuo que da las pautas enérgicas en el hogar, mucho menos el hombre frio que debe guardarse de toda sensibilidad creyendo erróneamente que perdería autoridad.
Aun con todos los errores o actitudes negativas que algunos padres puedan tener, promovamos la conciencia de la paternidad responsable, con la confianza de algún día llegue a ellos la luz del entendimiento por el valor de su papel en nuestra sociedad.
Rescatemos al padre como ser humano cuyo afecto es también importante para inculcar en sus hijos principios y valores que harán de estos una generación más justa y solidaria.
Saludemos
al padre que lucha cada día desde los niveles más altos de nuestra jerarquía
social, hasta aquel humilde trabajador que se sobrepone al cansancio y al
infortunio, para dar bienestar a su familia.
Por aquellos padres que esperan la llegada de sus hijos, por los padres que se olvidaron de ellos, pero podemos mantener la llama del perdón y la reconciliación, así también por aquellos hombres que sin ser padres asumieron este rol con valentía, amor y dedicación.
Por aquellos padres que esperan la llegada de sus hijos, por los padres que se olvidaron de ellos, pero podemos mantener la llama del perdón y la reconciliación, así también por aquellos hombres que sin ser padres asumieron este rol con valentía, amor y dedicación.
Afectuosamente
Jawuacholo
Nota:
Este artículo fue escrito en Rarapaunta y publicado
originalmente en Mayo, 11 del 2009 en:
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Además, esta
poesía que adjunto a reglon seguido:
MI PADRE
Por: Juan de Dios Peza
Yo tengo en el hogar un soberano
único a quien venera el alma mía;
es su corona de cabello cano,
la honra es su ley y la virtud su guía.
único a quien venera el alma mía;
es su corona de cabello cano,
la honra es su ley y la virtud su guía.
En lentas horas de miseria y duelo,
lleno de firme y varonil constancia,
guarda la fe con que me habló del cielo
en las horas primeras de mi infancia.
lleno de firme y varonil constancia,
guarda la fe con que me habló del cielo
en las horas primeras de mi infancia.
La amarga proscripción y la tristeza
en su alma abrieron incurable herida;
es un anciano, y lleva en su cabeza
el polvo del camino de la vida.
en su alma abrieron incurable herida;
es un anciano, y lleva en su cabeza
el polvo del camino de la vida.
Ve del mundo las fieras tempestades,
de la suerte las horas desgraciadas,
y pasa, como Cristo el Tiberíades,
de pie sobre las horas encrespadas.
de la suerte las horas desgraciadas,
y pasa, como Cristo el Tiberíades,
de pie sobre las horas encrespadas.
Seca su llanto, calla sus dolores,
y sólo en el deber sus ojos fijos,
recoge espinas y derrama flores
sobre la senda que trazó a sus hijos.
y sólo en el deber sus ojos fijos,
recoge espinas y derrama flores
sobre la senda que trazó a sus hijos.
Me ha dicho: «A quien es bueno, la
amargura
jamás en llanto sus mejillas moja:
en el mundo la flor de la ventura
al más ligero soplo se deshoja.
jamás en llanto sus mejillas moja:
en el mundo la flor de la ventura
al más ligero soplo se deshoja.
»Haz el bien sin temer el sacrificio,
el hombre ha de luchar sereno y fuerte,
y halla quien odia la maldad y el vicio
un tálamo de rosas en la muerte.
el hombre ha de luchar sereno y fuerte,
y halla quien odia la maldad y el vicio
un tálamo de rosas en la muerte.
»Si eres pobre, confórmate y sé bueno;
si eres rico, protege al desgraciado,
y lo mismo en tu hogar que en el ajeno
guarda tu honor para vivir honrado.
si eres rico, protege al desgraciado,
y lo mismo en tu hogar que en el ajeno
guarda tu honor para vivir honrado.
»Ama la libertad, libre es el hombre
y su juez más severo es la conciencia;
tanto como tu honor guarda tu nombre,
pues mi nombre y mi honor forman tu herencia.»
y su juez más severo es la conciencia;
tanto como tu honor guarda tu nombre,
pues mi nombre y mi honor forman tu herencia.»
Este código augusto, en mi alma pudo,
desde que lo escuché quedar grabado;
en todas las tormentas fue mi escudo,
de todas las borrascas me ha salvado.
desde que lo escuché quedar grabado;
en todas las tormentas fue mi escudo,
de todas las borrascas me ha salvado.
Mi padre tiene en su mirar sereno
reflejo fiel de su conciencia honrada;
¡Cuánto consejo cariñoso y bueno
sorprendo en el fulgor de su mirada!
reflejo fiel de su conciencia honrada;
¡Cuánto consejo cariñoso y bueno
sorprendo en el fulgor de su mirada!
La nobleza del alma es su nobleza,
la gloria del deber forma su gloria;
es pobre, pero encierra su pobreza
la página más grande de su historia.
la gloria del deber forma su gloria;
es pobre, pero encierra su pobreza
la página más grande de su historia.
Siendo el culto de mi alma su cariño,
la suerte quiso que al honrar su nombre,
fuera el amor que me inspiró de niño
la más sagrada inspiración del hombre.
la suerte quiso que al honrar su nombre,
fuera el amor que me inspiró de niño
la más sagrada inspiración del hombre.
Quisiera el cielo que el canto que me
inspira
siempre sus ojos con amor lo vean,
y de todos los versos de mi lira
estos dignos de su nombre sean.
siempre sus ojos con amor lo vean,
y de todos los versos de mi lira
estos dignos de su nombre sean.
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