“ALQUPAMPA”
Lugar predilecto de los perros
Damiana y Amalia (hijas de Donato Carrera y Melchor Carrera) |
Doña "Makshi" esposa de Samuel Caque |
Celestino Carrera (hijo de Donato Carrera), Edmundo Cordova (hijo de Pili Mendoza) |
Pacllón, 11 de mayo del 2019
Añorado y nostálgico escenario de ardorosas e interminables jornadas
deportivas y de diversos juegos infantiles, entre el polvo levantado por el
viento en remolinos violentos cual tornado o huracán, corriendo tras la pelota
de trapo, o el “pocash” bien inflado, o en el mejor de los casos, pelotas de
jebe que daban botes largos, sin escatimar miedo por caerse al zanjón “siksipawayin”,
sudorosos “chiuchis” con llanques correteando, nuestro mayor miedo perder el
preciado balón. Cuentan que se precipitaron accidentalmente por este abismo
tres niños, dos salieron caminando, el tercero de desenlace fatal. “Alqupampa”,
lo transfórmanos en nuestro lugar predilecto de mil aventuras infantiles.
Desde "Alqupampa" se ve la torre del camapanario |
También, lugar de preferencia de los “alqus” del pueblo de diferentes colores, tamaños y razas, algunos con dueños, otros mostrencos y hambrientos deambulando, o simplemente por el placer de revolcarse en el suelo polvoriento a manera de relajo. Cita natural del amigo fiel del hombre, acudiendo para cascar los últimos huesos robados, o tras las perras en celo seguida por una manada en fila india; la ley natural también rige a cabalidad en esta especie, los machos más grandes o audaces son los dominantes, pero ante un descuido o mientras este se enfrasca en peleas por defender su hembra, otros aprovechan la ocasión sin oposición alguna, generando peleas masivas, todos contra todos. Frecuentemente esas comparsas infantiles matizadas con la pelea de estos sabuesos, algunos niños son seguidos por sus mascotas o guardianes, las que se suman en esas trifulcas cuyos ladridos y aullidos rompen la tranquilidad del barrio, difíciles de apaciguar, siempre están deambulando por el lugar, de allí su nombre cariñosamente barrio “Alqupampa”.
En noches de verano, bajo el brillo de luna llena, después de cenar, mientras
los adultos en tertulia familiar van planificando las tareas cotidianas, los
niños jugando a las escondidas y mil juegos en tropel hasta el regaño materno.
En grupos van llegando los bullangueros de “Kutapakcha”, los entusiastas de
“Urapakcha”, los alegres de “Kuntún” y los pleitistas de “Cosojirkan”, nuestro lugar
de cita predilecta desde siempre. El pueblo está dividido en Ichucan y
Llamacancha, este escenario pertenece a ambos bandos.
El tiempo se encargo de pasar factura a las casas del entorno |
En grupos rememorar, la llegada al pueblo de las bandas musicales durante
la fiesta patronal de agosto, tratando de imitar sonidos musicales sean con latas de conservas usadas, o tallos
de “maguey” en forma de algún instrumento musical conocido: trompeta, bajo o
clarinete; apropiadamente escogidos, son los “concursos favoritos”, voces
infantiles imitando a lo diversos músicos de las bandas de Huanri, LLipa,
Mangas o del mismo pueblo, preferentemente las marchas son nuestra predilección,
ejecutadas mientras los capitanes recorren las calles, bien grabada en nuestras
memorias hasta los mínimos detalles, los adornos musicales con esos “instrumentos”,
algunos al ejecutar incluso inflamos la cavidad bucal y arrugamos el gesto,
cual veterano bajista o trompetista.
Herederos de Herminio Carrera |
Llegado el invierno, las torrenciales lluvias y las aguas de los tejados
de las casas discurren hacia este lugar por la pendiente natural del pueblo,
juntándose con los procedentes de la parte alta y las del propio barrio, así nuestro
escenario deportivo se transforma en una inmensa “piscina” natural, inundando
con frecuencia a algunas casas de las inmediaciones. Allí están las casas que
contornean, interconectadas por callejones y pasadizos, por el sur de Artemio
Laurente, Aurelio Luciano, Rigoberto Vargas “Ricopincho”, Glicerio Damián, la
familia Rosario y Neira, por el oeste las casas de Pili Mendoza, Ikchu Mendoza,
Clarita Osoriano, Eliza Mendoza, Samuel Caqui, por el norte con las de Manuel
Alvares, Luisa Alejo, el zanjón, casa de Felipe Caque “Bonclay”, Laurencia
Varillas, Feliciano Pérez y Bernardino Gamboa “Pinalo” y por el
oriente las casas de Belisario Flores, Pasión Ibarra, Virginio Bernabé, Donato
Carrera y Melchor Carrera, cerrando en circulo “Alqupampa”.
Malla protectora de "Siksipawayin" |
Tardes lluviosas de competencia interminables con zancos, más conocidos
como “garrocha”, construidas por nosotros mismos, de troncos de aliso o huaromo
y acondicionados apropiadamente para nuestros pies, tradición irremplazable
para demostrar la audacia infantil, quien recorre sin mojarse todo el perímetro
hasta llegar a lugares profundos. Aún más audaces recorrer siguiendo los barcos
de papel hechos con las hojas de cuaderno usado o periódico pasado que
ocasionalmente recogimos. Hombres y mujeres sobre el fango de agua estancada
sin que las mamás se enteren, osadamente pisando hasta mojarse los llanques,
¡pobre! Si los tientos que sujetan son de cuero que se encogen y endurecen cuando
seca, si son de jebe no había inconveniente.
Juventud estudiosa en tarde deportiva |
Llegado la primavera, el barro se va secando lentamente, pero pululan mosquitos
y zancudos por doquier y el olor inunda las cocinas, mientras el contorno reverdece
y resalta fragancias de flores amarillas de “amor seco” o “shilco shilco”, “asiagjacha”
y otros arbustos cuyas flores son la predilección de las abejas y mariposas de
mil colores; capturarlas es la hazaña que puede generar peligro tanto por la
picazón o la caída al zanjón. La mirada vigilante de los padres no era de
extrañar, siempre resondrando por el atrevimiento de jugar cerca al zanjón,
mirador natural.
Vista panoramica del pueblo desde "Alqupampa" |
Cotidiano en “Alqupampa” están revolcándose recuas de acémilas, entre
caballos y asnos de Virginio Bernabé, Artemio Laurente, Donato Carrera, Melchor
Carrera y otros vecinos, con carga o sin ella ocupando parte del pampón, por
las mañanas antes de partir hacia sus destinos de jornadas largas como Chiquián,
capital provincial y otros pueblos, estancias como a Jahuacocha, Wipaq, Wauyan
y otras, llevando semillas o víveres para periodos largos de estadía o
regresando de arduas labores del campo en épocas de cosecha, trasladan costales
repletos de papas o cereales desde Rara, Rucmis, Wauyan, Matta, Wanca o Wipaq, ¡tiempos
de abundancia la Pachamama provee para regocijo de las familias!.
Aquí se plasmaron historias de amor y tragedias de hombres y mujeres,
bien guardadas en la memoria ni el tiempo lo borra, canciones y versos
dedicadas a la amada en serenatas románticas con guitarras, mandolinas y quenas,
retumba la penumbra de Pacllón en noches estrelladas. Escenario de mil
vivencias de siempre. Perdiste el encanto desde cuando te cubrieron con cemento,
escasean los niños y sus perros de antaño, ya tienes otra faceta como escenario
infantil. Como dice el poeta “volverán las oscuras golondrinas a colgar su nido
del balcón, pero ya no volverán las vivencias infantiles en Alqupampa”.
Voces pueblerinas:
Alqupampa:
Lugar predilecto de los perros
Alqus: perros
Asiagjacha: Arbusto
de olor fuerte y flores blancas
Capitán: Funcionario
de fiesta costumbrista
Chiuchi: Niños
pequeños
Cosojirkan:
Mirador del coso
Huaromo:
Arbusto de flores amarillas
Ichucan:
Comuneros foráneos asentados en el pueblo
Jahuacocha:
Estancia debajo del Yerupajá
Kuntun: Mirador
a la salida del pueblo
Kutapakcha:
Manantial en el rincón del pueblo
Llamacancha:
Comuneros originarios del lugar
Llanque: A
manera de sandalias rusticas
Maguey:
Cabulla (Agave)
Matta:
Estancia ubicada en el sur a 5 km
Pocash:
Vejiga de rumiante
Rucmis:
Estancia al otro lado del rio Achín
Siksipawayin:
Casa del murciélago
Shilco
shilco: Arbusto cuyas flores amarillas se transforman en espinas pegajosas
Urapakcha:
Manantial de la parte baja
Wanca:
Estancia ubicada encima del pueblo
Wauyan:
Estancia ubicada en el oriente a 10 km
Wipaq:
Estancia cerca de las ruinas de Rara Punta
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