miércoles, 27 de diciembre de 2017

NEGOCIOS POR LA VENIDA DEL PAPA





CRISTIANISMO ASENTADO SOBRE BASES FALSAS: TIENE PIES DE BARRO

A propósito de estas fiestas y 

la venida del Papa a Perú









 Millones de personas en el mundo – aunque cada vez menos en proporción a la población mundial- se consideran cristianas, a pesar de no haber leído nunca los evangelios ni mucho menos la Biblia, más allá de haber escuchado alguna vez las citas hechas por los que se autoproclaman representantes de “Dios” en la tierra.
Lo cierto es que el cristianismo – y sobre todo el catolicismo, aunque no sólo éste- está asentado sobre bases falsas: tiene pies de barro, a pesar de lo cual ha sabido mantener su poder durante casi 1700 años (desde el Concilio de Nicea), recostándose en los aposentos de los poderosos y destruyendo a todo aquél que se le opusiera.
Las fiestas navideñas y el año nuevo, están situados en fechas arbitrariamente estipuladas por los poderes de turno y sus conveniencias, y podemos describir su historia en una sumarísima síntesis.
 La existencia de Jesús el Cristo no está probada históricamente, más allá de los evangelios citados por la Iglesia: ningún historiador de la época ha escrito nada a cerca de él, y lo que ha llegado hasta nuestros días son comprobadas falsificaciones hechas por los monjes copistas del medioevo.
Si existen dudas acerca del personaje histórico de Jesús, mucho más problemática es, lógicamente, la fecha de su nacimiento. No siempre se festejó el 25 de diciembre. Hubo muchas especulaciones hasta el siglo 4°, y otras fechas: 6 de enero, 28 de marzo, 19 de abril, 20 de mayo.  Hasta que llegó Constantino y “su” Concilio de Nicea (325 d.C.).
Hasta allí, el cristianismo era perseguido y sus fieles eran torturados y asesinados por el Estado romano. Pero la insatisfacción creciente de grandes franjas de la población y la prédica humanitaria de los primeros cristianos hicieron que el culto a Jesús fuera siendo cada vez más popular.
El emperador Constantino le dio la posibilidad al cristianismo de legalizarse para solucionar el problema que éste le generaba al Estado, pero para ello la Iglesia debió hacer ciertas concesiones: por aquella época eran muy populares los cultos a Mithra y al Sol Invictus en el Imperio Romano (muy similares entre sí y que muchos confunden con un único culto); ellos festejaban su natalicio el 25 de diciembre, el nacimiento del sol en el solsticio de invierno, así que se vio con buenos ojos fusionar las creencias y adjudicar la misma fecha al nacimiento de Jesús. El cristianismo incluso adoptó muchas tradiciones paganas: las velas, el incienso, las ropas llamativas, la espectacularidad de los festejos, la incorporación de imágenes de culto. Se puede decir que a partir del Concilio de Nicea nació y se formó la iglesia que hoy conocemos. Allí se sepultó por completo al supuesto Jesús humano y se tejió una pantalla que aún hoy oculta la verdadera historia. Se juntaron y analizaron los textos que hablaban de la vida de Jesús y se le dio al Nuevo Testamento la forma que hoy le conocemos. Muchos textos fueron reescritos y otros clasificados conforme a la nueva mentalidad que se le pretendía dar al cristianismo, apartándolo del judaísmo y confluyendo en lo que hoy es el catolicismo apostólico romano. Muchos escritos fueron censurados por poco convenientes: mostraban a Jesús demasiado “humano”, cerca de la carne, lejos del dios que pretendían “crear”. Aquellos textos fueron llamados “apócrifos”, y quedaron afuera del Nuevo Testamento. De esa manera, un grupo de hombres le dio forma al libro que hoy millones consideran sagrado.
Hasta el Concilio de Nicea el cristianismo estaba dividido en innumerables corrientes, pero podían diferenciarse dos ramas principales: el judeo-cristianismo y el paulismo-pro romano. En el concilio se adoptó el universalismo de Pablo de Tarso (Saulo, o San Pablo) y se censuraron las demás corrientes, que a partir de aquél momento pasaron a llamarse herejías. Eso fue consecuencia de la conveniencia más que de la convicción o la fe religiosa: el cristianismo debía decidir entre enfrentarse al poder del Imperio Romano o acomodarse con él. La sumisión a Constantino ya estaba decidida de antemano, pues le otorgaba al cristianismo beneficios que no había tenido hasta el momento. Fue una especie de negociación en la que ambas partes se vieron beneficiadas. El Imperio buscaba terminar con el problema que le ocasionaba la rebeldía del cristianismo creciente. Y el cristianismo se romanizó.
Si hasta la divinidad de Jesús se decidió por votación de los obispos presentes: 218 a favor, 2 en contra.
A partir de Nicea se consideró herética toda idea que se apartara de los lineamientos del Concilio. Es más, la mayoría de los mártires primitivos del cristianismo hubieran sido considerados herejes por la iglesia católica romana. Por lo general, las ramas heréticas del cristianismo tenían fuerte influencia judaica, eran nacionalistas y antirromanas. La ortodoxia católica no podía tolerar esas conductas pues podían poner al Estado Romano en su contra. Además, la mayoría de ellas no aceptaba la divinidad de Jesús, seguían sus ideas pero lo consideraban un hombre, su líder político.
En definitiva, la herejía era pensar distinto de los que supieron ganarse la simpatía del Imperio.
Y a partir de allí, esa fue la doctrina de la Iglesia Católica: de perseguidos pasaron a ser perseguidores. Todo aquél que pensara en forma distinta debía ser eliminado. Consecuencia de aquella forma de pensamiento fueron las Cruzadas, la Inquisición, las conquistas de nuevas tierras y las matanzas de seres humanos “en nombre del Señor”. Millones y millones de vidas cegadas por el fanatismo religioso, por la soberbia y el salvajismo. Ninguna institución humana ha sido responsable de más muertes y torturas que la Iglesia Católica y el cristianismo en toda la historia de la humanidad.
La Iglesia cristiana ha tergiversado los hechos históricos, los ha falseado, ha mentido para obtener poder, ha destruido documentos históricos valiosísimos para ocultar la verdadera historia, y sobre ello ha edificado sus cimientos.
Debido a la cantidad de respuestas que me han llegado, motivadas por el escrito "Sumarísima historia del cristianismo", he decidido realizar una breve y única explicación al respecto, que espero pueda conformar a todas las inquietudes enviadas

PEQUEÑA Y NECESARIA EXPLICACIÓN SOBRE "SUMARÍSIMA HISTORIA DEL CRISTIANISMO"

 Evidentemente, cometí un error al publicar el escrito al que refiere el título de esta nota. No porque considere que esté equivocado en alguno de los datos y opiniones que allí vertí, sino por no haber adjuntado alguna bibliografía en la que está basado (nadie tiene por qué saber que investigo sobre el tema desde hace más de veinte años).
Mi preocupación no es tanto por aquellos que, parados desde un púlpito que les ha dado alguna lectura, o un título avalado por quienes han escrito la historia con sangre de millones de seres humanos, lo han criticado, como si la historia fuese una ciencia exacta y una verdad revelada por el dios… de ellos; y a ellos.
Sino por aquellos que no han tenido la oportunidad de haber indagado en profundidad sobre los dimes y diretes que provoca aún hoy (más que nunca, diría), la historia (inventada o real) de Jesús el llamado Cristo, sus seguidores primigenios, la creación de la Iglesia Católica y todas sus consecuencias.
Porque lo cierto es que, si nos atenemos a los miles de escritos que se han realizado sobre esta historia, veremos que la subjetividad está por encima (y por lejos) de los datos objetivos (históricos). Y se puede exponer tanta bibliografía para avalar una postura como la que yo he expuesto, como para los que dicen exactamente lo contrario.
Sin embargo, nadie podrá negar que ningún historiador, ensayista, escritor o poeta contemporáneo a Jesús lo ha mencionado en alguna de sus obras. La primera aparente alusión histórica corresponde al historiador judío Flavio Josefo, quien en sus “Antigüedades Judías” lo nombra en dos pequeñísimos párrafos, recién en el año 93 de nuestra era. Otra “mención” que citan los que sostienen la existencia histórica de Jesús es la de Tácito, quien en realidad describe las persecusiones a las que fueron sometidos los seguidores de Cristo bajo el gobierno de Nerón, en su Historia de Romaescrita en 117 d.C.
Nadie, nadie, antes del año 90, fuera de los seguidores del cristianismo. Para colmo de males para los sostenedores del Jesús histórico, los párrafos mencionados han sido cuestionados por los especialistas, y nadie niega que al menos fueron manipulados por los monjes copistas del medioevo.
Hasta los Evangelios, según la consideración de los especialistas, fueron escritos bastante después de la muerte de Jesús: se cree que el más antiguo es el de Marcos (entre 66 y 74 d.C.), luego el de Lucas (80 d.C.), Mateo (85 d.C.) - los tres llamados “sinópticos”- y el de Juan (100 d.C.).
No voy a ahondar –para no aburrir- en las disímiles teorías existentes a cerca de la mítica figura del considerado “mesías” por gran parte de la humanidad, pero sí mencionar que así como hay quienes lo consideran “el hijo de dios”, hay quienes sostienen que no existió realmente, o que fue Barrabás, o que existió 100 años antes (como “el Maestro de la Justicia”), o que no murió en la cruz y fue uno de los líderes de la resistencia judía y murió en Massada, o que se casó con María Magdalena y dejó descendencia, o que no nació en Nazareth porque este pueblo no existía en aquella época (y fue fundado alrededor del 300 d.C.), o que nació antes del año cero (en el 6 a.C., más precisamente), o que la crucifixión no fue a sus 33 años sino más tarde, entre otras especulaciones.
Ni qué hablar de las diferencias que existen entre los propios evangelios, y que cualquiera puede constatar leyéndolos y comparándolos (cosa que recomiendo).
Bueno, todo esto sirve para aclarar que en esto de la historia de la legendaria figura de Jesús el llamado Cristo nada puede asegurarse con certeza. Y mucho menos debieran hacerlo quienes han resultado los ganadores de la historia a sangre y fuego, y la escribieron según su conveniencia y oficializándola, con lo que han querido ocultar –destruyendo valiosos documentos- otras historias que sostenían quienes no pudieron contarla porque fueron silenciados por ellos.
Así que, amigos y compañeros, yo les recomiendo que no nos crean a ninguno, ni a ellos ni a nosotros: investiguen, profundicen, lean ustedes mismos. Y saquen sus propias conclusiones.
Literatura oficialista pueden encontrar en cualquier iglesia o convento.
Yo recomiendo leer también otro tipo de escritos:

-         Historia del Cristianismo,  de Poul Johnson
-         La Gran Impostura, de Emmanuel Evsing
-         El Enigma Sagrado, de Baigenet, Leigh y Lincoln
-         El Legado Mesiánico, Idem
-         Jesus o el Secreto mortal de los Templarios, de Robert Ambelain
-         El Hombre que creó a Jesucristo, Idem
-         Los secretos del Gólgota, Idem
-         Jesús murió de viejo, de Holger Kerstein
-         Historia criminal del cristianismo, de  Karlheinz Deschner
-         Los años perdidos de Jesus, de R. Aaron
-     Desnaturalización y clarificación del mensaje de Jesús, de H. Ackermann
-         Los rollos del Mar Muerto y el mito cristiano, de J.M. Allegro
-      Los manuscritos hallados junto al Mar Muerto: la secta del Qumran, Idem
-         Comenzó con Jesus de Nazareth. Sobre el interrogante del Jesús histórico, de H. Zahrnt
-         La vida histórica de Jesús, revisión crítica, de D.F. Strauss
-    Informe Jesús, protocolo de una falsificación, de Johannes Lehmann
 y la lista sigue…

También recomiendo ver la película Zeitgeist
 El arqueólogo Israel Finkelstein, director del Instituto de Arqueología de la Universidad de Tel Aviv, ha buscado evidencias que arrojen luz sobre los eventos narrados en el Pentateuco [...]. Basado en la evidencia arqueológica Finkelstein llegó a la conclusión que la saga histórica relatada en el Pentateuco de los cristianos y la Torá de los judíos es un brillante producto de la imaginación humana, que muchos de sus episodios parece que nunca existieron y que su origen no responde a ninguna revelación divina.

El profesor canadiense Earl Doherty lo ha expresado muy claramente: “Es necesario examinar el profundo silencio sobre el Jesús de Nazareth evangélico que encontramos a lo largo de casi cien años de la más primitiva correspondencia cristiana. Ni una sola vez Pablo, o cualquier otro escritor de epístolas del primer siglo, identifica su divino Cristo Jesús con el hombre histórico reciente conocido por los evangelios. Tampoco le atribuyen las enseñanzas éticas que adjudican después a dicho hombre. Virtualmente, todos los otros detalles del cuadro del Jesús de los evangelios desaparecen de forma similar.”
 “Desde tiempos inmemoriales, se sabe cuán provechosa nos ha sido esta fábula de Jesús” – Papa León X, Carta al cardenal Benito
 Fuente:

martes, 5 de diciembre de 2017

PERÚ: FRENANDO LA CORRUPCIÓN

PERUANOS, CONSTRUYAMOS UNA SOCIEDAD MAS JUSTA, AFIANZANDO LA ETICA PÚBLICA Y LA TRANSPARENCIA


Secretos para impulsar el desarrollo del país


¡BASTA DE CORRUPCIÓN EN PERÚ!

SEGÚN LA CONTRALORIA, SOLO EL 8% SE PUEDE CONTROLAR MIENTRAS QUE EL 92% QUEDA AL LIBRE ALBEDRÍO

¡EN PERÚ: S/. 10 MIL MILLONES AL AÑO PERDIDOS POR CORRUPCIÓN!

¡DURANTE ESTOS ÚLTIMOS 20 AÑOS DE GOBIERNO, MAS DE S/.200 MIL MILLONES DE SOLES
DEJAMOS DE INVERTIR LOS PERUANOS!

¿CUANTO PERJUICIO REPRESENTA AQUELLO?






La ética lleva consigo elementos que los ciudadanos comparten, sea cual sea su creencia religiosa, su relación familiar, su profesión, su oficio; elementos comunes que ayudan a la sociedad a vivir en armonía conforme a principios de justicia, libertad, igualdad y solidaridad a fin de hacer más satisfactoria la convivencia humana”.


Por: Florencio Bernabé Gonzales

CONTENIDO

I.   Introducción
II. Analizando nuestras frustraciones
2.1.   El flagelo de la corrupción
 2.2. ¿por qué el Perú está en último lugar a nivel educativo?
2.3. Desigual distribución de la riqueza
2.4. El deterioro ambiental
III. Alternativas de solución
3.1. La ética pública
3.2. El valor de la transparencia
3.3. La rendición de cuentas
IV. Conclusiones
V. Marco legal
  vi. Referencias



I.                    INTRODUCCIÓN

Un país es desarrollado porque cuenta con una sociedad más justa, donde las leyes se cumplan por igual para todos y ello se logra solo con buenos ciudadanos, con buen gobierno y, un buen gobierno debe manifestar la transparencia, la ética pública y una rendición de cuentas oportuna, clara y precisa; valores éticos estrechamente ligadas que permite construir una cultura del servicio público. Bajo estos criterios lograremos reestructurar nuestras reglas de convivencia, impulsando una educación de calidad, con una administración de justicia más humana, la distribución de la riqueza equitativa y vivir en un ambiente saludable. Tenemos que orientar el mayor esfuerzo en educar y capacitar al ciudadano, desde aquel que se desempeña como autoridad nacional, regional y local, juez, fiscal, maestro, policía y el último servidor en la estructura administrativa. Estamos hastiados repetir que Perú es rico en recursos naturales, pero adolecemos de justicia, la corrupción carcome nuestra sociedad, nuestro sistema democrático peligra, los gobernantes de turno no cumplen lo que prometen, defraudan, nuestro medioambiente cada vez contaminado, para todo ello solo la persona humana tiene la capacidad de revertir y enrumbar hacia el desarrollo sustentable y sostenido. Aquí esbozamos esas pautas, luego de un pequeño análisis de nuestra actual realidad como país.


II.                  ANALIZANDO NUESTRAS FRUSTRACIONES

2.1.             EL FLAGELO DE LA CORRUPCIÓN

Como lo define Alfonso Quiroz, la corrupción es el mal uso del poder político burocrático por parte de camarillas de funcionarios coludidos con mezquinos intereses privados para obtener ventajas económicas o políticas contrarias a las metas del desarrollo social mediante la malversación o el desvío de recursos públicos y la distorsión de las políticas e instituciones. Es decir, corrupción es el abuso de los recursos públicos para beneficiar a unas cuantas personas o grupos, involucra explícitamente el poder y la política, al sector público y al privado y su efecto en políticas, instituciones y en el progreso del país.

A lo largo de nuestra historia, en lugar de ir construyendo un Estado republicano con leyes y marcos normativos adecuados, con funcionarios que hacen cumplir la ley y con ciudadanos que van aprendiendo a sentirse parte de una sociedad incluyente que los considera, a diferencia de esto, se va perfilando y consolidando un Estado sin derecho, en el que las leyes están dadas para no ser cumplidas, y donde las formas patrimoniales del poder se van remodelando y recreando en cada periodo de la historia. La corrupción atenta persistentemente contra el desarrollo nacional y se pierden importantes oportunidades para lograrlo.

El poder en el Perú viene siendo manejado por reducidas élites, compuesta por los mismos personajes, que cada época van cambiando de vestidos. En la elección nacional, regional o local aparecen como parte de los grupos de poder al político chantajista, al militar y policía abusivo y prepotente, al funcionario público ineficiente y oportunista y al empresario interesado en los negocios de plata fácil, lista para hacer fortunas rápidas a cualquier costo. Estos actores son un grupito de beneficiados movidos por el corto plazo y por el inmediatismo en la acción. Se trata de una élite que no piensa en el futuro, en el país que está conduciendo, no es líder.



2.2.             ¿POR QUÉ EL PERÚ ESTÁ EN ÚLTIMO LUGAR A NIVEL EDUCATIVO?

Admiramos la educación que imparten los que ocupan los primeros puestos en la prueba del Programa de Evaluación Internacional de estudiantes, más conocido como PISA, que analiza el nivel educativo de países del mundo. Los informes se emiten cada 3 años, elaborado a partir de pruebas de matemáticas, lengua y ciencias. La prueba mide lo que los estudiantes saben y pueden hacer con sus conocimientos.

El primer puesto lo ocupa Shanghái, la principal ciudad de China, con 613 puntos, 119 puntos por encima del promedio de conocimiento que fija PISA, de 494 puntos.

En segundo lugar se sitúa Singapur (573 puntos), seguido de Hong Kong (561), Taipéi (560), Corea del Sur (554), Macao (538) y Japón (536). Completan la nómina de los diez primeros Liechtenstein (535), Suiza (531) y Holanda (523). El Perú ocupa el último lugar en comprensión de lectura, matemática y ciencias, de un grupo de países de América Latina.

"Todos los gobiernos no han sabido qué hacer con el desarrollo de la economía, ni saben qué tipo de economía necesita el país y, por ende, no saben qué tipo de educación aplicar".

2.3. DESIGUAL DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA

El Perú es un país multicultural y diverso, con una visión de desarrollo distinto a cualquier otro, donde aparentemente la opinión de la “mayoría es escuchada y de la minoría callada”, el sistema “democrático” inapropiado y los sistemas de administrar, legislar, justicia, educación, salud, administración de personal, jubilación y control deficientes, propensos a la corrupción; una población con un crecimiento desordenado y sin planifi­cación estratégica, ocasionando fuertes problemas de distribución de riqueza. Los datos de los años 1960 al 2017 nos indican que la población peruana se triplico a 32 061 807 (50.1% masculina, 49.9% femenina) esto significa que necesitamos más medios de supervivencia y reordenar nuestras reglas de convivencia.

Recordemos, existen dos grandes corrientes de pensamiento econó­mico casi olvidadas por los economistas modernos. Una de ellas es la de Thomas Malthus, quien sostiene que la población humana crece en progresión geométrica de 2, 4, 8, 16,32; mientras que los medios de subsistencia lo hacen aritméticamente 1, 2, 3, 4, 5, 6.

La otra es la de los fisiócratas Quesnay y Turgot, quienes señalan que la única riqueza válida es la que produce la tierra. La crisis que se vive hoy nos demuestra que no estaban tan equivocados, pues nos damos cuenta que la salida de la crisis, no es necesariamente por donde todos queremos verla, es hora de entender que el desarrollo no solo es el crecimiento económico demostrado en números, sino más bien es un desarrollo integral y sostenible, en donde el ser humano es más humano y vive en armonía con su entorno.

 

2.3.             EL DETERIORO AMBIENTAL

Un día la población no tendrá recursos suficientes para subsistir y desaparecerá, una situación que aún no ocurrió, puesto que la tecnología permitió producir alimentos en mayor cantidad afectando el equilibrio ecológico, cuyas consecuencias están a la vista, no podemos negar la perdida de suelos fértiles a causa del cambio climático por la contaminación. La contaminación de los ríos y mares, la deforestación de bosques, el uso de la química y sus consecuencias para el tratamiento de la tierra. La revolución industrial creó mucha riqueza independiente de la agricultura.

La crisis económica de hoy no es sólo un pro­blema financiero y bancario, sino una defensa de la na­turaleza contra un nivel de consumo insostenible. Sin lugar a dudas, todo esto llevaría a una gran reflexión sobre la manera de superar el crecimiento poblacional a través de la planificación por parte del estado y la sociedad civil, para que más adelante se reduzcan los conflictos sociales y lograr una distribución de riqueza equitativa; asimismo, que las necesidades básicas estén satisfechas en todos los ámbitos. Hoy existe alimento suficiente para alimentar a toda la población mundial; el factor de lucha es la desigualdad de acceso de la pobla­ción a los mismos”. Entonces llegamos a concluir que no existe exceso de población, sino una distribución desigual de los recursos entre los habitantes.


III.                ALTERNATIVAS DE SOLUCIÓN

Como una de las propuestas de solución, hay que promocionar la ética en el servicio público que está estrechamente vinculada con la transparencia, la cual debería actuar como elemento revelador del buen funcionamiento del Estado, promoviendo el comportamiento responsable de los servidores públicos. En este sentido, la ética pública adquiere dimensiones relevantes al construir una cultura de servicio público, haciendo de la transparencia una herramienta esencial en dicho proceso. No es posible hoy hablar de un gobierno transparente sin requerir una rendición de cuentas clara y precisa por parte de quienes laboran en la gestión pública.

3.1.             LA ÉTICA PÚBLICA

La ética, la moral o las buenas costumbres proyectan al ser humano hacia una finalidad, dándole a su vida sentido y calidad. Por lo tanto, las normas a las que hace referencia la ética apuntan a su valor fundamental: lo bueno y lo justo, cuando se aplicada a la función pública es de vital importancia porque tiene como eje central la idea de servicio, es decir, las tareas y actividades que realizan los funcionarios públicos están orientadas al bien común. La ética de la función pública, es un factor vital para la creación y el mantenimiento de la confianza en la administración y sus instituciones. Factor clave para elevar la calidad de la administración Pública mediante la conducta honesta, eficiente, objetiva e integra de los funcionarios en la gestión de los asuntos públicos.


Cuando la ética se aplica y se pone en práctica en el servicio público se denomina Ética Pública, permite al servidor público un conocimiento que lo lleva a actuar de una determinada manera en cada situación, ofreciendo auxilio con respecto a la elección de las diversas situaciones que son convenientes o no para la colectividad. Establece los criterios que debe tener en cuenta todo servidor público para llevar a cabo sus funciones con el fin de lograr un bien para la comunidad.

Los gobiernos que quieran ser considerados como justos deben tener individuos íntegros, y es justamente aquí donde entra la ética al tener en sus manos la selección y formación de servidores públicos que actúen con responsabilidad y eficiencia.

La ética permite establecer la justicia o injusticia de las acciones humanas, elevando así la cultura política de un pueblo o Estado. Cuando un servidor público adopta estos elementos como principios de vida se ubica más allá del poder y no se deja llevar por los apasionamientos, realizando buenas obras para con su comunidad.

Se debe educar en la honradez y en la probidad a todos los ciudadanos y, en especial, a los que operan en el ámbito público, a fin de lograr una mayor eficiencia en las operaciones de la función pública. Al mismo tiempo se devolverá confianza a los ciudadanos, de tal modo que estos puedan confiar en las instituciones.

La administración publica es responsable de los servicios que brinda: salud, educación, vivienda, transporte, alumbrado publico, alcantarillado, asistencia social, mercados, espectáculos públicos, seguridad publica, protección civil, parques y jardines, turismo, acciones culturales, recolección de basura, etc. Para lo cual debe tener en cuenta los siguientes principios: continuidad, suficiencia, rapidez, seguridad, economía, calidad, innovación, eficiencia, con el objeto de hacer de los servicios públicos “instrumentos satisfactores de la sociedad”. Un buen desempeño en la prestación del servicio publico, con calidad y eficiencia, ayudara a recuperar la credibilidad y el reconocimiento perdidos por parte de la ciudadanía.

 

3.2.             EL VALOR DE LA TRANSPARENCIA

La transparencia es otro de los valores éticos que toda autoridad o servidor público deben aplicar en el ejercicio de su función, de ahí la necesidad de detenernos en su análisis y en su confrontación con otros conceptos tales como el derecho a la información, el acceso a la información y la rendición de cuentas con los que la transparencia convive y se interrelaciona diariamente en la labor pública.

La transparencia en el gobierno, además de un valor, es un mecanismo fundamental de exigibilidad pública y de responsabilidad para con la sociedad.

Por consiguiente, se puede afirmar que la transparencia es un atributo o cualidad que permite tener más información clara y precisa sobre una persona o algo, lo que redundaría en el aumento de nuestras capacidades de comprensión, vigilancia y comunicación, quiere decir, que la transparencia facilita el acto comunicativo y una relación más comprensiva entre los seres humanos, al tiempo que permite ejercer vigilancia. Si se concibe la transparencia como una política pública, se extiende su zona de influencia hacia los organismos gubernamentales en los que se manifestaría como un conjunto de decisiones y acciones del gobierno que tendrían por objeto dar a los ciudadanos (y a los propios funcionarios) información clara, precisa, accesible y abundante sobre diferentes dimensiones del desempeño gubernamental, de este modo, público y gobierno salen beneficiados porque al hacer pública la información se promueve un mecanismo de rendición de cuentas con lo que es posible determinar los errores, prevenirlos o corregirlos.

Si bien es cierto que la transparencia es un derecho ciudadano, democrático por excelencia, no es una «condición natural» de las organizaciones gubernamentales. Es algo que se tiene que elaborar, construir, implementar a largo plazo y que debe atender a diversos objetivos en relación a las instituciones estatales: legales, reglamentarios, políticos, organizacionales, educativos y culturales. La transparencia se ha vuelto necesaria para el ejercicio de un buen gobierno -en el cual exista disposición y clasificación adecuada, actualización, calidad, claridad y utilidad de la información- que se encuentra sujeto a la vigilancia y al escrutinio de la sociedad en su conjunto.

En el ámbito del derecho a la información, la transparencia es la obligación que tienen los servidores públicos para proporcionar a toda persona interesada en los actos del gobierno, de manera clara y expedita, la información que se deriva de las funciones que desempeñan.

De ahí que la transparencia sea el eje fundamental de la democracia. Su exigencia en el mundo contemporáneo tiene raíces profundas en el espíritu humano dado que desde tiempos inmemoriales la búsqueda de la verdad aparece como una urgencia del ser humano, sólo que en este caso se aplica a los asuntos de interés público.

3.3.             LA RENDICIÓN DE CUENTAS

El término rendición de cuentas, está muy vinculado con la idea de controlar al poder, de prevenir y evitar sus abusos, de limitarlo a ciertas normas y reglas de conducta.

Así como un empleado rinde cuentas a su jefe, la autoridad pública rinde cuentas a la comunidad, es decir que un buen gobierno rinde cuentas explicando sus acciones.

Rendición de cuentas encierra dos dimensiones básicas. «Incluye, por un lado, la obligación de políticos y funcionarios de informar sobre sus decisiones y de justificarlas en público. Por otro, incluye la capacidad de sancionar a políticos y funcionarios en caso de que hayan violado sus deberes públicos». Los gobernantes deben estar abiertos a la inspección pública, deben poder explicar y justificar sus actos, y si incurren en faltas o ilegalidades, deben sujetarse a las sanciones correspondientes. De este modo, la rendición de cuentas se transforma en un diálogo crítico entre funcionarios y ciudadanos, es un puente de comunicación permanente que se establece entre las autoridades y la sociedad. «Su misión está en reducir las incertidumbres del poder, limitar sus arbitrariedades, prevenir y remediar sus abusos, volver predecible su ejercicio, mantenerlo dentro de ciertas normas y procedimientos preestablecidos».


La rendición de cuentas incluye tres maneras distintas para prevenir y corregir abusos de poder: obliga al poder a abrirse a la inspección pública; lo fuerza a explicar y justificar sus actos, y lo supedita a la amenaza de sanciones. Es decir: vigilancia, monitoreo, auditoria, fiscalización, penalización, coacción, castigo, entre otros, así controlar el ejercicio del poder. De este modo, queda claro que la rendición de cuentas es un elemento imprescindible de la democracia, dado que se opone totalmente a cualquier régimen autoritario. Sus dos dimensiones: la transparencia de hechos y de razones, ponen de manifiesto su aspiración en la lucha contra la opacidad del poder.

El gobierno democrático rinde cuentas cuando explica o justifica sus acciones a los ciudadanos. Es transparente cuando exhibe u ofrece información sobre su funcionamiento y es sujeto de escrutinio público. Con la rendición de cuentas nos aseguramos que las autoridades se responsabilicen ante alguien de sus actos. Con la transparencia exigimos a los funcionarios que actúen de acuerdo con la ley y de modo ético. Con la rendición de cuentas el agente (es decir, el empleado) se justifica ante su principal (es decir, el jefe), y con la transparencia el principal puede averiguar si su agente le está mintiendo.

En un gobierno democrático, la información es el elemento fundamental que posibilita el debate público entre los que exigen y los que rinden cuentas. Para el servidor público no es posible hoy hablar de un gobierno transparente sin requerir la rendición de cuentas clara y precisa por parte de quienes laboran en la gestión pública. Así, la rendición de cuentas se presenta como un verdadero principio de «eficiencia administrativa».

 

IV.                CONCLUSIONES

La democracia requiere que lo gubernamental sea transparente, con lo que queremos decir que la información que debe estar a disposición de los ciudadanos es aquella que posibilita la evaluación del desempeño real del gobierno y sus representantes, a los que se debe exigir la rendición de cuentas para evaluar positiva o negativamente sus acciones. Si hay transparencia, surgen rumbos alternativos, el cuestionamiento, mayor apego a la ley y, en especial, mayor cuidado en todo aquello que el gobierno dice y hace.
La difusión de los actos de gobierno no es una concesión de los mismos sino, más bien, un derecho legítimo de la sociedad de conocer y evaluar el desempeño de sus servidores públicos, quienes manejan recursos públicos, por lo tanto, estamos hablando de una obligación ineludible del poder político. La transparencia debe ser respetada y reconocida por todos, debe transformarse en parte sustancial de todo gobierno.
Es necesario fomentar una educación de la ética pública que promueva los valores del servicio público, la legislación pertinente, normas, códigos y mecanismos de exigibilidad, programas continuos que creen sensibilidad hacia las cuestiones éticas y técnicas para aplicar juicios éticos, porque un servidor público satisfecho, competente y debidamente formado es más seguro a la hora de resistir la corrupción, la conducta indebida y los arreglos.

V.                  MARCO LEGAL

  • ·     Constitución Política del Perú de 1993 (artículos 2, numeral 5 y 200, numeral 3).
  • ·     Ley 27806, Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública (o Decreto Supremo 043- 2003-PCM) que aprueba el Texto Único Ordenado de la Ley 27806).
  • ·     Decreto Supremo 072-2003-PCM, que aprueba el Reglamento de la Ley 27806.
  • ·     Decreto Supremo 063-2010-PCM, que aprueba la implementación del Portal de Transparencia  Estándar en las entidades de la administración pública.
  • ·     Resolución Ministerial 200-2010-PCM, que aprueba la Directiva 001-2010- PCM/SGP              “Lineamientos para la implementación del Portal de Transparencia Estándar en las entidades de la  administración pública”.
  • ·     Resolución Ministerial 301-2009-PCM, que aprueban la Directiva Nº 003-2009- PCM/SGP       “Lineamientos para el reporte de solicitudes de Acceso a la Información a ser remitidos a la         Presidencia del Consejo de Ministros”.


VI.                REFERENCIAS

  • ·      “Historia de la Corrupción en el Perú”.- Alfonso Quiroz
  • ·      El servicio público como profesión: elementos para promover la Ética y la Cultura de la Legalidad en el ámbito gubernamental.- Octavio E. Arroyo Zavala
  • ·      Ética pública y transparencia.- Hilda Naessens - Centro de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades-Universidad Autónoma del Estado de México- Toluca-México
  • ·     Eduardo, Guerrero Gutiérrez, Para entender la transparencia, Nostra Ediciones, China, 2008.