miércoles, 8 de febrero de 2023

DEBE DENOMINARSE DEPARTAMENTO DE HUAYLAS YA NO ANCASH

RECUPEREMOS EL NOMBRE DEL DEPARTAMENTO DE HUAYLAS

Mal denominado Ancash, producto de la guerra de Chile y Gamarra contra la Confederación Peruano – Boliviana

Nombre original: Departamento de Huaylas (1821 – 1839)
Cambiado como: Departamento de Ancash (1839 – actualidad)

 

Carátula del libro de Hermógenes Villanueva Torrealva

Carátula del folleto del Grupo Huaylas

El autor del libro al autor de la presente nota

Florencio Bernabé Gonzales

 

I.    INTRODUCCION

Durante la exitosa Jornada Cultural: Escritores Ancashinos en el Bicentenario de la Patria, “César Ángeles Caballero", organizado por la Asociación de Escritores Ancashinos (AEA),  Universidad Nacional del Santa (UNS) y el Proyecto Chimbote Lee, llevado a cabo en Nuevo Chimbote el 1, 2, y 3 de diciembre del 2022. Con más de 50 ponencias, presentación de 20 libros y actividades artísticas; donde tomamos parte con la ponencia: “La Educación variable importante para desarrollo del país”, junto a prestigiosos intelectuales ancashinos,

Los libros más resaltantes en este evento cultural que se exhibieron: “Te esperaré mil noches” de Juan Carlos Asmat Zavaleta; “Sumay” de Elizabeth M. Rodriguez Acevedo; “El Cañan Machazo” de Máximo Desposorio; “El Amor en las Penumbras” de Yoel Jara Santiago; “Estudios sobre los Quipus Funerarios de Cuspón” de Filomeno Zubieta Nuñez; “Pachamamita y Mayu me dieron la vida” y “Quechua para un dialogo intercultural” de Margot Camones Maguiña, entre otros.

El que nos llamó la atención sobremanera “Traición y Fraude al Perú y Huaylas”, del investigador liberteño  Hermógenes Villanueva Torrealva,  e impulsado por el Grupo Huaylas creado con el objetivo de: “Recuperemos el nombre del departamento de Huaylas”,  para dicho propósito se encuentra constituido la Comisión Central, presidido por el Dr. Julio Rolando Villanueva Sotomayor.

En estas líneas intentamos resumir algunos puntos centrales tratados en el mencionado libro, con la única intención de sumarnos a esta noble causa para recuperar el verdadero nombre del departamento de Huaylas.

Participación del autor de la nota en Chimbote

 

II.  EN RETROSPECTIVA

 

La historia de los pueblos siempre fue contada y escrita por los vencedores, el Perú no es la excepción; desde la época preinca, inca, colonia y republicana, investigada mayormente por extranjeros y algunos peruanos; de la colonia, ni hablar, por historiadores usando diversas fuentes en mayor proporción ibéricas, la republicana, por historiadores peruanos formados con el pensamiento filosófico del positivismo, sin aplicar el método dialectico, desde el enfoque burgués, cuyos hijos tenían el privilegio de intelectuales por aquellos tiempos, desde los primeros claustros universitarios, regentados por congregaciones católicas desde la colonia, de donde egresaron ilustres algunos y otros acérrimos defensores de su estirpe burgués, convertidos en criollos. [1]El enfoque positivista asume que es posible establecer las causas de los hechos. En la concepción dialéctica del conocimiento se parte de que los fenómenos tienen múltiples factores asociados y no unas pocas causas, por esta razón, no interesa enfocar el estudio en la óptica causa efecto.

 

Desde los albores de la vida republicana peruana hasta la actualidad, la historia patria está plagada de acontecimientos contradictorios, donde sobre salían por entonces las pugnas militares por diferentes intereses de grupo, continua en la actualidad por modernizados grupos de poder económico transformados en monopolios y oligopolios  “los dueños del Perú”, denominado por algunos autores - como refiere Melciades Ruiz [2]En nombre de la “democracia” se oprime al pueblo. En nombre de la “libre competencia” se hace trampa. Los enemigos del pueblo eligen al Defensor del Pueblo. Nos encoleriza ver en la tv al ladrón callejero, al mismo tiempo que callamos, lo que nos roban diariamente, los oligopólicos. Y así, hay muchísimas ironías que agobian a nuestro país, sin que tengamos consciencia nacional de ellas, dentro del marco del liberalismo económico.

Es el caso que tratamos en estas líneas, basado en la investigación hecha por  Hermógenes Villanueva Torrealva, en su libro “Traición y Fraude al Perú y Huaylas”, expone detalles de dicha traición, perpetrado por militares encabezado por Agustín Gamarra, la Asamblea Constituyente de 1839 en Huancayo, del mismo se desprende las siguientes interrogantes que el autor explica detalladamente: ¿Cómo? y ¿Por qué se denomina Ancash, al anterior departamento de Huaylas?

Hermógenes Villanueva Torrealva, autor del libro

 

 

III.                CONFEDERACION PERÚ - BOLIVIANA

 

Según el autor del libro, “en los primeros lustros de la Republica, 1839, dieciocho años después de la proclamación de la independencia del Perú por el general José de San Martin, el 28 de julio de 1821, y que luego con la intervención del general Simón Bolívar se consolida en la batalla de Ayacucho el 9 de diciembre de 1824, poniéndose fin a la dominación del sistema colonial de España”.

Además, es pertinente precisar que en esta lucha por la independencia el que participó activamente, e incluso ofrendo la vida de sus hijos en los campos de batalla, fue el pueblo integrado por criollos, mestizos, indígenas, mal llamados indios y negros, quienes también pelearon con bravura para sostener la guerra.

Recuerda el autor, que “la clase señorial, la oligarquía terrateniente, en alianza con los militares que participaron en la guerra de la independencia, asumieron la formación y conducción del naciente Estado. Pero, la ambición del poder político daría origen a una etapa de anarquía militar, sin norte que, incluso, llevo a sus principales actores a celebrar alianzas con los enemigos del Perú, frustrando también la posible unidad con Bolivia, país con el que tenemos similares raíces étnicas e históricas, más que con las otras nacientes republicas sudamericanas”.

El autor, bien documentado, hace un pormenorizado relato de las acciones e intrigas para conseguir el poder por algunos caudillos militares de aquellos tiempos.

Refiere el autor, “luego del retiro de Bolívar, es convocado Andrés de Santa Cruz y recibe el encargo de presidente provisorio de la Junta de Gobierno del Perú y convoca a un Congreso Constituyente para la elección del Presidente de la Republica, que se instala el 4 de junio de 1827, y allí es nombrado presidente el mariscal José de La Mar, durante cuyo mandato se daría la Constitución de 1828, asimismo tuvo que afrontar la declaratoria de la guerra de Bolívar que trató de anexar territorio del norte peruano a Colombia”.

 Durante ese conflicto Agustín Gamarra gesta una revuelta interna contra La Mar para tomar el poder. Cayo Córdova, al respecto, ha escrito que “Un acto de esa naturaleza en pleno conflicto internacional no podría calificarse sino como traición a la patria”.

Gamarra ejerce el poder como presidente provisorio y es recién a partir del 19 de diciembre de 1829 que es ungido presidente constitucional. El autor sobre Gamarra enfatiza, con razón, que es un “Militar de conocida trayectoria camorrista y golpista…”

A Gamarra le sucede Luis José Orbegoso y Moncada, elegido por la Convención Nacional y que debería conformar la Constitución de 1828; pero el 4 de enero de 1834 el general Pedro Bermúdez luego de desalojar y disolver la Convención se proclamó como Jefe Supremo Provisional, era el candidato que había propuesto Gamarra para sucederle antes que Orbegoso, y el pretexto fue que este y sus seguidores pretendían entregar el Perú a Bolivia.

Orbegoso que se atrinchero en la Fortaleza Real Felipe, es sitiado por Bermúdez con la tropa de la guarnición de Lima y el general Vivanco, Prefecto de Lima, aprovechando la ausencia momentánea de Bermúdez se autonombra Jefe Supremo del Perú.

 VI.  PERÚ CON 4 PRESIDENTES EN CINCO DIAS

 Según el autor, “Era tal la anarquía provocado por los militares que en menos de cinco días el Perú contaba con cuatro presidentes: Orbegoso elegido por la Asamblea Nacional, Bermúdez testaferro de Gamarra y de su esposa, Vivanco autonombrado y tras la sombra del títere Gamarra y Salaverry, con el mismo objetivo se encontraba sublevado en el Norte”.

 En esta situación Orbegoso, disminuido en el poder y enterado de las intrigas de Gamarra en Bolivia, decide enviar emisarios solicitando apoyo a Santa Cruz, presidente de Bolivia, para intervenir en el Perú y restaurar el orden alterado por las luchas de facciones militares, para lo que se firma el Tratado Base de la Confederación Perú – Bolivia, para intervenir en el Perú y restaurar el orden alterado por las luchas de facciones militares, para lo que se firma el Tratado Base de la Confederación Perú – Boliviana, asumiendo el general Santa Cruz la jefatura del Ejército Confederado. De esta forma, de acuerdo con Orbegoso, el 15 de junio de 1835 Santa Cruz decide intervenir en apoyo a la restauración del orden en el Perú, para dar paso a conformación de un Estado que reuniera a Perú y Bolivia.

 Ante la ausencia de Orbegoso en Lima, Felipe Santiago Salaverry aprovecho la ocasión para desde la Fortaleza Real Felipe, el 22 de febrero de 1835 proclamarse Jefe Supremo del Perú.

Salaverry, que nunca estuvo de acuerdo con la alianza de Perú y Bolivia, menos con la presencia de Andrés de Santa Cruz, por lo mismo, se enfrenta a él y su ejército en Uchumayo, Arequipa, logrando la victoria; pero en Socabaya es derrotado y luego fusilado en la plaza principal de Arequipa.

 Santa Cruz, se dedica a llevar adelante la Confederación Perú – Bolivia y por decreto del 28 de octubre de 1836 establece el marco jurídico de la confederación de tres estados que debían nombrar tres ministros cada uno y reunirse en un congreso general a realizarse en Tacna.

Esta nueva situación política, a raíz de la conformación de un Estado integrado por Perú y Bolivia, motiva a Chile la declaratoria de guerra a la Confederación.

Los entretelones de esta declaratoria de guerra por los chilenos los describe minuciosamente el autor y más aun de la participación de reconocidos peruanos en apoyo a la política expansionista de Chile, que miraba con mucho celo al Perú.

 La primera victoria en esta guerra, sin que se dispare un tiro, fue del ejército confederado en las alturas de Paucarpata, Arequipa, lugar donde las tropas de Santa Cruz cercan al ejército chileno comandado por el general Manuel Blanco Encalada, quien se ve obligado a firmar el Tratado de Paucarpata, el 17 de setiembre de 1837, para salvar la integridad de su tropa. Pero antes de esta batalla los chilenos habían tomado Arequipa, allí se proclamó Jefe Supremo José Antonio Gutiérrez de Fuente.

A consecuencia del Tratado de Paucarpata, las tropas chilenas y los peruanos que acompañaron la expedición, retornaron a  Chile; pero el gobierno chileno desestimo la firma de paz de Paucarpata, reorganizo su ejército y preparo una segunda expedición contra la confederación. Esta vez, Agustín Gamarra vendría al mando de los peruanos que en calidad de “auxiliares” acompañaban al ejército chileno.

 

V. EXPEDICION MILITAR DE CHILE: MERCENARIOS

 

Los pormenores de la preparación de esta segunda expedición militar de Chile y su resultado lo describe claramente Hermógenes Villanueva y muy bien documentado, de este modo queda claro; por consolidar políticamente su país y evitar la confederación de dos pueblos hermanos Perú y Bolivia, unidos por diversos aspectos, humano, territorial, cultural e historia, que hubieran formado un Estado fuerte y, lo más importante, Chile no habría provocado la guerra de 1879 como lo señala el autor.

Es más. Esta segunda expedición, con la victoria chilena en las batallas de Yungay, el 20 de enero de 1839, alienta el servilismo del presidente Gamarra a los mandos político y militares chilenos, “y en su homenaje quien cambia el nombre del departamento de Huaylas a departamento de Ancash, para perennizar el triunfo de Chile, no obstante que en esa batalla los militares chilenos “repasan” a los soldados peruanos, es decir ultiman a los heridos para robar sus pertenencias. Lo mismo sucedería 42 años después en la guerra de 1879.

Pero, aquí no quedan estas cosas, sino que Agustín Gamarra, convertido en dictador, convoca a un Congreso Constituyente que se llevó a cabo en Huancayo, cuya apertura fue el 28 de julio de 1839. Este Congreso manipulado por Gamarra, le servirá para condecorar a nombre de la Nación y agradecer a los oficiales y tropa Chilena que “liberaron” al Perú de la Confederación Perú-Boliviana dirigida por Andrés de Santa Cruz.

El Congreso de Huancayo sirvió para los fines de Gamarra, pues los cincuenta y nueve diputados miembros de dicho Congreso, mediante decreto de fecha 15 de agosto de 1839 encargan el poder ejecutivo, como Presidente de la Republica, al mariscal Agustín Gamarra, siendo juramentado por el Presidente del Congreso quien además le entrega la insignia del mando supremo.

Este Congreso, cuyos debates duraron solo veinte días, sirvió para discutir y aprobar la Constitución de 1839, que resulto siendo plagiada de la Constitución de Chile del año 1833. El autor, hace una detallada comparación de estas dos constituciones y comprueba el remedo.

 En relación al departamento de Huaylas, primero explica que la palabra Huaylas es de origen quechua y deviene de waylla que significa llanura verdor, y señala que fue José de San Martin, de acuerdo al Reglamento dado en el cuartel general de Huaura el 12 de febrero de 1821, el creador del departamento de Huaylas, al que pasan pertenecer los partidos Huaylas, Cajatambo, Conchucos, Huamalies y Huánuco.

Sin embargo, el Congreso Constituyente de 1823, mediante Decreto de fecha de 4 de noviembre del mismo año, integra a los departamentos de Huaylas y Tarma bajo la denominación de Huánuco, con su capital del mismo nombre.

Doce años después, el 12 de junio de 1835, por decreto de Luis Felipe Santiago Salaverry, autoproclamado Jefe Supremo del Perú, se restituye el departamento de Huaylas con las provincias de Cajatambo, Huaylas, Conchucos y Santa, quedando como capital Huaraz.

 El 13 de setiembre de 1825 el Consejo de Gobierno, presidido por Hipólito Unanue, decreta que el departamento de Huánuco pase a denominarse Junín, y sigue siendo como capital Huánuco.

Andrés de Santa Cruz, en 1836, hará un reordenamiento territorial del Perú y al departamento de Huaylas pertenecerán las provincias de Huaylas, Conchucos Alto, Conchucos Bajo y Santa, quedando como capital la ciudad de Huaraz.

 

VI.  BATALLA DE YUNGAY Y LA TRAICION

 

Luego de la batalla de Yungay, Agustín Gamarra, mediante Decreto de fecha 28 de febrero de 1839, cambia el nombre del departamento de Huaylas que pasa a llamarse Ancash, y la Villa de Yungay tendrá el nombre de Villa de Ancash, que por fortuna nunca la aceptaron los habitantes de Yungay.

Fragmento de la II estrofa del himno chileno en Yungay

Aquí vale citar el siguiente párrafo del autor: “A lo largo de la investigación realizada, queda demostrado que en la batalla de Yungay, el Perú no obtuvo victoria alguna. Lo que conseguimos fue ser humillado por el ejército chileno con la complicidad de un grupo de caudillos militares peruanos segados por la ambición de poder y comportamiento racista contra el general boliviano Santa Cruz, de origen aimara. Al final de esta funesta aventura, el Perú termina pagando a Chile por la intervención de su ejército mercenario saqueador, a la vez que le sirve para consolidar la doctrina expansionista de Diego Portales, a quien hasta hoy Chile venera como su gran estratega. En este marco político se dio el cambio de nombre del departamento de Huaylas por el de Ancash que lamentablemente, perdura todavía”.

 El historiador Rubén Vargas Ugarte también se pronuncia al respecto de los peruanos emigrados en Chile y que Duran Flores lo cita: “Nada había que atenuara el crimen de los emigrados: a fin de conseguir su propósito no se unían solamente con los enemigos que el protector tenía en el Perú y Bolivia sino que acudieron a Chile a mendigar el apoyo de ese país, aprovechando el odio acérrimo de Portales con el Perú” (200: 135).

 El autor es más enfático cuando dice: “Con el triunfo de Yungay, los chilenos no solo consiguieron su segunda independencia, sino que esta victoria les cambio la vida para siempre…. Por su puesto que nada habrían logrado sino hubieran contado con la colaboración de los emigrados peruanos en Santiago, entre ellos los militares Ramón Castilla, Antonio Gutiérrez de la Fuente, Mariano Ignacio Vivanco y el escritor Felipe Pardo Aliaga”.

Hermógenes Villanueva, ha logrado un buen trabajo, primero buscando y averiguando sobre las fuentes documentales existentes respecto al tema y seguramente no lo agoto por algunas razones; pero lo obtenido le permitió conocer y entender mejor el tema abordado; pero también, en lo posible, se constituyó en los lugares de los hechos más trascendentes.

Para no perder el hilo conductor de su tema el autor se preocupa apoyado por las fuentes escritas, por restablecer las causas y resultados nada positivos para el Perú de la guerra de la Confederación Perú-Boliviana con Chile. Indudablemente, en una guerra hay vencedores y vencidos, pero en el caso de la batalla de Yungay, la situación fue, además, humillante y lesivo a la dignidad nacional por la intervención de un ejército mercenario que violó las leyes de la guerra: respetar la vida de heridos y prisioneros.

Asimismo, es justo ponderar que seguramente el autor es quien más ha profundizado sobre este momento histórico, con muy acertada documentación, que siempre ha sido mencionado sucesivamente y que no alentó mayor investigación para analizar sus consecuencias.

El autor, con la que coincidimos, plantea la restitución del nombre Huaylas, en vez de Ancash, a nuestro departamento.

En conclusión esta obra debe ser difundida, ampliada y estudiada en todas las escuelas y colegios y centros superiores del país, para que no se repita hechos como las narradas por el autor.

 

VII. RECUPEREMOS EL NOMBRE DEL DEPARTAMENTO DE HUAYLAS


Para cuyo objetivo se ha formado  el Grupo Huaylas (20/05/22), conformado por renombrados intelectuales, autoridades, dirigentes y ciudadanos con enfoques multidisciplinarios. El mencionado grupo es presidido por el Dr. Julio Rolando Villanueva Sotomayor; Vicepresidente Eduardo John Milla Flores; Secretario de actas Alcides Uriel Gonzales Flores; Tesorera Roxana Guadalupe Cano Yanac; Vocal Alcides Agustín López Milla; Asesores: Félix Claudio Julca Guerrero, Mario Cirilo Villafuerte Vicencio; a su vez, diversos personajes integrantes de sub comisiones.

El propósito fundamental del Grupo Huaylas es poner los puntos sobre las ies sobre el departamento más rico del país sobre el departamento más rico del país, el nuestro, empezando por RECUPERAR el nombre de HUAYLAS”, expresa su presentación.

“¿Sabían qué en 1839, en el río Ancash deshonraron al Perú? Recuperar el honor patrio en el Bicentenario, es propuesta del libro: Traición y fraude al Perú y Huaylas” así reflexiona el autor en su publicación https://www.facebook.com/librodelperuyhuaylas/ con ocasión de la presentación del libro en Lima, el 11 de noviembre 2022, en la Casa del Maestro, Av. 9 de Diciembre 215 (Ex paseo Colón).

Toponimia: lenguas remotas, quechua, antes aimara, puquina….

Huaylas: cerro cañamun, huaylas (antes de los incas)

Waylas = Huaylas

Ancash, anqas...sh,= azul

Pueblo Ancash, (Mazac)

Promulgado por San Martin 12/02/1821: Departamento de Huaylas

Cambiado por Gamarra 20/01/1839        : Departamento de Ancash

Borraron las letras del himno chileno

 

VIII.   CONCLUSION

 

    Ø  La historia nacional está en proceso de ser mejor conocida y entendida, porque hace falta mayores estudios de los monumentos y documentos con los que trabajan en sus investigaciones el arqueólogo y el historiador para reconstruir y comunicar los hechos que han ocurrido durante más de doce mil años. Por lo mismo, muchos autores coinciden que nuestra historia necesita de una revisión general y enriquecerla con mayores investigaciones.

  Ø  Desde esa perspectiva, ¿Cuánto conocemos del proceso histórico de nuestra región Ancash, antes denominada Huaylas, y de sus provincias?

  Ø  El autor Hermógenes Villanueva Torrealva, emprendió la investigación sobre la Confederación Perú – Boliviana, porque cuando estuvo en Valparaíso, Chile, observo que un bus de servicio público indicaba que en su habitual ruta pasaba por la avenida Yungay. Hecho que le llamo su atención para averiguar en el lugar, Valparaíso, ¿Por qué el nombre de Yungay?, no obtuvo respuesta; los chilenos ignoraban el significado “Yungay”  Esto motivo su investigación que fue transformado en el presente libro.

   Ø  Así escribió sobre las causas y resultados de la batalla de Yungay, cuyo escenario fue el cerro Pan y Azúcar y la quebrada de Ancash, en la que se enfrentaron el ejército Restaurador con el de la Confederación Perú – Boliviana, que termino con el triunfo del primero, y que luego sirvió para sustentar el cambio de nombre del departamento de Huaylas por el de Ancash. Esta batalla, en la que se enfrentaron peruanos contra peruanos, favoreció a los intereses chilenos, pues el ejército Restaurador, fue comandado por Manuel Bulnes Prieto, general en jefe de las fuerzas chilenas de ocupación.

  Ø  Por ello, felicitamos al autor por el valiente esfuerzo realizado de cuyo fruto,  hacer realidad de este libro con el título de “TRAICION Y FRAUDE AL PERU Y HUAYLAS”, dividido en siete capítulos. ¡Vale la pena ser leído por todos los peruanos!



[1] El paradigma positivista y la concepción dialéctica del conocimiento.-  M.B.A. Luis Gerardo Meza Cascante. Escuela de Matemática, Instituto Tecnológico de Costa Rica.

[2] Perú. Acorralados por oligopolios.- By Resumen Latinoamericano on 29 junio, 2022


Departiendo en Chimbote, el autor de la nota con el autor del libro (2do de la izquierda) junto al Dr. Filomeno Zubieta, el Dr. Julio Villanueva Sotomayor y otros.
Mapa de Huaylas, mal denominado Ancash