sábado, 16 de junio de 2012

PADRE POR SIEMPRE


EN MEMORIA DE MI PADRE

VIRGINIO BERNABÉ GAMARRA

"LOS OBJETIVOS DEBEN CUMPLIRSE"

Ser padre es una de las experiencias más maravillosas que tiene un ser humano en la vida…

RESUMEN

Estimados y apreciados Familiares, Amigos y Paisanos:


Mi agradecimiento por sus saludos por el Día del Padre y reciban el mío recíprocamente;  en esta ocasión quiero compartir  con ustedes esta pequeña nota vivida personalmente durante mi infancia, cuando tenía  10 años, un “chiuchi”,  al lado de mi señor padre Virginio Bernabé Gamarra (QPDQDG), producto de cuyas enseñanzas  soy ahora, el mismo que quiero trasladar a mis queridos hijos y las generaciones venideras. La  siguiente entrega no lo consideren como alguna obra literaria, tampoco  se catalogue como ensayo o algo parecido, sólo pretendo describir esa experiencia y recoger ese mensaje transmitido de la mejor manera, con las disculpas del caso para Ud. amable lector entrego con mucho cariño.

LOS OBJETIVOS DEBEN CUMPLIRSE
Mi padre Virginio Bernabé Gamarra




Lor hermanos Bernabé por edades cronológicas: Serafin, Javier V., Eliffio y Florencio 


  
“GRATAS VIVENCIAS EN EL CAÑÓN CORA”




Por: Florencio Bernabé Gonzales

Rarapunta, mayo 2009


1. INVIERNO EN PACLLÓN

Corrían los meses de febrero, crudo invierno aquel año, mi padre decidió trasladar su ganado vacuno desde Jahuacocha ubicada debajo del Yerupajá, su querencia natural,  donde la intensa y permanente lluvia por esa época, hacían que los corrales hechos para encerrar los becerros ya no contaban con algún lugar seco,  consecuencia de ello en las pequeñas pesuñas de estos animales se formaban llagas lacerantes,  “izca” decían los crianderos, por el barro del piso y el intenso frio, por lo que sufrían estos animalitos; frente a ello la alternativa de mi padre como de costumbre, cada año por esta época  era bajarlos hacia Wipagh, lugar cálido, de abundante pasto a la vez, dicho sea de paso también era la segunda querencia de su ganado vacuno, estas costumbres siguen practicándose en Pacllón hasta en la actualidad.

2. LA ESTANCIA DE WIPAGH


Ruinas de Rarapunta
La estancia de Wipagh a unos 8 Km. al sur del pueblo, zona quichua, de clima cálida por excelencia, agradable, apropiada para ganado vacuno por la extensión y abundancia de sus pastos, lugar de guaromos, kerkarillos, muchkis, lloques, pitajayas, vizcaínas “gualanka”, shuplack, una variedad de plantas y flores que crecen y desaparecen en verano, en épocas de invierno la neblina cubre permanentemente esas zonas; ni que decir, abundan pumas, zorros, vizcachas, perdices, cóndores, diversos especies de aves, reptiles, lagartijas, arácnidos, zancudos, etc., es decir una biodiversidad propia de estos climas, por ello entre Jawacocha y Wipagh aprendí desde niño los secretos de la naturaleza. ¡Wipagh de gratos recuerdos de mi infancia!


En esta zona he visto cosechar a mis padres,  abundantes y multicolores papas, los famosos “quitipshus”, de corazón morado y rosado, las “jalgahuarmis”, y los de color amarillo y arenosos, dulces ocas y lustrosos y gigantes ollucos, sembríos de habas, quinua y cebada.


Mirador:Ruinas de Cutashpunta
Para irrigar estas tierras, los comuneros construyeron un estanque en la parte alta, que captaba sus aguas desde los manantiales de  Shupla y Matibamba, debajo de las ruinas pre-incas de “Cutashpunta” el mirador natural, recorre de sur a norte una acequia construida con piedras lajas, semejante al canal construido por los habitantes de aquellos tiempos inmemoriales que recorre las ruinas de Rarapunta, cruzando el “camino grande” para ser distribuido apropiadamente para irrigar las cementeras, a la vez aprovechar para el consumo de los ocasionales habitantes y bebedero de  los animales de Janawipagh y Urawipagh. Estas aguas abundan en invierno y en verano se minimiza hasta casi  desaparecer.


Se extiende los pastos hasta los límites del caserío de Tauripon perteneciente al Distrito de la Primavera, los lugares denominados Partegh, Cachipata encima de “Rara” y “Chinchupata”  encima del río Pativilca, así mismo todo las ruinas de “Ragahj” otra zona arqueológica y “Agsahuarko”, lugar predilecto de don Anuncio Carrera, considerado como el “hombre más alto del pueblo”, su talla cercana a los dos metros;  por las alturas limita con “Shupla”, origen del riachuelo “Aguashragra”,  y por la parte baja “Rucuspata”, “Asiaghpuquio” y  “Calta” en las profundidades del Cañón de Cora encima del Río Pativilca.


Ruinas de Ragahj
Los corrales de los crianderos para el ganado vacuno estaban diseminados en las faldas de Rarapunta cercanas a las ruinas con una marcada distribución entre los dos lados del “Camino grande”; los de Urawipagh, debajo del mencionado camino que se dirige a Tauripon, Llaclla y los demás pueblos de la zona sur de la provincia de Bolognesi y  las chacras de Eladio Albornoz  en Wayllak, la toma de agua de Cuntog, Copacal y Salinas ahora utilizada por Tauripon, Mollepata  de Belisario Flores y  Rara gran emporio maizal de Pacllón por entonces,  en Urawipagh  estaban instalados de vaquereadores las familias de Enrique Gamboa, Faustino Rosario, Alejandro Ibarra, la familia Andrade y otros, siempre numerosos; en cambio en Janawipagh , encima del  mencionado camino, en los andenes cerca a las ruinas de Rarapunta, construido sólo los corrales de mi padre, sin vecino alguno, en cuyas inmediaciones de ligero pendiente se ubicaba algunas chacras  abandonadas y de cultivo, estos corrales amurallados con espinas de muchki  y  gualankas,  acondicionados apropiadamente para los 25 ó 30 becerros que en promedio contaba cada igual cantidad de lecheras, el siguiente año utilizaba para sembrar papas por el abono natural suministrado en estos corrales, eso era la tradición agrícola que practicaba  mi padre Virginio Bernabé Gamarra.

2. RUINAS ARQUEOLÓGICAS DE RARAPUNTA



Ruinas de Rarapunta - cara oriental
Las ruinas pre-inca de Rarapunta, donde abundan las chulpas con restos óseos en su interior, edificaciones diversas, caminos, acequias, andenes y murallas, todas construidas con piedras labradas,  se extiende en una pequeña cumbre recorriendo de sur a norte, en una especie de esquina o quiebre del cerro,  un lugar estratégico, desde aquí se domina tanto hacia el norte como al sur casi 360 grados, transformándose en mirador obligado para los viajeros, estos restos arqueológicos  están diseminados por toda la cumbre del cerro, viniendo desde Cutashpunta, pasando por Ragahj, siguiendo todo la cumbre hasta llegar abruptamente a Cachipata y Chinchupata, encima del  Río Pativilca. 

3. CAMINO INCA PASA POR RARAPUNTA

Desde aquí se puede divisar hacia el sur – oeste, los diferentes pueblos como Ticllos, Corpanqui, Carhuajara, Cajamarquilla, Canis, Huanri y otros, y por el norte, como al frente los linderos de Chiquián, con las estancias de Papun y Pancal al otro lado del río; por debajo,  aproximadamente  a 2 Km. de estas ruinas pre-incas, se extiende sigsagyante cual serpiente plateado, recorriendo ese profundo cañón de “Cora”, cuyo eco retumba con claridad estas montañas, allá abajo el Río Pativilca,  y mirando hacia el sur, continua su recorrido por esas profundidades, pasando cerca al pueblo de Llaclla hasta perderse en el horizonte lejano y dirigirse hacia la costa; es inaccesible llegar al río por cualquier otro sitio,  de niño escuchaba que sólo  por el lugar denominado “Pumasaltanan”  era posible pasar a la otra orilla.


Es una vista impresionante recorrer el camino Inca, llamada por los lugareños como “camino grande”  que se dirige de Pacllón a Wipagh, la misma que une a los pueblos de Llaclla, Gorgorillo, Tauripon y las chacras de Rara mencionadas,  paralelo al río Pativilca, a su vez, es común  por aquí observar el vuelo majestuoso de cóndores al recorrer estos lugares, tambien se constata  en cada tramo de este camino los lugares denominados de Iglesiagahga, Jirkacorral, Pasin, Garguallanka, Condorwayin, y otros, también los nombres pintorescos  en cada tramo, como “Algoarkanan” mirador de los perros, “Almatupuknan”, donde existen cuatro ventanas pegadas en el mismo cerro, a la que cada viajero tiene que aventar piedras pequeñas, si encaja, se quedará “soltero(a)”, “viudo(a)”, “casado(a)”, “divorciado(a)”, según su destino;  “Shulumachay”, traducida como cueva del aborto, al pasar por esta cueva se escucha el eco del río con un sonido particular.


Wipagh - al fondo el Cañon de Cora y silueta del Río Pativilca
Toma el nombre de Río Pativilca  justamente en la zona de Mashcash donde se inicia el cañón, punto donde el río Aynin que al recorrer aguas abajo el valle del mismo nombre desde las alturas de Aquía y Pachapaqui, se juntan con el río Pomapata en este lugar, lo mismo,  el río Pacllón, aguas arriba se unen con los ríos Llamac y Achin en Colpa que recorre todo el territorio de Pacllón desde sus nacientes de Jahuacocha en la Cordillera Huayhuash.  Es decir en Mashcash se juntan tres ríos para denominarse Río Pativilca: Pacllón, Aynin y Pomapata. 


4. VIAJE A LAS PROFUNDIDADES DEL CAÑON CORA

Aquella mañana, muy temprano, al rayar el alba, mi padre me  levanta para acompañarlo; somnoliento y a regañadientes obedezco, como cualquier hijo obediente, común denominador de aquellos tiempos la crianza por los padres; sonámbulo y entre sueños, le sigo los pasos; pero, antes de partir  mi madre Salomina Gonzales Ibarra le recuerda a mi padre.-  “…guambransi  lichilanpish upyarkusun, jukla ghanarkamsha, malgananmi, kamsalampish bolsikursun ….”.- mi padre, muy puntual y con el rigor que le era propio le contesta - “mejor prepara el desayuno para cuando regresemos, volveremos rápido, se nos hace tarde, mejor vamos ya temprano no más…” , - y partimos rumbo a Calta.


Así emprendimos la caminata por el “camino grande”, como quien regresa a Pacllón, “faldeando” un camino llano hasta llegar al riachuelo de Aguashraghra, mi somnolencia desaparece totalmente al escuchar el eco de estas aguas bulliciosas al recorrer  las innumerables cataratas hasta desembocar  abajo en el Rio Pativilca, en época de invierno abunda sus aguas, retumba intensamente  los cerros al recorrer esas quebradas profundas y empinadas;  desde aquí descendimos hasta Rucuspta, por una especie de camino, pero más parecía que fueron hechas por las vacas. 

Descendemos rápidamente, especialmente para mi ágil cuerpo de niño, saltando y cortando tramos, en ocasiones le ganaba a mi padre que  bajaba muy lentamente  a un solo paso, pero seguro; transcurridos media hora llegamos a Mollepata, pequeña plataforma, una especie de anden, al lado de la quebrada por donde desciende las aguas del Aguashragra, donde posteriormente mi padre haría  otro corral para su ganado, cercano a la zona de Asiagpuquio, a partir de este punto, el camino se borra completamente, tenemos que seguir por los senderos hechos por las vacas, continuamos descendiendo; pero yo, exactamente no sabia los propósitos de mi padre, no podía leer su pensamiento, si era sólo ver a las vacas, preferentemente las preñadas, u otros objetivos relacionadas  con la crianza de estos animales, sólo atinó decirme antes de partir  “vamos ver las vacas y regresamos rápido para tomar desayuno”

"Umancuy" - cactus que abunda en la zona
Después de haber descendido por más de una hora, cuando los rayos del sol iluminaban los cerros en un día completamente despejado llegamos  al lugar denominado “Calta”, de aquí a unos 300 metros abajo ya estamos en el mismo río Pativilca, punto desde donde regreso mi mirada para comprobar el camino recorrido, ¡oh!, que distancia habíamos descendido, más de mil metros hacia abajo del “camino grande”, nos encontrábamos en las profundidades de aquel cañón, ¡que miedo para mi!, la pendiente promedio de este suelo es aproximadamente de 60 grados, muy empinada en algunos tramos, pero abundante de pastos para las vacas, lugar preferido para la cría de los denominados “vacíos” así lo denominaba mi padre a las terneras, toretes y vacas preñadas. Todas las lecheras estaban en los corrales de Wipagh.


5. AVISTANDO GUARIDAS DE PUMAS Y CÓNDORES

Luego de la búsqueda por los bosques de alisos, recovecos, hoyadas, entre pitajayas, vizcaínas y otras espinas, están las vacas en grupos diseminados por diferentes lugares en grupos, pero no aparecen las vacas que buscaba mi padre, de tanto recorrer logramos ubicar un total de diez vacas preñadas cuando ya eran media mañana, mi padre  da una mirada exhaustiva a cada una de ellas  y  lo va separando, y decide que cinco de esas vacas debemos llevar al corral, para mi desde el primer momento de esa decisión, me causa asombro y me parece irrealizable, por la distancia que tenia que recorrerse de regreso, el hambre y la sed que sentía a esa hora de la mañana me agobiaba, no tenía siquiera un  grano de cancha en mi bolsillo, rebuscaba por los arbustos algún fruto  comestible, las pitajayas que abundan por estos lugares me era difícil por las espinas, por el trajín del viaje no me era posible llevar algún  bocado para disimular mi apetito y sed mañanero de niño.


Nuestro retorno desde esas profundidades, se hace lenta y difícil arreando las cinco vacas preñadas seleccionadas, estas a su vez no quieren salir de su querencia, constantemente regresan, cada vez se hace difícil apartarla de sus castas, acostumbras por el abundante pasto, me tengo que multiplicar, saltando los arbustos de rato en rato, los “tientos” de mis “llanques”, cintas de jebe, cortados y colocados magistralmente a la medida de mis pies sobre la llanta reciclado de algún automóvil con cocadas desgastadas, constantemente se rompen. Tengo que improvisarlo a cada rotura, de lo contrario las espinas de las gualankas se me incrustan, el dolor es pasajero, pero corro para allá, corro para acá y corro para abajo, mis fuerzas cada vez desfallecen, pero no demuestro ningún signo de debilidad delante de mi padre, él hace lo propio, pero su fortaleza me quintuplica, también veo que corre y baja constantemente tras las vacas por el lado que le corresponde.

6. INGRESANDO A LA ENMARAÑADA ASIAGHPUQUIO

Por fin salimos cuando el sol llegaba al medio día, la temperatura del clima en esta quebrada es alta, para dirigirnos por el caminito hacia Asiaghpuquio en nuestra ruta de regreso, la sed me agobia aún más, la que es calmada al pasar el riachuelo, pero el hambre no; mis pequeñas fuerzas  cada vez me abandonan, mis tientos están recontra cortos, me ajustan los pies, se parecen hinchados,  mi pantalón y mi chaqueta deshilachados en distintas partes  producto de los roces con arbustos y espinas al pasar abruptamente por perseguir a las vacas, mi pequeño poncho la llevaba amarrado a mi cintura.


Flor del guaromo
Luego al llegar a la zona de Asiaghpuquio, que hace honor a su nombre, el olor es pestilente, por las emanaciones de sulfuros que en ella existe, bosque tupido de arbustos y espinas. Nuevamente, nuestra pesadilla se repite,  arrear a las vacas se hace difícil  por esta maraña de tupida vegetación, también las vacas están ya cansadas por el trajín recorrido, sus panzotas notorias al salir de Calta ya no eran lo mismo, sólo se les notaba la preñez  y con hambre quieren devorar todo pasto a cada paso, sin que nos percatamos ya había transcurrido todo el día persiguiendo a las vacas entre arbustos, pendientes y salientes.  

Cuando ya los pajaritos cantaban en coro para dormir, en los bordes del camino escuchaba el clásico e inconfundible canto de los perdices  que al amanecer y al atardecer suelen emitir esos cantos, al fin llegamos al “camino grande”, totalmente desfallecientes y agotados,  yo sujetándome de la cola de una de las vacas, con mis manos sin fuerzas, seguía en fila india, me arrastraba por inercia, mi padre igual detrás mío, también con el semblante cansado y agotado, hambrientos y sedientos nos dejábamos arrastrar por las vacas.


7. FELIZ RETORNO A  LA CABAÑA

Llegamos a nuestra  cabaña de Wipagh, cuando la sombra de la noche se asomaba temerariamente, grande fue la sorpresa de mi madre que corrió al vernos a nuestro encuentro, me abrazo tiernamente y me beso, luego le dio una mirada de alegría a mi padre, pero al mismo tiempo le reprochó por tanta demora en el retorno,  manifestandole que nuestra ausencia todo el día le preocupó mucho, suponiendo que algo grave nos había ocurrido, en estos parajes Calta abundan los pumas, cóndores, zorros y  serpientes; algunos años despues en esta zona Ermenegildo Rosario conocido cazador del pueblo, mató un puma grande y lo llevó al pueblo para vender su carne; mi madre le increpó por la osadía de haberme tenido de hambre en toda la jornada, mi padre no contesto ninguna palabra; llegamos al corral con las cinco vacas.

Inmediatamente mi madre sirvió la cena, me faltaba manos para devorar todo lo servido, desayuno, almuerzo y merienda al mismo tiempo, apenas terminé el plato, me quedé dormido en el regazo de mi madre, entre sueños escuchaba lo que narraba mi padre nuestras peripecias con lujo de detalles: la búsqueda de las vacas, la subida de Calta, las dificultades en lo enmarañado de Asiagpuqio, naturalmente mi padre completó su jornada esa noche encerrándolas en un corral seguro para que no se escapen.


Mi madre Salomina Gonzales en Rarapunta
A la mañana siguiente, apenas me desperté corrí ver las vacas que arreamos el día anterior, un hermoso espectáculo para mis ojos de niño, habían nacido cinco fornidos becerros que intentaban pararse por sus propios medios, a algunas sus madres recién les limpiaban la placenta lamiéndolas, mi padre ya había madrugado hacia otro punto, pero esta vez sólo, contemplamos ese bello escenario con mi madre, observando a esos tiernos cuadrúpedos intentando sostenerse en su temblorosas piernas para buscar la ubre de sus madres; en esos instante vi que llegaba mi padre con un tronco sobre el hombre, corrí a darle la grata noticia, también él aceleró sus pasos, así, con alegría contemplamos y celebramos juntos el resultado del sacrificio del día anterior, se había cumplido la meta, escuche decir  a mi padre “cumplimos nuestro objetivo”,  salvar de las garras de los cóndores y de los pumas; como es costumbre por estos lares estos carnívoros abundan y acostumbran cuidar a las vacas preñadas o espantan por los peñascos, para devorar sus presas apenas nacen, cual bocadillos deliciosos, ello significa pérdidas para los crianderos, ello evito mi padre con esa dura jornada en la que me hizo tomar parte prematuramente.

8. LA VIDA DE OPULENCIA FAMILIAR SOLO COMO PRODUCTO DE ALTA RESPONSABILIDAD


Si se hubiera  dejado influenciar por mi situación coyuntural, superponiendo a los sagrados intereses de la familia, no hubiera logrado su objetivo. Mi padre, evaluó mi fortaleza y lo puso a prueba,  tomó esa decisión porque estaba seguro que era capaz de asumir y responder ese reto desde niño. 

Siempre en mi familia lo principal era la alimentación, por esos tiempos común denominador en el pueblo.  Pacllón  se caracterizaba por aquellos años de contar con mucha riqueza alimentaria,  abundancia de legumbres, tubérculos, granos, maíz, oca, quinua, etc., era natural que en cada casa toda la sala estaba adornada por las “wayuncas” multicolores mazorcas de maíz colgando, y alrededor  de la sala costales de trigo y cebada, habas, fréjoles, arbejas, etc., y en los “altillos”, rumas de papas clasificadas según tamaño y tipo , ocas, ollucos, a su vez en las “guayrankas”, sabrosos quesos, añejos y frescos, charquis en los terrados; cada familia contaba con un huerto, donde sembraban hortalizas, cebollas chinas y yerbas aromáticas, al igual que rocotos de varios colores; los comuneros cosechaban maíz de las chacras de alrededores del pueblo, y desde Rucmis y de Rara, a nadie le faltaba esos productos agrícolas en casa; las papas, ocas y ollucos  cada comunero cosechaba por docenas de sacos de Liriopampa, Huauyan, Mata y otros terrenos comunales, los trigales, cebadas y habas de Huanka, Sikla, Tacra, Majakpatay  y otros lugares de sembríos tanto secanos y de regadíos, es decir la alimentación estaba asegurada y con creces, épocas de abundancia y añoranza.
    

Mi hermana "Pecha" y mi madre
Por encima de cualquier contemplación, sin escatimar esfuerzos había que proteger el bienestar de la familia, para cuyo sustento había que cuidar e incrementar el ganado vacuno, ovino, caprino, caballar y asnal, que asegure el sustento de la familia, para lo cual, si valía la pena todo sacrificio personal o grupal; enseñanza que con el correr del tiempo fui analizando, “los objetivos deben cumplirse”, esta lección aprendida desde mi tierna edad, he intentado practicar y al mismo tiempo transmitir a los míos, sabia enseñanza que comparto con ustedes amable lector, quizás también ustedes tengan gratos recuerdos de sus seres queridos, no duden en compartirlo. Las buenas enseñanzas, las buenas costumbres, lo positivo debe transmitirse, lo malo, lo perjudicial hacer lo contrario, debemos  “marcar en roca las buenas acciones y en arena las malas acciones” dice el dicho. De tal manera lo bueno se perennice y sea difícil de borrar en el tiempo y las malas  se borren  cada vez que aparecen las olas.



9. MIS REFLEXIONES FINALES


Esos cortos momentos  quedaron en mi memoria, como el más preciado regalo del recuerdo de mi padre,  aun puedo percibir su risa, hasta sus vanos intentos de enseñarme ser gañan en los sembradíos de trigales,  aprender colocar los herrajes a los caballos antes de salir de viaje, como sinónimo de organización previa.


Las cosas materiales que me dejo se fueron esfumando con el tiempo, pero lo único perdurable a través del tiempo  fueron esos pequeños instantes de charla y dedicación que me dio, aunque su trabajo en el campo no me permitía verlo durante algunos días cuando asistía a la escuela o se iba de viaje, puedo reconocer aquellos momentos  como los mejores recuerdos que un padre puede dejar.


En la actualidad al ir creciendo tecnológicamente, hemos ido relegando aquellos aspectos íntimos en la relación de padres a hijos, la carga familiar, el trabajo, los estudios, han dejado mella  decreciendo el contacto personal que todo padre debe tener con sus hijos.


Hoy es sorprendente como  las cosas materiales van colocándose muy por encima de los valores humanos en nuestra sociedad, aún en la zona rural,  aunque todavía hay familias que mantienen estos principios, gracias a ellas  aun podemos mantener viva la esperanza  de un mañana mejor.


En este día del padre, hagamos una reflexión sobre el rol de ser padre, no es solamente el ente generador del financiamiento del hogar ni el  individuo que da las pautas enérgicas en el hogar, mucho menos el hombre frio que debe guardarse de toda sensibilidad creyendo erróneamente que perdería autoridad.


Aun con todos los errores  o actitudes negativas que algunos padres puedan tener, promovamos la conciencia de la paternidad responsable, con la confianza de algún día llegue a ellos la luz del entendimiento por el valor de su papel en nuestra sociedad.


Rescatemos al padre como ser humano cuyo afecto es también importante para inculcar en sus hijos principios y valores que harán de estos una generación más justa y solidaria.


Saludemos al padre que lucha cada día desde los niveles más altos de nuestra jerarquía, hasta aquel humilde trabajador que se sobrepone al cansancio y al infortunio,  para dar bienestar a su familia.


Por aquellos padres que esperan la llegada de sus hijos, por los padres que se olvidaron de ellos, pero podemos mantener la llama del perdón y la  reconciliación, así también por aquellos hombres que sin ser padres asumieron este rol con valentía, amor y dedicación.

Afectuosamente

Jawuacholo 

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Además,  esta poesía que adjunto a reglón seguido 


MI PADRE


Yo tengo en el hogar un soberano


único a quien venera el alma mía;

es su corona de cabello cano,
la honra es su ley y la virtud su guía.


En lentas horas de miseria y duelo,

lleno de firme y varonil constancia,

guarda la fe con que me habló del cielo
en las horas primeras de mi infancia.

La amarga proscripción y la tristeza
en su alma abrieron incurable herida;

es un anciano, y lleva en su cabeza

el polvo del camino de la vida.

Ve del mundo las fieras tempestades,

de la suerte las horas desgraciadas,

y pasa, como Cristo el Tiberíades,
de pie sobre las horas encrespadas.

Seca su llanto, calla sus dolores,
y sólo en el deber sus ojos fijos,

recoge espinas y derrama flores

sobre la senda que trazó a sus hijos.

Me ha dicho: «A quien es bueno, la amargura

jamás en llanto sus mejillas moja:

en el mundo la flor de la ventura
al más ligero soplo se deshoja.

»Haz el bien sin temer el sacrificio,
el hombre ha de luchar sereno y fuerte,

y halla quien odia la maldad y el vicio

un tálamo de rosas en la muerte.

 »Si eres pobre, confórmate y sé bueno;
si eres rico, protege al desgraciado,

y lo mismo en tu hogar que en el ajeno

guarda tu honor para vivir honrado.

»Ama la libertad, libre es el hombre
y su juez más severo es la conciencia;

tanto como tu honor guarda tu nombre,

pues mi nombre y mi honor forman tu herencia.»

Este código augusto, en mi alma pudo,
desde que lo escuché quedar grabado;

en todas las tormentas fue mi escudo,

de todas las borrascas me ha salvado.

Mi padre tiene en su mirar sereno

reflejo fiel de su conciencia honrada;

¡Cuánto consejo cariñoso y bueno
sorprendo en el fulgor de su mirada!
La nobleza del alma es su nobleza,
la gloria del deber forma su gloria;

es pobre, pero encierra su pobreza

la página más grande de su historia.
Siendo el culto de mi alma su cariño,
la suerte quiso que al honrar su nombre,

fuera el amor que me inspiró de niño

la más sagrada inspiración del hombre.
Quisiera el cielo que el canto que me inspira
siempre sus ojos con amor lo vean,

y de todos los versos de mi lira

estos dignos de su nombre sean.



¡FELIZ DÍA DEL PADRE AMIGOS!

Jawuacholo

Fuente:



http://quishtulandia.blogspot.pe/search/label/LOS%20OBJETIVOS%20DEBEN%20CUMPLIRSE



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